La mañana siguiente se hizo notar por el canto de un gallo cerca de la ventana donde quedaba el dormitorio de SooBin. Se despertó asustado, no sabia que era ese ruido hasta que escucho el típico quiquiriquí. Entendió perfectamente lo que le dijo su madre cuando le dio el beso de las buenas noches.
"Duerme que mañana te despertaras temprano"
JiMin sabia que todas las mañanas a las 7:00 y punto el gallo cantaba con todas sus fuerzas, cerca de su ventana. Lo vivió unos 19 años eso.
Uhg, maldito gallo.
Se tapó con las sabanas molesto y al ver que el gallo no se callaba, se levanto molesto. Su madre le había dejado unas botas en la puerta del cuarto, se cambiaría con la ropa que el había elegido en su maleta. Fue al armario donde ya tenia su ropa colgada y doblada de manera correcta. Eligió una camisa azul, los típicos vaqueros y las botas de cuero que JiMin le dejo, de color negras. Se vio en el espejo y podía jurar que parecía del viejo oeste.
Pero me queda extremadamente bien.
Sonrió orgulloso con el ego en alto y salió de su cuarto, escuchó ruido en el comedor y al ver ya se encontraban su tío y su bisabuela desayunando en la mesa, unas tostadas con mermelada y acompañadas con un café.
– Buenos días. ¿Y mi mamá?– Preguntó SooBin saludándolas.
– Tu mamá antes tenia la costumbre de salir a cabalgar todas las mañanas con su caballo y acaba de agarrar mi caballo para despejarse. –JiHyo le da tostadas con mermelada y le sirve un té con leche.
–¿Como sabes que me gusta el te con leche?– le agradeció y comenzó a desayunar.
– Yo te daba té con leche cuando eras un bebé. Digamos que te gustaba demasiado. –Le responde JungMin, cuando cuidaba de él. SooBin desayuno con ellos y charlaban de cuando era un bebé, era interesante saber lo que hacía cuando era apenas un crio. Le contaron anécdotas, mientras esperaban a JiMin.
Con el, esa primera mañana en Carreland fue algo extraña, aparte de que volvía a despertarse en la misma granja, también era porque a Flash no lo encontró en los establos. No estaba su caballo y eso lo tenía preocupado, nadie le decía nada de lo que paso. Así que agarró el caballo de su abuela Ramundio, de color café y unos hermosos ojos azules. Quería salir a cabalgar un poco.
Cuando se subió en su lomo, pudo ver que no perdió su toque, aún sabía como manejar un caballo. Galopeo un largo rato perdiéndose entre todas las hectáreas de Carreland. Amaba ir a donde el viento le indicaba. Ramundio y JiMin llegaron al lago donde antes el iba con Flash. Se bajo del lomo con pisadas fuertes y acaricio su hocico, dándole una rica y deliciosa manzana. Se sentó en el borde del lago a pensar, ahora debía de decidir si quedarse con el porcentaje de la granja o si dársela a su abuela.
El en realidad no quería entregar su porcentaje pero si no vivía allí era la única opción que le quedaba. Aunque su abuelo, lo que mas deseaba era que el se haga cargo de la granja. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de unos galopes que se acercaban a toda velocidad. Frente al lago una manada de ovejas, siendo manejada por un perro ovejero, corriendo al lado de ellas pero detrás del rebaño, iba un caballo con un sujeto vestido con un sombrero vaquero marrón, unos vaqueros y botas desgastadas, una camiseta gris algo mugrienta. Aunque de lejos se podía decir que era cualquier persona. JiMin lo reconoció al instante, tenía las mismas botas de cuero rasgadas, su sombrero de vaquero que tanto le gustaba, su elegancia para cabalgar haciéndolo ver muy sexy pero a la vez brusco con las pintas que llevaba. Era el padre de SooBin.
– YoonGi...– Murmuro y como si lo hubiera escuchado, el mismo se dio la vuelta.
– Mmm. ¡Rápido Otis!. – YoonGi no vio nada, solamente reconoció el caballo de JiHyo, así que volvió con su vista al frente y le gritó a su perro.–
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Corazón Salvaje (YoonMin)
FantasiAdaptación autorizada por su autora: Marina @_FanFics_SasuSaku_ - ¡No quiero verte de n...