❄️El Último Invierno❄️

Calma Antes De La Tormenta

~Tarón~

Ya han pasado dos días desde la gran victoria en Tarón, pero aún se ven los rastros de esa gran batalla.

Los soldados del ejército libre limpiaban el campo de los cadáveres de sus compañeros caídos en esa batalla, aún que habían pasado dos días el campamento de la Legión seguía liberando una espesa nube de humo negra tras la Explosión de la pólvora.

Un pequeño grupo de exploradores fueron enviados a ese lugar en busca de algunas provisiones que se hayan quedado tras la retirada del enemigo.

Caminando con cuidadosos pasos este guerrero sujetaba su escudo con firmeza al mismo tiempo que mantenía desenfundada su espada -No se confíen, la legión pudo dejar alguna bestia como trampa para nosotros-.

Otros tres guerreros caminaban tras el, atentos al más mínimo movimiento que se pudiera ver -Parece que esto está vacío- dijo un guerrero mientras se acercaba al cadáver de un Cazador de la legión.

-El campamento ha estado vacío desde la retirada de la legión, no dejaron a nadie pero tampoco podremos usar sus provisiones-

Esos cuatro guerreros quedaron confundidos al escuchar esa voz pues no había nadie a la vista, o eso era lo que creían.

Lucho había descubierto otra gran habilidad que poseía, pues su cuerpo era capaz de fundirse con el entorno haciéndolo invisible ante cualquiera.

Tras haber hablado, el Husky salió de su camuflaje revelándose cómo un fantasma.

Con una mirada de miedo el guerrero miro al joven mientras tragaba fuerte mente algo se saliva -¿Por qué no podemos usar sus provisiones?- preguntó el.

Pasando entre los guerreros, Lucho caminaba de regresó a la muralla -Porque envenenaron hasta el ultimo vegetal de esas cajas-.

Los cuatro guerreros se miraron mutua mente para luego llevar sus miradas a las cajas de provisiones que habían ahí, Lucho marchó dejando a los cuatro hombres solos.

-Ese maldito tuerto me pone los pelos de punta...- mira cómo Lucho se alejaba del lugar.

-Di lo que quieras, pero ese joven ve mucho mas que nosotros con nuestros dos ojos-.

Esas palabras tenían mucha razón, pues aquel ojo dañado de Lucho en su mundo no era nada en especial, aun que en estas tierras algo ocurrió.

Pues aquel ojo blanquecino ahora le servía cuando entraba en su modo camuflaje, ya que este le revelaba cosas que otros no podrían ver o saber.

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Los heridos dejados por la batalla eran bastantes, algunos no corrían mucho peligro pero otros luchaban entre la vida o la muerte por sus grandes heridas.

Algunos curanderos ayudaban a estos guerreros con su magia de sanación y algunas medicinas que llevaban encima.

Pero aun así no era suficiente, Judo se unió a ellos en la ayuda de los heridos.

Pues el aura de sanación de la joven era mas grande y potente, mantenía con vida a los heridos de gravedad a la vez que de una manera pasiva las heridas leves de los demás guerreros sanaban con estar cerca a ella.

Ha unos cuantos metros de ahí estaban los guerreros que tomaban un ligero descansó comiendo y recuperando sus fuerzas.

Entre ellos estaban Jean y Mackenzie quienes comían lo mismo que esos pobres guerreros.

Un estofado que solo tenía papas y uno que otro vegetal, el asedió a Tarón había durado mas de lo previsto y junto a eso estaba la escasez de provisiones.