~Esperanza~ | BTS

Cap - 07 ❤

Han pasado 9 largos años desde aquel entonces, cada uno de los 7 niños tuvo familia diferente pero la familia que tuvo cada uno no fue agradable. 

En la actualidad se encuentran 2 niños en un orfanato uno es mayor que el otro sólo por un año, ellos perdieron la esperanza de ser felices en esta vida sólo recordando a aquella chica que les había prometido que serían felices, para nada lo fue. 

Los dos niños recordaban el aura de las personas que los iban a hacer felices más no recordaban sus rostros ni siquiera el de la chica de aquel entonces, también podían usar sus poderes pero les daba un poco de miedo que estos se descontrolaran ya que ya había pasado una vez. 

Tenían que soportar a los demás niños de ese orfanato, a veces les buscaban pelea o hacían que los castigaran por cosas que ni siquiera ellos habían hecho, como por ejemplo; acusaron al menor de entrar a la dirección y rayar el escritorio de la directora, de castigo lo encerraron en el sótano por un día para que aprendiera una lección, ese orfanato es horrible. 

Era de mañana y tenían que levantarse para desayunar, la Navidad estaba cerca y ya habían decorado el lugar lo único que faltaba era el árbol de Navidad, ese lo pondrían en la noche. Después de haber desayunado los mandaron al patio de afuera para que jugaran donde no hubiese lodo para que no se ensuciaran, había caído una tormenta en la noche cada uno de los niños tomo su abrigo y salieron a jugar. 

Estaban jugando solos, alejados de los demás y a la vez escondidos de los niños brabucones. Seung y Dae-hyung, así se llamaban, Seung el menor y Dae el mayor, el apellido se les daría cuando llegue una familia y los adopten. 

Luego de unas horas el cielo empezó a tornarse negro de las nubes que amenazaban con llover el viento helado rozando sus orejas y mejillas, las encargadas del orfanato los llamaron para que se metieran y en cuanto entraron empezó a llover, Seung y Dae contemplaban la lluvia atreves de una ventana del comedor. 

Las cocineras hicieron galletas y se las dieron a los niños junto con una taza de chocolate caliente, Seung y Dae se sentaron en el piso en una esquina del comedor alejados de los demás, porque de alguna forma ellos sentían que eran diferentes y no podrían encajar con los demás. 

- D-Dae -llamo Seung avergonzado de hacer ya tantas veces la misma pregunta- ¿Crees que algún día seremos felices? -pero de alguna forma sentía que aunque sean algunas palabras la esperanza de ser feliz persistía ahí. 

- Tal vez, acuérdate que tenemos que ser pacientes y esperar -dijo Dae tomando su galleta para darle un mordisco y después tomar un poco de su chocolate- A veces pienso que eso nunca va a pasar -dijo para si mismo pero lo dijo en voz alta y el menor lo escucho, empezaron a salir lágrimas en el rostro del menor, su llanto intensificándose- ¡P-pero, no hay que perder la esperanza! -dijo Dae un poco alterado cuando vio al menor llorar. 

- ¿E-estas seg-guro, h-hyung? -dijo limpiando sus lagrimas tratando de dejar de llorar. 

- Sí, estoy seguro -dijo con una sonrisa ladina en sus labios. "Sólo hay que esperar, ¿Verdad?"-pensó tratando de convencerse para no empezar a llorar. 

- Esta bien -dijo sonriendo y después agarro su taza que contenía el chocolate y tomo lo último que le quedaba, Dae tomando con calma su chocolate, las galletas ya se las había terminado aunque le faltaba poco para terminar su chocolate también. 

- ¡Atención niños! -llamo una de las secretarias- ¡En unos minutos más se armara el árbol! -dijo para después perderse por el pasillo y seguir en lo suyo. 

- Oh.. -dijo mientras miraba su taza vacía y es que le tomo a su taza pensando que tenía más- Ya se acabó.

- ¿Qué cosa? -pregunto Seung, vio que Dae tenía su mirada en su taza y soltó una risita entendiendo a que se refería y es que el sabía cuanto amaba el chocolate. 

Los dos fueron a dejar sus tazas en una de las mesas del lugar ya que esta prohibido pasar a la cocina. 

Después de unos minutos unas personas bajaron con cajas del segundo piso para empezar a sacar las cosas y los niños rodeaban las cajas.

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