Que Rayos?

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Kaiser estaba apunto de tirar a su mejor amigo por la ventana, aún se preguntaba porque lo eran.

— Te voy a tirar por la ventana Ness — dice Kaiser que estaba en cama, seguía bajo los cuidados de Isagi.

Ness trato de ocultar su sonrisa pero no sirvió de mucho — Lo siento Micchi, pero es que el gran león fue domado por un gatito.

— Ese gatito tiene las garras afiladas — dice Kaiser de mal humor y lanzando una almohada a su compañero — ¡Deja de reírte! ¿Para que viniste?

Alexis esquivo la almohada y después la recogió del suelo, para colocarla en la cama —Te traje unos dulces típicos de Alemania, pero tu domador me los quitó.

Kaiser no lo podía creer, el ingrato de su amigo le trajo dulce y su egoísta favorito se los confisco.

— Odio estar enfermo e Yoichi no me deja hacer nada — comenta como un niño caprichoso Kaiser.

Alexis solo puede hacer un gesto de: Ni como ayudarte, tú novio me odia.

— Nos vemos, tengo una entrevista y no debo llegar tarde — dice Alexis con una sonrisa y saliendo del cuarto.

Kaiser se queda de mal humor, sus compañeros lo visitaban. Que lo sorprendía mucho, pensaba que nadie le importaría. Pero hasta el frío de Noa envío una cesta de frutas y medicinas para su pronta curación, mientras que sus amigos le traían las noticias sobre el mundo del fútbol.

— El idiota ya se fue — dice Isagi entrando a la habitación con una sonrisa — Es hora de tomar tu temperatura.

Kaiser no le reponde y solo mira la pared, tratando de ignorar a Yoichi. Ya llevaba una semana en cama y ayer no le dio fiebre, pero ni así lo dejaba ir a los entrenamientos.

— Aunque te enojes, no te dejaré salir hasta que pase los 12 días y el doctor lo apruebe, también se quedemos regresar a Alemania mañana. Pero sin la constancia médica, no podremos salir del país.

Silenció absoluto.

Isagi suspira y busca el termómetro en una de las gavetas de la habitación — Abre la boca.

Pero Kaiser se niega.

Isagi comenzaba a enojarse, pero no le daría el gusto a Kaiser de verlo en ese estado, así que se sienta sobre él y lo toma del brazo para levantarlo, así colocando el termómetro en la axila.

— Deja de ser un malcriado, es por tú bien.

Kaiser le iba a responder, pero se le ocurrió una mejor idea por su cabeza. Sonríe internarme y comienza con su plan.

— Perdón Yoichi, es que quiero jugar — dice Kaiser en susurro, teniendo la voz ronca por la fiebre era más fácil hacer su voz más profunda — Gracias por cuidarme.

Kaiser aprovecha que Isagi estaba tan cerca suyo, que lo toma de la cintura y lo sienta mejor en su regazo. Para después colocar su frente a en el hombro de su novio.

— ¿Te sientes mal? — pregunta Isagi preocupado acariciando los cabellos rubios de su novio.

— Estoy cansado — murmura Kaiser y le da un pequeño beso en el cuello a su novio.

Isagi tiembla por la sensación, pero no se aleja y sigue dándole caricias en el cabello a Michael.

— ¿Te dejó para que descanses? — pregunta Yoichi tratando de alejarse, pero los brazos de Kaiser en su torso no lo dejaban. Tampoco quería ejercer fuerza, no sabía si podía lastimar al alemán.

— Yoichi hueles muy bien — dice Kiaser paseando su nariz por el cuello de Isagi, mientras que sus manos hacía pequeños círculos con los pulgares en la cintura de su pareja — Tienes la piel muy suave, eso me parece tan tierno.

Isagi estaba sonrojado, jamás había visto a Kaiser tan dulce. Siempre estaba bromeando o coqueteando con él, pero nunca lo había visto tan vulnerable.

— Yoichi, ¿te puedo besar? ¿No te dará asco que lo haga? — dice Kaiser cuando se alejó de él y lo toma de la barbilla para mirarlo a los ojos — ¿Yoichi?

Isagi admira el azul zafiro de los ojos de Kaiser y sin el delineado rojo, su mirada se veía tan limpia y pura. Dejándolo mudo de la impresión, pero asiente con la cabeza dando su consentimiento.

Antes que Michael lo bese, el japonés le dice en voz muy baja — Nunca me darías asco Kaiser.

El rubio sonríe y lo besa, comenzó de forma lenta y dulce. Para después pasar a una forma más apasionada, donde Kaiser pidió permiso para invadir su boca con la lengua e Isagi acepto.

Las manos de Kaiser se paseaba por debajo de la camisa de su novio, tocando la espalda tan suave y sacando suspiro de Isagi.

El japonés también siente como una de las manos de Michael baja peligrosamente por el coxi, hasta llegar a su parte trasera y masajear con paciencia. Isagi no pudo evitar gemir al sentir eso, estaba tan cerca de esa zona y en verdad no le importaba.

Aunque sus pensamientos cambian, cuando Kaiser retira sus manos y se aleja de él, ambos con la respiración agitada y los ojos brillosos.

— Buenas noche Yoichi, es hora de descansar — sin decir más nada, Kaiser lo lanza hacía un lado de la cama y se acomoda para dormir.

Isagi que apena estaba procesando todo, se levanta y enojado le pregunta — ¿Que diablos fue eso?

Kaiser lo mira con suma inocencia — ¿A que te refieres Yoichi?

— Tú, beso, caricias... Tus manos... ¿Que pasó? — pregunta un confundido y sonrojado Isagi.

Kaiser lo mira sin comprender y luego se hace el sorprendido — Isagi, ¿querías tener relaciones? ¿Estando yo enfermo? Nunca pensé que fueras tan egoísta, es decir, ¿que no puedo jugar pero si tener relaciones?

Isagi estaba rojo de la rabia y de la vergüenza, toma una almohada y la lanza contra Kaiser — ¡Eres de lo peor! Espero que duermas bien solo, me iré al cuarto de huéspedes.
Isagi no espera repuesta y se va, dejando a un divertido Kaiser riéndose de la situación.

Momento divertidos de Blue Lock que se me ocurren. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora