Un sueño que No acaba [Terminada]

🎹Capitulo ocho🎹

Hace tres días he dejado de comer. Lo se es algo tonto y no lo niego tengo hambre pero quiero bajar de peso, muchos dirán que así no se hace pero créanme así es como uno baja más rápido de peso ya que las dietas solo son para mantener el peso. Pero bueno seguí ensayando con mis amigos en estos tres días. Hoy también íbamos a ensayar pero la verdad no me estaba sintiendo del todo bien, Ore a Dios para sentirme mejor pero me sentía igual. Fui a la sala de ensayo y todo muy bien la verdad o eso creia yo

—Hola chicos—dije entrando al salón de música

—Hola Kayli—dijo Ana y luego me miró raro—Te sientes bien?

—Si—dije yo—Porque preguntas

—Es que estás palida—dijo José

—Como que palida—dijo Abimelek detrás de mi lo que hizo que me sobresaltara y este me miro—Si estás algo pálida Keyli

—Tranquilo chicos estoy bien—dije yo—Vamos a ensayar

—Esta bien—dijo Ana

Todos nos colocamos en nuestros sitios para ensayar. Oramos antes de empezar ya que en los últimos ensayos no lo habíamos hecho y decidimos rectificar eso ya que si vamos hacer algo para Dios hay que contar con el para eso

—Amen—dijo José y todos los demás dijeron lo mismo—Antes de empezar—todos lo miramos—Keyli porque no estuvistes hoy en la comida

—Solo no tenía hambre—dije y Abimelek me miró de una manera rara—Ahora vamos a ensayar

Comencé a tocar el piano y a cantar la canción de Fuego Santo. Luego se incorporaron los demás con sus instrumentos. Mi vista estaba en las teclas del piano pero las letras comenzaron a verse borrosas para mí, pare de tocar ya que no me estaba sintiendo bien, tenía un poco de falta de aire y me sentía ida por completo. Coloque mis manos en las rodillas intentando buscar el aire

—Keyli estás bien—dijo José levantándose de la batería y vino a donde estaba yo

Ana también soltó la guitarra y Abimelek se paró de su asiento

—Keyli—dijo Ana

—No me siento bien—dije respirando un poco agitada

—Quieres un poco de agua—dijo Ana

No pude responderle ya que mi cuerpo lo sentí desplomarse pero alguien me agarró antes de caer al suelo mis ojos se serraron luego de eso y cuando los abri estaba en la enfermería de la escuela

—Que bueno que despertastes—dijo la enfermera

—Keyli—dijo Ana mirandome—Que susto nos has dado

—Lo siento—dije yo

—No crees que te has pasado un poco—dijo la enfermera—No deberías dejar de comer porque no tengas hambre chica

—O sea que le dió una fatiga—dijo José

—Pues si—dijo la enfermera—Y deduciendo su rostro pálido hace tres días que no come—la enfermera me miró

Los chicos me miraron y Abimelek me miraba con una cara que reflejaba muchas emociones a su ves yo solo agache mi cabeza

—Ahora está bien—dijo la enfermera—Solo que su cuerpo está débil—me extendió un baso—Es agua con azúcar te va ayudar a tomar fuerzas

Tome el baso y me lo tomé luego de eso me levanté y le dije a los chicos

—Vallamos a ensayar

—Estas loca—dijo Ana—deberías comer algo o no se descansar

—Tranquilos—dijo la enfermera—con lo que se tomó le dará para mañana por la mañana—me miro—Pero te recomiendo que no dejes de comer

—Nos vamos—dije yo

Los chicos sin decir más nada fuimos al salón de música a ensayar

—Chicos saben dónde está mi móvil—dije tocando los bolsillos de mi pantalón

—Ten—dijo Abimelek dandomelo—Y tenemos una plática algo pendiente

Tragué un poco en seco ya que sabía de lo que quería hablar, los chicos nos miraban algo extrañados y con una cara que no me gustaba. Mire la pantalla de mi móvil y si era demaciado tarde y todo por culpa mía

—Es algo tarde—dije yo

—Si quieres ensayamos mañana por la mañana bien temprano—dijo Ana

—Esta bien—sonrei

—Ahora José y yo debemos irnos—dijo Ana

—A si—dijo José algo extrañado

Vi como Ana le da un leve pellizco en el brazo y este reaccionó

—A si—dijo José—Tenemos que irnos

José y Ana se marcharon y yo suspiré por lo que Abimelek me iba a decir

—Te dije que estaba bien tal y como estabas —dijo Abimelek con algo de preocupación en su voz—Porque querías bajar de peso

—Tu no lo entenderias—dije mirando hacia abajo

—La verdad es que no no lo entiendo—dijo Abimelek

—El día que te salve de un accidente mis compañeros se habían burlado de mi—dije yo—Luego comenzaste a estar conmigo todo el tiempo trayendo me dulces y me decías que te agradaba tal y como era y no me sentía mal con mi peso—dije sonriendo—Hasta que te mudastes y volvieron a molestarme incluso hasta peor y decidí bajar de peso. Además que quede traumatizado con eso y cada vez que subo de peso me imagino mi antiguo yo y todos los demás burlándose de mí—tape mi rostro con vergüenza

—Supongo que devistes haberla pasado feo—dijo Abimelek quitando las manos de mi rostro—Pero no debes sentir vergüenza, si Dios te hizo así, debes estar alegre con tu cuerpo—Me abrazo lo cual sentí mis mejillas arder—Eres bella tal y como eres

—Ahhhh—escuchamos un grito de alegría cosa que hizo que Abimelek se separara de mi de golpe

—Quien está hay—dije yo

—Ves por no quedarte callada nos descubrieron—escuche la voz de José y luego Ana y este salieron de su escondite

—Nos estaban espiando—dijo Abimelek

—Pues si—dijo Ana—Ya pronto veremos la próxima parejita por los pasillos de la escuela—junto sus manos y las colocó en su cara mirándonos

Abimelek y yo nos miramos al instante ambos nos sonrojamos y desviamos la mirada

—Creo que Ana tiene razon—dijo José con una sonrisa de oreja a oreja y con sus brazos cruzados

—Yo creo que ya me voy a descansar—dije con mi mano puesta en mi cara cubriendo está para que no vieran mi vergüenza

—Si sueñas con Abimelek es confirmación de Dios—grito Ana lo cual me hizo correr a mi habitación como una flecha

—Hay Dios porque—dije yo

Continuara....

Espero y este capítulo les haya gustado. Hasta el próximo capítulo