𝑵𝒖𝒆𝒗𝒆 𝑴𝒆𝒔𝒆𝒔

MES NUEVE

-¡Hanji ya me voy al trabajo!-exclamó Levi abriendo la puerta de su paqueño hogar.

-Si Levi qué te vaya bien-respondió Hanji con alegría.

-Si ocurre algo, por favor llámame vendré al instante-dijo el azabache saliendo del lugar.

La futura madre sonrió llendo a hacia su habitación para organizar algunas cosas.

Ya estando en sus aposentos prosiguió a pegar unas fotos en su álbum, en ese libro se encontraban las capturas del baby Shower, también las que se fueron tomando desde el inicio del embarazo, Hanji las observó con gran felicidad. Guardaría aquellas imágenes para mostrárselas a su hijo cuando creciera, de solo imaginar el futuro qué le esperaba se sentía emocionada, realmente, nada podría arruinar su felicidad.

«Tengo algo de hambre voy a la cocina a traer algo» pensó poniéndose de pie.

Ella comenzó a caminar para tomar un refrigerio, el trayecto no fue muy largo aun así, Hanji se sintió algo cansada pero no le tomó importancia, sacó un poco de lazaña qué Levi le había preparado esa mañana y muy agradecida procedió a comer.

-Levi, no es un asco cocinando-dijo Hanji satisfecha.

Hanji se puso de pie y caminó, estaba llendo nuevamente a su habitación, cuando, sin fijarse ella había tropezado con un objeto, ella gritó como nunca lo había hecho en su vida, le era imposible pensar.

Rogaba qué nada malo ocurriera, su bebé era lo único que le importaba en esos momentos.

Y así estuvo sola en su apartamento su vista se nublaba de apoco, pero el dolor en su vientre era horroroso, sentía que algo se estaba derramando, y sin procesarlo ella quedó completamente inconsciente.

Al recobrar la conciencia nuevamente, ella despertó en la cama de un hospital entubada a un tanque de oxígeno, se sentía mal, débil y sobre todo... Vacía ¿por qué?

«¿Qué pasó?» pensó.

-Hanji despertaste-habló Levi quien estaba al lado suyo.

-Levi...-dijo sin fuerzas-. ¿Qué hago aquí? ¿Y nuestro hijo?

El joven guardó silencio dejando ver una mirada desconsolada.

-Levi...-pronunció preocupada, al no sentir esa sensación en su vientre-. Respondeme.

-Hanji, se que esto será difícil pero...-advirtió el Ackerman soportando el llanto.

No era lo que estaba pensando, definitivamente ¡no!

-El bebé falleció a causa del golpe que recibiste-siguió mirando hacia otro lado, completamente arruinado.

Hanji intentó gritar y lo logró.

Lloró amargamente.

Todo era su culpa.

Sus ilusiones, ¡todo!

Se fueron a la mierda.

-Mentira, mentira, eso no-repetía sin parar-. No Levi, por favor no...

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-No por favor no, Levi...-lloraba Hanji desconsolada-. Él bebé no puede estar muerto.

La chica estaba fuera de si y su novio la abrazó fuertemente regresandola a su realidad.

-Hanji, ya no llores-dijo acariciando la frente de la castaña, notando qué ella estaba sudando-. ¿Qué te sucede?

-Levi-ella se dio la vuelta y lo abrazó con fuerza-. Nuestro bebé...