epílogo (temporal)

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Al girar el pomo de la puerta y adentrarse en aquella casa, le invadió un sentimiento de recuerdo, pero no del bonito. Le llegaron recuerdos bastante feos de hecho, de las veces en las que él lo tomaba del brazo y lo entraba a la casa, lo insultaba con algo que hizo y después lo paseaba. Sintió un escalofrío en la espalda y un nudo en la garganta que prefirió ignorar.

Bajo la vista al pasar por delante del living vacío, como reflejo de lo que tantas veces hizo cuando él estaba allí. Al poner el primer pie en el primer escalón de la escalera, sintió la necesidad de subirla corriendo al escucharla rechinar. Tuvo el impulso, pero se obligó a si mismo a no hacerlo.

No recuerda haber pasado mucho tiempo en la escalera, siempre las subía y las bajaba corriendo.

Pasando la mano por el pasamanos por la escalera, sintiendo lo polvorienta que se encontraba, como la pintura se iba descascarando fácilmente, algo que ya estaba pasando la última vez que estuvo allí.

Inhaló ondo, el olor a casa vieja le llegó fuertemente y no pudo evitar tragar saliva forma algo dolorosa. No podía evitar sentir nostalgia al encontrarse ahí, aunque sus recuerdos no fueran los más bonitos allí, no podía dejar de sentir un cariño extraño hacía la casa.

El nudo que tenía en la garganta se hizo completamente invisible al llegar a su habitación, su antigua habitación. El sentimiento que sintió era difícil de explicar, una mezcla de rabia y pena a ver su habitación exactamente igual a cuando se fue.

Se le fue imposible no ahogar un pequeño suspiro al pisar y escuchar ese crujido en la madera del suelo, uno que siempre fue el mismo y nunca cambio, y siempre lo tenía presente en la cabeza.

No había nada en la habitación, ni muebles ni nada de eso, solo la mancha en los lugares en los que estuvieron alguna vez. Agradece de que nadie la haya comprado/arrendado, seguía manteniendo esa pintura en las paredes y el piso de madera oscura. Caminó hasta la ventana, mirando por allí el panorama que siempre veía al despertar. Sonrió al ver a Will parado en la vereda, viendo hacia adentro y viendo de reojo a los chicos.

Se alejó de ella y miro a su alrededor, sintiendo una emoción que prontamente se transformó en rabia. Ni siquiera sabe él por qué.

Apretó su mano, mordiendo su labio inferior y conteniendo las lágrimas que después acabarían cayendo, pero podía hacerlas esperar.

¿Por qué? ¿Por qué tuvo que terminar así? Aquí, parado en medio de una habitación vacía, sin saber qué va a pasar, sin saber qué hacer o qué debería hacer. Cerró los ojos y caminó hasta quedar apoyado frente a una pared, poniendo su brazo por sobre sus ojos, apoyándolo entre él y la pared, respirando profundo y suspirando con pequeños signos de que pronto lloraría.

Pero de nuevo, no dejaría que eso pasará.

Algo en lo que se parecía a su padre y odiaba que fuera así, es que todas sus frustraciones y penas las sacaba de manera violenta. Empezó a patear de forma fuerte la pared, lastimándose a si mismo pero no le tomó importancia, rompiendo la pintura de la pared pero no le daba importancia, quería sacarse esa emoción.

En el pasado, tenía pavor a que se transformará en una persona como su padre, una persona violenta y que no conoce otra forma de sacar sus emociones, pero ahora sabe que -probablemente- no queda más opción que aceptar que habrá una parte de él que será así, que siempre existirá esa parte de niño resentido con todos los maltratos que sufrió y simplemente saca sus emociones de la forma en la que él vio que su padre las sacaba: golpes.

Con su mano izquierda empezó a pegarle pequeño pero fuertes golpes a la pared, sintiendo como sus nudillos empezaban a romperse, a sangrar y a dolorer mucho, casi quemándole, pero no podía parar. Recordando como Once le dijo que no pudo salvar a Max, iba golpeando más fuerte, más fuerte.

√ | ❛ es mejor que ser ★ como los demás ; w. byers. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora