S E I S

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Acomodando el pequeño moño azul marino en el cuello de Seongwon, Jungwon tomó un respiro y se dijo a si mismo que podía hacerlo. Habían decidido quedarse a la boda pero se irían antes de la fiesta, él solo quería estar allí cuando su hermana se casara pero no necesitaba quedarse a la celebración luego. Para cuando la ceremonia llegar a su fin, él estaría en un auto de regreso a casa con su hijo y su adicto mejor amigo, el cual había encontrado la caja de cigarrillos y se negaba a entregarlos.

Colocando el inhalador de Seongwon dentro de los bolsillos internos de la chaqueta de su traje, recordó poner su teléfono y dinero antes de bajar al pequeño al suelo y tomar su manito. Haciendo una parada para recuperar el peluche de patito de Seongwon, los tres se dirigieron fuera de la habitación y al ascensor. La boda tendría lugar en la parte trasera del hotel donde un verde jardín lleno de flores se extendía, era simplemente precioso y estaba perfectamente decorado con encaje blanco y ramos de rosas de colores pálidos en los lugares específicos.

—Iré a saludar a Yeojin —susurró, pensó en la posibilidad de dejar a Seongwon con Niki pero se arrepintió cuando recordó la caja de cigarros. No tenía dudas de que el chico amaba a su hijo pero temía que olvidara que estaba a su cargo, había sucedido antes—. Mantente fuera de problemas.

—Seré un angelito. —aseguró, dandole una sonrisa que quiso ser inocente pero no lo logro.

Rodando lo ojos, Jungwon se volteo y se dirigió al pasillo que daba al lugar donde su hermana estaba esperando hasta que la ceremonia comenzara. Yeojin lucia hermosa con su vestido blanco estilo princesa y su largo cabello oscuro cayendo en rizos sobre sus hombros. No llevaba velo pero una delicada corona de flores descansaba sobre su cabello dandole un aspecto casi angelical.

Cuando ella lo vio de pie en la puerta con Seongwon aferrado a su mano, sonrió brillantemente.

—¿Cómo me veo?

—Una pincesa, papi. —Seongwon chilló.

Jungwon rió suavemente, mirando a su hijo.

—Me robaste las palabras, cariño. —solo después de haber dicho eso, se percató de lo que Seongwon había dejado escapar—. Yeojin, yo...

—No tienes que decir nada, Jungwon, lo sé —la miró sorprendido y ella sonrió—. Lo he sabido por algún tiempo, contraté un detective privado para saber de tu vida ya que tu no me decias nada, imaginate mi sorpresa cuando volvió con un montón de fotos tuyas abrazando a un hermoso niño, el cual aseguro que era tu hijo.

Jungwon no sabia que decir a eso, así que se decidió por las disculpas.

—Lo siento, Yeojin, sé que debía habértelo dicho antes, quise hacerlo, pero tenía miedo de tu reacción, temía decepcionarte.

—Sé que nunca he sido facil de tratar, reconozco que siempre he estado sobre ti, presionandote a ser mejor y creo que eso me hizo parecer un poco cruel y malvada -se acercó a él, su vestido moviéndose con ella—. Pero quiero que sepas que solo pensaba que estaba haciendo lo correcto, creia que era lo mejor para ti, lo siento muchísimo, cariño, me gustaría haber sido una mejor hermana, una a la que le hubieses podido contar algo así sin temor alguno.

𝕾𝖔𝖇𝖗𝖊𝖛𝖎𝖛𝖎𝖊𝖓𝖉𝖔 𝖆 𝕰𝖗𝖔𝖘 || 𝓙𝓪𝔂𝓦𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora