—En la cocina encontraran una guía telefónica de todo el personal de servicio junto a varios folletos de menús de los distintos restaurantes que se encuentran cerca de la casa—habló el mayordomo de la casa y Justin asintió aun sorprendido mirando alrededor. No podía creer lo grande y hermosa que era la casa de playa en la que pasaría dos semanas. Era tan grande y llena de entretenimiento; tenía su propio cine, piscina con una cascada, su muelle para anclar un bote y tenía una sala de juegos con mesa de billar. Aunque lo que la hacía impresionante era su construcción mediterránea parecida a la pequeña Grecia con sus ventanales con acceso hacia fuera. Le preocupaba un poco lo accesible que era la propiedad; cualquiera podía entrar, pero sabía que había todo un equipo de seguridad alrededor de la propiedad cuidando y velando por su privacidad. — ¿Algo más que se les ofrezca? —preguntó y Abby sonrió pícaramente volteándose a ver a su esposo.
—¿Trajiste lo que te pedí Sam? —le preguntó al mayordomo que asintió levemente sonrojado extendiéndole una bolsa negra y Justin frunció el ceño al ver la incomodidad del empleado. ¿Que había en esa bolsa y porque el empleado se mostraba tan incomodo? —Perfecto, gracias, Sam—sonrió y miró el rostro de su esposo. —Toma, me tomé el atrevimiento de comprarte tus amiguitas—dijo extendiéndole la bolsa y Justin frunció el ceño abriendo la bolsa encontrándose con un paquete de pastillas genéricas de viagra.
¿Qué diablos?
Apretó la mandíbula viendo las pastillas con incredulidad y alzó la mirada encontrándose con los ojos desafiantes de ella y la incomodidad del empleado. ¿Acaso esto era una broma? ¿Viagra? ¿Por qué diablos ella le daba viagra?
—Quise estar preparada por si vuelve a ocurrir lo que pasó aquella vez en el baño...—rio encogiéndose de hombros fingiendo inocencia y Justin apretó la mandíbula sintiendo sus mejillas rojas. ¡Mierda! Ella se acordaba de eso. —Ya sabes, te viniste nada más al estar dentro de mi...—rio burlándose de él y este negó soltando la bolsa en el piso antes de ir a la cocina. Se acercó a la encimera y le dio un puñetazo respirando entrecortadamente. Tenía que recordarse que no podía perder el control; no aún. Eso era lo que ella quería y no iba a darle el gusto. Aunque ella se lo estaba poniendo cada vez más difícil. ¡Joder! Que había mencionado su pequeño accidente la primera vez que estuvieron juntos íntimamente. Él había estado tan emocionado y excitado por hacerle el amor que había perdido el control nada más estar dentro de ella. ¡Eso nunca le había pasado antes con ninguna chica! Ni siquiera en su primera vez, pero los nervios y la emoción le había ganado. Después de todo iba hacerle el amor por primera vez a la chica que amaba, ¡Por supuesto que los nervios y la emoción iban a traicionarlo!
Aun así, tenía que aguantar y mantener el control; de lo contrario ella haría su vida un infierno, más de lo que ya era. Y pensar que apenas estaban empezando su matrimonio, ¿Qué le esperaría dentro de unos meses? No sabía y eso le asustaba, pero él había hecho una promesa e iba a cumplirla. Él iba hacer que ese matrimonio funcionara costara lo que costara. Se sirvió un vaso de agua y le dio unos sorbos. Miró los folletos en la encimera y sonrió al ver las distintas actividades románticas que podrían hacer. Estaba seguro de que ella le diría que no, pero si había algo que su pandita no soportaba era cuando la retaban a hacer algo y eso iba hacer. Ella jamás se negaría. Cogió el folleto de una cena bajo los túneles del acuario y subió a la habitación. Se sorprendió una vez más al ver lo grande que era; hasta tenía su propio jacuzzi al salir al balcón con una gran vista. ¡Era impresionante!
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I Catch You {Justin}
Romance-Justin Drew Bieber Mallette, ¿Acepta como esposa a Abigail Rain Brown para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe? - preguntó el padre. -Acepto-contestó Justin. -Abigail Rain Brown, ¿Aceptas como esposo a Justin Drew Bieber Mallete par...