°-Capítulo 2-°

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*Narrador*

El hyliano durmió bien la primera noche de su viaje, por suerte no hubo altercados con nada, ningún monstruo que vienese a molestarlo o algún animal salvaje.

—Que sueño... pero hay que... ahhh... empezar el día, hay muuucho que investigar sobre los guardianes...—hablaba algo somnoliento el hyliano, se levantó y recogió su tienda.

Guardó las cosas que había sacado de sus bolsos, incluyendo la manta que le había dado a su caballo para soportar el frío.

—Vamos precioso, debemos ir por los guardianes—se subió a su caballo y este empezó a avanzar a una velocidad moderada, el hyliano le hacía cariño en su lomo—Por suerte estamos algo cerca, no tendrás que esforzarte mucho—le decía a su caballo, este le respondia con leves gruñidos propios de un equino.

Finalmente llegó a uno de los guardianes desactivados, se bajó de su caballo y sacó de uno de sus bolsos su libreta de investigación.

—No te vayas tan lejos, si?—le dijo el hyliano a su caballo, sacó una manzana de uno de sus bolsos y se la dió, el equino se la comió con gusto—bien—se acercó a uno de los guardianes y tocaba la superficie de estos.

Sentía mucha curiosidad, nunca se había acercado tanto a los guardianes antes, no como ahora, debía de ser cuidadoso pues en otras ocasiones algunos guardianes se activaron igualmente, tenía la suerte de que estuviesen enterrados, pero cerca del castillo siguen muchos en pie, por eso es peligroso ir.

—Claramente pasaron 100 años, la mayoría poseen musgo y son cubiertos por plantas...—anotaba en su libreta lo que iba diciendo, igualmente cosas adicionales, detalles—Hay oxidación, posiblemente por las lluvias y...—raspó levemente la superficie del guardian ancestral con su lápiz—Se desprende el óxido, pero no hay desprendimiento de textura...—anotaba, de pronto vió una especie de tornillo escondido cerca de la base del guardián.

Al parecer con todo el tiempo que pasó, los guardianes son tan resistentes que siguen en pie, pero eso no significa que sean indestructibles, pues a pesar del no uso de estos, se le desprenden materiales de lo que están hechos.

—Un tornillo ancestral... podría llevarselo de muestra a la tía Prunia—dijo el hyliano mientras tomaba la pieza de metal—Bien... observaré tres más de estos y si tienen todos las mismas características, trataré de buscar de otros tipos—se dijo a si mismo mientras se iba acercando a otro guardián desactivado.

Se distrajo un momento para observar a su caballo, seguía cerca por el momento, eso le aliviaba además de que al ver a su caballo tranquilo, lo tranquilizaba a él.

—Jeje...—sonrió levemente, volteó a ver al guardian para seguir examinandolo—Musgo... oxidación... mh...—lo observaba por todos lados—oh, eso es un.... un resorte?—Tomó la pieza de metal y la guardó al igual que la pieza anterior—Otro más, le servirá a la tía Prunia para comparar mejor el deterioro de los materiales.

El hyliano se estaba acercando al otro guardian cuando a lo lejos vió un grupo de bokoblins siguiendo a alguien, pareciera que estaban peleando con ese alguien.

—Que ra...?—no terminó ni de formular la palabra, se dió cuenta que esa persona estaba en peligro y debía ayudarle—Vamos—se acercó corriendo a su caballo, guardó su libreta y de su mochila sacó su espada y escudo—Con cuidado precioso—se subió a su caballo e hizo que este avanzara rápidamente a donde se encontraban los bokoblins.

||°-Gemstone-°||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora