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— Wonwoo, se supone que debes comer algo— murmuró Mingyu.

— Lo comeré después, ya, pero... Tu olor, me calma, quédate.

Mingyu se ahorró el suspiro, se quitó los zapatos y se acercó a Wonwoo con lentitud, sus ojos se abrieron de más y su corazón latía con fuerza cuando el Omega lo abrazó, y hundió el rostro en su cuello, llenando sus pulmones de su olor.

Wonwoo quedó sobre él, su mejilla apoyada en su hombro, una pierna enredaba en la suya, y los brazos rodeando su cintura, su nariz dejaba cosquillas en su cuello.

El olor a tristeza comenzó a bajar a los minutos, el olor a flores y a fresas del Omega aparecieron, y cuando estuvo tranquilo, Mingyu se sorprendió de encontrar otro aroma.

— Miel— murmuró—. También hueles a miel...

Wonwoo soltó una débil risa.

— Jun decía que olía a miel sólo cuando estaba feliz... Es raro que lo sientas, ya que me siento como la mierda por dentro.

— Wonwoo... — Mingyu acarició su espalda suavemente—. Tú no te preocupes... Tu alfa te está cuidando desde un buen lugar, ¿Sabes? Él está velando por ti, y te espera con toda la paz y tranquilidad del mundo, puedes tomarlo con calma que él estará allí para ti. Y hasta entonces, puedes disfrutar del mundo que queda aquí.

Wonwoo permaneció unos cuantos segundos en silencio.

— Voy a extrañar a Minghao— murmuró.

— Puedes pasar todo el tiempo que quede con él, él no tendrá problema.

— Sabes... Antes de todo esto... Con Hao teníamos muchos planes futuros, pero ahora... Ya no quiero hacer nada.

— Es algo normal, Wonwoo, sentirse así después de algo como lo que te está ocurriendo.

— Siempre quise tener un cachorro, Mingyu— continuó desahogándose el Omega, el enfermero lo dejó hablar, mientras acariciando sus cabellos suavemente—. Jun nunca fue muy fanático de la idea de tener un hijo, aunque ya lo estaba convenciendo...

Mingyu sintió las lágrimas de Wonwoo caer sobre su piel.

— Supongo que ahora él no va a poder conocerlo— murmuró el rubio, una de sus manos dejó la cintura de Mingyu para ir a su vientre.

Las cejas de Mingyu se alzaron, se giró hacia él para mirarlo, atónito.

— Wonwoo... ¿Estás embarazado?

El Omega tembló del llanto y el Beta lo atrajo más a su cuerpo como consuelo.

— No importa igual— murmuró Wonwoo—... Ya ni siquiera yo lo voy a conocer.

— Wonwoo sabes... Puedes vivir, por tu cachorro.

— ¿Para que no tenga padre? ¿Para qué yo no tenga alfa? ¿Para que estemos solos? — su tono sonaba algo enojado.

Mingyu suspiró mentalmente, era todo lo que un Omega pensaba y sufría, por más que Mingyu pudiera darle todos los argumentos y fuerzas para seguir viviendo, simplemente no podría contra la depresión de un lazo roto, así que no lo intentó, lo dejo llorar.

La puerta fue tocada suavemente.

— ¿Kim Mingyu? ¿Wonwoo? — Minghao preguntó suavemente—. Yo... Hice la cena y ya se está enfriando, ¿Todo va bien?

— Minghao, pasa— habló Mingyu, se irguió un poco, sosteniendo a Wonwoo junto a él—. Pero despacio.

El peliazul entró con duda, la expresión de su rostro fue de pura sorpresa al verlos compartir un nido.

— Wonwoo, escúchame — Tomó sus mejillas y vio sus azulados ojos—. Debes cambiarte e irás a comer, ¿De acuerdo? No puedes dejarte estar.

Wonwoo apenas enfocó su vista en él un momento, su nariz se movió un poco cuando olfateó el aire, se acercó a su cuello para oler su aroma a madera.

— Minghao, no liberes muchas feromonas, podría afectarlo— murmuró Mingyu, a lo que el chico asintió—. ¿Le traes algo de ropa?

El peliazul fue hacia los cajones, sacando un par de calzoncillos, unos shorts y una remera holgada, que dejó suavemente a los pies de la cama, sin querer acercarse y perturbar el nido de su amigo.

Mingyu tomó la pequeña pila y quitó la toalla que cubría la desnudez de Wonwoo, con eso Minghao cerró los ojos, pero el enfermero estaba totalmente normal, ayudó al Omega a pasar la remera y Wonwoo tomó los calzoncillos para colocárselos él mismo, sintiéndose avergonzado de la ayuda.

Apenas terminó de vestirse, se levantó con lentitud sobre sus pies, y Mingyu se acomodó a su lado sin dudar, antes de mirar a Minghao para que fueran a la cocina.

El Alfa había cocinado algo de pasta para Mingyu y él, y un té de manzanilla que sabía que Wonwoo disfrutaba, había encontrado un mix de frutos secos que seguramente Jun había comprado y eso explicaba la expresión triste del Omega al verlos.

— En verdad no tengo hambre— musitó Wonwoo.

— Tomate al menos la mitad y come algo y te acompaño a la cama de vuelta— dijo Mingyu.

— ¿Sabes que puedo ir sólo, verdad?

— Sabes que quieres que te acompañe— dijo—. Debo acompañarte— se corrigió.

Wonwoo suspiró con cansancio y tomó un sorbo de su té, pensando que debería colocarle más azúcar.

Minghao parecía pensativo, y no habló nada en la cena, apenas si echó unas miradas a alguno de los dos, pero una parte de él no sabía si debía quedarse o irse.

Necesitaba su tiempo también, para llorar con tranquilidad, pero también quería acompañar a su amigo, aunque le parecía absurdo, porque para eso había contratado a Mingyu.

Our Last Days • meanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora