Mil batallas

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No sabes cuanto tiempo estarás en este viaje llamado vida. Lo único que sabes es que el tiempo que estés aquí, tendrás que tropezarte y levantarte muchas veces. Y nadie ha dicho que esto será fácil. Habrá por librar más de mil batallas, en algunas tu serás tu propio enemigo y en otras sin embargo serás tu mejor compañía y tu mejor aliado.

No siempre lucharas solo, habrá gente que te de la mano para ayudarte, y otra sin embargo que te ponga la zancadilla para que te caigas. Lo importante siempre es que para bien o para mal, te tendrás a ti mismo. La gente suele decir que nacemos y morimos solos, es cierto. Por eso es muy importante ser tu propio aliado, para ayudarte a ti mismo para todo lo que te esta por venir.

A veces hasta el día a día es una batalla. Pero cada una de esas batallas desde la más pequeña hasta la más grande, nos hacen mucho más fuertes y maduros. Se dice que no se mira la madurez de una persona por los años, si no por los daños.

Tantas veces escrita la palabra batalla, parece que nos remontamos a épocas de guerra, que necia diciendo épocas cuando todavía en pleno siglo 21 hay guerras. Pero volviendo al tema de antes, esas guerras las hemos creado nosotros el ser humano, y las batallas tanto con uno mismo, con otros... las crea el propio ser humano. De ahí la fama inequívoca de que el ser humano es el único que tropieza tantas veces con la misma piedra. Las enfermedades sin embargo no las libramos nosotros pero si las luchamos.

El caso es que a veces una de las peores batallas es con uno mismo. En una escena seria como si se viese la espalda del villano y como este se quita la mascara, y al mirarse el villano en el espejo te ves a ti reflejado. La peor versión de ti. Y es el peor sentimiento del mundo, saber que a veces tu mayor enemigo eres tú. Claro que las traiciones de seres queridos duele, y tener que enfrentarte a ello y a ellos, pero con uno mismo es lo peor, si no te tienes a ti ¿a quien tienes?

La batalla con uno mismo es una lucha constante, pero es parte de esas mil batallas, a veces una lucha trae paz. Al igual que a veces perderte ayuda a encontrarte. Quererse a veces se complica, es un aprendizaje duro, yo lo he tenido que empezar de cero tantas veces que no sabría ni nombrarlas, pero lo sigo intentando. A veces me miro al espejo con odio, otras veo cosas que antes no veía y en otras fuerzo una sonrisa para verme con otros ojos. La cosa es intentarlo hasta lograrlo y una vez logrado es de los méritos más importantes de la vida de uno. Mirar hacia delante, colocar la cabeza bien alta y cogerte confianza.

Mentiría si dijera que sólo habrá mil batallas que librar, hay demasiadas. Perderás muchas y a mucha gente con ella, pero por eso dicen que la vida no es fácil. Nunca lo será. Pero si fuese todo tan fácil, no aprenderíamos nada, seriamos aún más necios con vendas en los ojos caminando sin rumbo.

Caerte no es un error, no levantarte y volver a intentarlo si. Lucha, cáete, levantarte, inténtalo pero sobre todo aprende de cada caída y del propio día a dia.

A lo largo de mi corta pero intensa vida he luchado, me he caído y tropezado, tal vez demasiadas veces, a veces con baches que yo misma me he puesto. No voy a decir que soy una luchadora nata que nunca ha pensado en tirar la toalla, porque sería mentir. He pensado más de lo que me gustaría reconocer en tirar la toalla, en que no había luz al final del túnel. Pero aquí estoy escalando, tropezando, tocando el suelo, aprendiendo y levantándome. Pero se que será así, al igual que se que un día dejare de ser mi enemiga, y seré mi aliada, cuando ese día llegue no tendré frenos solo fuerza para ir hacia delante.

Al empezar el año escribí algo para hacer las paces conmigo misma y me gustaría compartirla, porque a veces oír un planteamiento de tregua ayuda y sirve.

Ahí voy:
-Querida yo, creo que es hora de pedir perdón y hacer las paces, empezar de cero.
Antes que nada lo siento. No sé ni como empezar a pedirte disculpas, porque la lista de cosas que siento es larga, demasiado. Te he tratado con odio y como si fueses mi peor enemiga y lo siento porque no es el trato que nos merecemos. Siento haberte hecho tropezar con la misma piedra tantas veces. Siento menospreciarte. Siento haberte hecho sentir que no valías la pena y que cada cosa mala que nos pasaba nos la merecíamos. Siento haber sentido asco por nosotras, y no haberte dado los consejos que se le dan a una amiga. Siento haberte hecho pasar hambre, haberte tenido en vela pensando cosas malas sobre ti. Siento echarte la culpa de todo. Siento muchas cosas de veras. Por eso quiero que empecemos de cero. Quiero que aprendamos a querernos, a darnos nuestro lugar, a priorizadnos... y con esa base iremos creando más cosas juntas. Siempre estaremos juntas así que mejor ir por el buen camino. Se que no será fácil pero podremos ¿aceptas? Acepto.

Con esto muestro que nunca es tarde para empezar de cero con uno mismo y pedirse disculpas. Tu eres la parte más importante de tu vida y tu mejor guerrero. Entierra al hacha de guerra contigo mismo, y construye un nuevo camino y mejor. Se que puedes, si yo lo estoy intentando ¿porque tú no?

Vas a tener muchos obstáculos en el camino, pero con amor propio, las cuestas hacia arriba serán mucho más fácil y hay cosas maravillosas por ver cuando hay tregua en tu alma, así que inténtalo y vive. Hay demasiadas batallas, termina esta que llevas en tu interior contigo mismo.

Supongo que a esto se le llama vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora