Capitulo 8: Pay de manzana.

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Confusiones.

Alguien una vez dijo que enamorarse era como una montaña rusa, habían emociones altas y otras bajas; roier nunca se había sentido así hasta que empezó a tener cercanía con spreen

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Alguien una vez dijo que enamorarse era como una montaña rusa, habían emociones altas y otras bajas; roier nunca se había sentido así hasta que empezó a tener cercanía con spreen.

El chico era un desmadre, a veces era grosero, otras veces era tímido y dulce.

Roier se sentía en las nubes cuando estaba con el.

Aún deseaba besarlo.

(...)

El miércoles fue duro, roier estuvo corriendo de lado a lado ya que tubbo y él habían dejado el trabajo de literatura para el último día.

Lo normal.

Estaba tan estresado que al empezar el recreo se quedó en su asiento con la cabeza en la mesa de su pupitre, no había comido nada en todo el día por ende se sentía cansado y sin ganas de vivir.

Roier cerró sus ojos dejándose llevar por el cansancio, sin notar que el hibrido de oso lo había visto sin hacer nada, así que al cabo de 7 minutos volvió con una bolsa en mano que tenía algo en su interior.

—Ro...roier...— el hibrido de oso se sentó al frente del castaño, notando las grandes ojeras que tenía bajo sus ojos, spreen no dejaría que roier volviera a hacerse en algún trabajo con alguien que no fuera el.—Boludo...

—Ahora no mamá...— roier sintió los dedos de alguien acariciando su cabello, sonriendo ante el tacto, abriendo sus ojos lentamente, spreen lo miraba curioso, notando el suave movimiento de las orejas afelpadas del oso, signo de que estaba contento de verlo— Spreen...

—Boludo pensé que estabas muerto— roier soltó una risa para levantarse y acomodarse en la silla mientras que con el dorso de sus manos restregaba sus ojos para quitar los restos del sueño— ¿terminaron el trabajo?

—Si...pero no he dormido ni comido nada, voy a morir—murmuro entre balbuceos adormilados—que ganas— Spreen le soltó un golpe mientras que le extendía la bolsa—¿que?

—para vos...— roier abrió la bolsa viendo un sándwich de pollo y una limonada, también unas galletas en forma de osito, sus mejillas se colorearon de rosado mientras que le dedicaba una sonrisa— come...

—¡Gracias gracias! Te adoro— roier saco todo para empezar a comer, spreen se quedó en silencio viéndolo con una sonrisa, roier parecía haber recuperado sus energías solo con la presencia del otro.

Spreen vio la mano libre de roier encima de la mesa y decidió arriesgarse.

Agarro la mano del chico con delicadeza y entrelazo sus dedos con los del otro.

Aroma a pastel 🍰 (Sproier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora