Después de que Miri partiera hacia su escuela, Kazuki y Rei terminaban de ordenar las mesas para recibir a los comensales que en su mayoría en ese horario no eran más que oficinistas o grupos de madres que iban a su típico desayuno para hablar de sus vidas.
Como era de esperarse el negocio se llenó en cuanto el cartel fue cambiado de "Cerrado" a "Abierto" tanto mesas, barra y has pedidos para llevar tenían claro que para unos ex asesinos, espías no era una tarea nada complicada, tanto el rubio como el pelinegro tomaban y preparaban las ordenes; claro que Rei sólo se encargaba de preparar las tan famosas tostadas francesas.
—Es sorprendente como lo hace.— Comentó una madre a su grupo de amigas.
—¡Juro que si tengo uno de esos no lo suelto!—Añadió otra.
—Te entiendo, cocina, amable, carisma, linda sonrisa, guapo, divertido, los niños lo aman.
Un grupo de 7 mujeres hablaban sin dejar de mirar a Kazuki.
—¿Crees que sea casado?
—Azumi, por favor. Eres casada.
—No lo pregunto por mi, digo después de todo, Kaori es quien está disponible y no deja de verlo.
—¿Qué? No, sólo admiro lo buen trabajador que es.—Agregó bastante avergonzada la mujer al ser descubierta.
—Pídele su número, vamos.
—¡Sí! Aparte no veo ningún anillo que demuestre que sea casado, es perfecto para ti.
—¿Se les ofrece algo más?
Las mujeres pararon en seco su platica ante la aparición de Rei, quien llevaba tiempo escuchando su platica desde que ingresaron al local y como no dejar de hacerlo si estaban hablando de su esposo.
—Oh, bueno, sí. ¿Podrías presentarnos a tu compañero?
Vaya descaro que tenían al pedirle semejante cosa, pero claro que lo haría, tenía un plan después de todo.
—Por supuesto. Kazuki, ven, por favor.
El mencionado terminó de servirle café a un cliente antes de dirigirse con el grupo. En cuanto llegó, Rei lo tomó por la cintura con un brazo para atraerlo a él.
—Kazuki, mi esposo.
Todas las mujeres de esa mesa se pusieron rojas cual tomate, algunas escondiéndose detrás de su taza de café.
Por su parte, Kazuki no entendía lo que estaba pasando, mucho menos la actitud de Rei.
—Sólo teníamos curiosidad por su nombre, señor, disculpe.
—¡Sí! Estábamos tratando de adivinar su nombre, juegos de madres.
—Está bien, bueno llámenme si necesitan algo.
—Claro, muchas gracias a ambos.
Ambos hombres se retiraron, pero Rei no soltó a Kazuki en ningún momento hasta llegar a la cocina, cosa que el rubio no desaprovechó para pasar su brazo por los hombros de su pareja recargando su cabeza sobre la ajena.
—Deberías dejarte el anillo en el trabajo.
—Pero si que lo uso, mira. —Se separó lo suficiente como para poder mostrarle a su esposo que llevaba una cadena con dicho anillo.
—Sí, pero los anillos no son para llevarlos colgando.
—Es sólo que temo perderlo, sé que podemos comprar otro, pero el valor sentimental es lo que más me dolería.
—Bueno, sólo asegúrate de dejarlo a la vista, odio cuando te creen que tienen una oportunidad contigo.
—Oh, Rei papá está celoso.— Comentó en un tono divertido.
Pensó que provocaría al pelinegro escuchando alguna queja pero en su lugar un beso y un ligero apretón de nalga fue lo que recibió como respuesta.
—Mucho, así que usa bien el anillo o tendré que demostrar de otra forma que somos un estable matrimonio.
Algo corto pero lindo en lo que termino de corregir otra historia más de esta hermosa pareja. Porque sí, me inspira mucho.
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One-Shots ReiKazu.
Historia CortaPequeñas historias de esta linda pareja que me encanta, puede haber desde lo más cursi hasta lo más subido de tono. La portada está sujeta a cambios.