Capitulo 8||Lluvia||

183 11 0
                                    

—Pero— suelto —Mateo ve a bañarte ya.

—Pero quería bañarme mañana.

—Bien, pero Gavi no se queda.

—Bien, bien, bien voy—dice para marcharse.

—JAJAJA y yo era el manipulador—dice Gavi con gracia.

—Es distinta situación.

—Hombre si mucho.

—Sabes Páez mejor ayúdame a poner la mesa— digo dirigiéndome a la cocina para terminar de cocinar la pasta con la salsa de tomate.

—Joder si ni en mi propia casa lo hago.

—Pues porque nunca estás, siempre estás en las casas de los demás.

—Es que así yo no hago nada, sabes que estás siendo mal anfitriona verdad— dice terminando de poner la mesa.

—Si pero te aguantas.

—Había olvidado lo mandona que eras— dice —Lindo pijama.

—Es Winnie Pooh amargado— digo.

—Pensé que era un minion— dice pero corta si frase al escuchar otro trueno.

—Cada vez llueve más— digo.

—Y eso que ayer estaba soleado, el clima está como tú— dice.

—¿Como?

—Bipolar.

—Llegue— dice Mateo llegando con su pijama de Piglet.

—Si mal no recuerdo ese igual era un personaje, ¿no?

—Exacto, ahora a la mesa— digo.

Fue una cena bastante agradable, cuando ya estábamos terminando de cenar llama Julián.

—Permiso— digo para contestar su video llamada —Hola.

—Cuanto tiempo, venga quiero ver al campeón.

—Holaaaa— dice Mateo cuando le pasó el móvil.

—Oi que te fue bien.

—Si, mucho el miércoles me van a volver a ver.

—Genial pero recuerda que no te estrese—  dice.

—Que loseeee, mira esta Gavi— apunta a Gavi que estaba con una cucharada de pasta en la boca.

—Hey— dice.

—JAJAJA pero Mateo déjalo comer sin una cámara encima.

—Lo invite a cenar y acepto.

—Mira te voy a mostrar mi camiseta— dice corriendo de la mesa y de inmediato suelto una carcajada.

—Esta buena la pasta parece.

—Muy graciosa— dice donde suena otro trueno —Oye.

—¿Que?

—Como que está lloviendo mucho verdad.

—Así parece pero ya parara.

—De echo no, vi el clima, no para de llover hasta mañana y con muchos truenos.

—Páez ve al punto.

—Sabes que nunca me ha gustado manejar así, ni cuando Pedri manejaba.

—Bien sigue.

—Y mi casa queda muy lejos, te imaginas me pasa algo te va a quedar el peso de consciencia.

—Puedo vivir con eso.

Liebe ||Pablo Gavi||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora