Rei jamás creyó en el amor a primera vista consideraba que eso era tonto. Pero si pensaba que era tonto, ¿qué hacía entonces a las 7:15am en la parada de autobús esperando encontrarse a cierta persona? La verdad desde el día que se lo encontró nunca más lo volvió a ver, pero si llegó a topárselo en ese horario tarde o temprano tendría que hacerlo de nuevo, ¿no?
Mientras esperaba el autobús recordó ese día de otoño que le vio por primera vez a él se le había hecho un poco tarde ya que su alarma nunca sonó a la hora que solía levantarse habitualmente por lo que se vistió lo más rápido que pudo, tomó su mochila y se despidió de su madre sin siquiera haber tomado algo para desayunar compraría algo en la cafetería de la escuela al llegar y mientras esperaba el autobús un rubio de ojos carmesí que hacía un excelente contraste con los colores de esa temporada portando un suéter crema con una chaqueta vino, bufanda azul, jeans y unas botas café oscuro apareció esperando junto a él quizá no pensaba ponerle atención hasta que un ligero pero lo suficiente fuerte viento sopló haciendo que aquella bufanda que cubría al contrario chocó contra su rostro.
-Oh, discúlpame creo que no me la puse bien.
El chico le ayudó a quitarse la bufanda en la cual pudo percibir el aroma de su perfume uno bastante dulce pero nada empalagoso.
-No te preocupes, estoy bien.
-Creo que no. -Cubrió sus labios con una mano.- Te despeinó. -Señaló su cabello el cual parecía un nido de pájaros hasta unas hojas se le habían quedado pegadas.
-Déjame compensártelo.
Bueno, no había desayunado y quería ocupar el dinero que su padre le daba a la semana para comprarse un nuevo videojuego.
-Sólo si tienes algo como para desayunar podría perdonarte por el incidente.-Soltó mientras retiraba las hojas de su cabello.
-Hm, no tengo nada de comida conmigo pero podría darte dinero para que compres algo.
-Hecho.
El chico le entregó el dinero suficiente para un desayuno en una cafetería de la ciudad, incluso juraría que hasta le podría sobrar.
-Me disculpo una vez más por las molestias.
-Esta bien, ya has pagado por ese error.
En ese momento el autobús llegó, ambos subieron y tomaron asientos diferentes, Rei en los que se encontraban en la parte trasera mientras que el desconocido a unos tres asientos delante de él lo cual agradeció porque no podía dejar de mirarlo. Había sido tan amable tomando la responsabilidad de un simple accidente del que no tenía la culpa, olía bien, tenía un buen gusto para la ropa y lo mejor de todo era su atractivo, nunca pensó que un completo desconocido lo flecharía así pero estaba seguro que con esas cualidades seguro tendría pareja.
Todos esos pensamientos lo atormentaron rumbo a la universidad que ni se percató en que momento el rubio había bajado.
Desde aquél día decidió que todos los días iría a la estación esperando encontrárselo, pero habían pasado ya 3 meses desde ese maravilloso día estaba empezando a creer que sólo fue una mera coincidencia que el chico no vivía por la zona, se mudó o ahora tomaba otro rumbo para su destino cualquiera que fuera.
Se colocó sus audífonos para hacer más amena la espera, escogió la canción y mientras se perdía en la letra de la canción sintió un leve toque sobre uno de sus hombros se giró para ver de quien se trataba, dándose cuenta de que era él. El rubio que le había robado el corazón ese día de otoño, como pudo se retiró los auriculares al no escuchar bien lo que estaba diciéndole.
-Disculpa que te moleste pero, ¿podrías decirme que hora es?
Juraría que en su rostro pudo leer esa señal de que estaba seguro que lo había visto antes, pero quizá sólo era su emoción que empezaba a jugarle.
-Ah, si. -Sacó su celular del bolsillo de su sudadera con torpes movimientos antes de responder.- 7:18
-Gracias, es que mi celular murió y olvide cargarlo antes de salir creí que eran pasadas las ocho.
-¿Tarde para el trabajo?
Una leve risa fue lo que obtuvo como respuesta.
-No, ¿tan viejo me veo? Voy a la universidad que está como a cinco estaciones de aquí. ¿Y tú?
-A tres más después de ti.
El autobús llegó y con ella su conversación finalizó, ambos tomaron los respectivos asientos de aquél día, el pelinegro ni se había percatado de cuando fue que estaba terminando la canción que escogió saltando a una sugerencia del reproductor que empezaba con unas ligeras notas de guitarra, sacó su celular para checar de que canción se trataba, leyendo en la pantalla "Enchanted de Taylor Swift". Dejó que la canción se reprodujera, recargó su cabeza en la ventana sin despegar su vista del rubio que al parecer había tomado la misma idea.
Al prestarle atención a la letra de la canción habían ciertas coincidencias con su situación actual; la letra hablaba de un amor a primera vista, ella estaba encantada con conocer a alguien tan maravilloso, no quería que fuera la última vez que se vieran, deseaba que fuera la primero de muchos encuentros, incluso le pedía que no se enamorara de alguien más que no tenga a nadie esperando por él justo como el ojiazul se sentía con el ojicarmesí.
Ya lo volvió a ver, ¿y ahora? ¿Esperaría a que el chico se enamorara de él a simple vista como él lo hizo? Claro con las pintas que tiene seguro cae por él. ¿Robarle un beso? No, demasiado atrevido.
Repitió la canción, aún quedaban 2 estaciones para que el rubio bajara.
¿Pedirle su número? No tiene batería, ya nadie se sabe su número de memoria. ¿Invitarlo a saltarse las clases para conocerse? Estaba seguro que se negaría.
Sin darse cuenta ya era momento de despedirse de su efímero amor, con suerte lo vería en otra ocasión. Pudo ver como abandonaba el autobus y justo en ese momento la canción pareció darle un gran consejo.
"Don't you let it go..."
No supo como, pero su cuerpo reaccionó al instante se levanto a una velocidad inhumana y bajó justo cuando las puertas estaban por cerrarse el momento hizo que el chico volteara a verlo algo preocupado.
-¿Estás bien? Bajaste antes...
-Sal conmigo. -Soltó bastante agitado mientras se apoyaba sobre sus rodillas.
-¿Eh?
-Sal conmigo.-Volvió a repetir al momento que se quitaba los cascos.
Algunos alumnos que pasaban por el lugar miraban a escena, varios tratando de saber quién era el sujeto de aspecto de miedo que le pedía al rubio una cita.
-Kazuki Kurusu.
-¿Ah?
-Me llamó Kazuki Kurusu, ¿te parece bien después de clases?
Debía ser un sueño, si así lo era no quería despertar no aún.
-Rei Suwa, te veo aquí.
-Aquí te esperaré Rei.
Ambos chicos se despidieron, el ojiazul tomó el siguiente bus y aunque tuvo una llamada de atención por llegar tarde interrumpiendo la clase no le importaba él estaba bastante feliz por haber visto a Kazuki sino que ahora tenía una cita esa misma tarde con él, una de muchas o al menos una corazonada le decía que así sería.
Oneshot dedicado con mucho cariño a Kara, perdona por la demora y espero que te guste hice lo mejor que pude con esta idea.
Recuerden escuchar sí o sí la canción para sentir la misma emoción que Rei.
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One-Shots ReiKazu.
Короткий рассказPequeñas historias de esta linda pareja que me encanta, puede haber desde lo más cursi hasta lo más subido de tono. La portada está sujeta a cambios.