Lamentablemente el recreo llegó a su fin, pero eso no quitó la sonrisa que se había dibujado en mi rostro. No puedo explicar con palabras lo bien que me siento y lo divertido que fue estar con ellos.
Kate es una chica estupenda, aunque nuestras personalidades sean muy diferentes, tenemos muchas cosas en común, fue realmente agradable hablar con ella.
Luego Sean es el cómico del grupo, es increíble la facilidad que tiene para contar chistes espontáneamente y hacer reír a todos. No cabe duda que le cae bien a todo el mundo, diría que él y William conocen a prácticamente todo el instituto, o por lo menos a todos los de nuestro curso.
También pude ver una bonita faceta de William. Es el objeto de burla de los gemelos y aunque se ofusque algunas veces, siempre los mira con cariño, como si fuesen lo mejor que tiene en la vida. Siempre que está con ellos está sonriendo o riéndose, no lo digo solo por hoy, siempre están juntos y en los pasillos es inevitable no verlos.
Son un grupo de amigos precioso y estoy muy feliz de que me hayan dado una oportunidad, a la salida le daré las gracias a William.
Mientras voy camino a clase reviso mi horario en el móvil:
Anatomía, Física y Química.
Si resisto hasta última hora será todo un milagro. Enserio, que horario de mierda.
Después de tres horas dando temarios sin parar y que mis neuronas se hayan fundido por tiempo indefinido, por fin soy libre.
Me tomo mi tiempo en recoger mis cosas para no toparme con la avalancha de estudiantes desesperados por irse a sus casas. No entiendo por qué tanta prisa, incluso si tienen que ir en guagua, esta no sale hasta las dos y cuarto.
En fin, la hipotenusa.
Después de recoger me dirijo al pasillo para salir pero de repente siento como alguien me tapa los ojos desde atrás. Sin esperar a que este sujeto diga palabra, le meto un manotazo y me giro un poco molesta para encontrarme a un William sorprendido.
- Recuérdame que nunca me pelee contigo, mira que pegas fuerte.- dice con una mueca de dolor mientras se soba un poco el brazo.
- ¡Eso no se hace! Me asustaste.- le digo con una mirada de reproche.
- Lo siento, no lo volveré a hacer, te lo prometo.-
- Pinky promise.- le digo mientras estiro el meñique y él me mira extrañado - Si me lo prometes tendrás que hacer pinky promise.- repito mientras lo miro.
Después de unos segundos enlaza su meñique con el mío, parece divertido por mi actitud.
- Más te vale no romperla.- le digo con una sonrisita - Ah, por cierto, quería darte las gracias por haberme invitado a estar con ustedes, no tenías por qué hacerlo. Enserio me lo pasé genial.-
- No hay nada que agradecer, Lauren. En verdad siempre he querido invitarte, desde que descubrí tu podcast me has parecido una persona muy interesante y estoy seguro que a Kate y a Sean les has caído genial. Es más, tenemos un grupo los tres, si te parece bien, nos gustaría añadirte.- sus ojos transmiten calidez mientras habla, me hacen sentir segura.
- ¡Claro! Aunque siéndote sincera, estaba muy nerviosa al principio, cuando estaba a punto de echarme atrás e irme a la biblioteca, me viste.-
- Espero no haberte incomodado, pensé que acababas de llegar.- dice un poco avergonzado.
- No, no, tranquilo, es más, me alegraste el día.- me apresuro a decir - ¿Dónde están Kate y Sean?.- pregunto curiosa al darme cuenta de que está solo.
- Hoy tienen almuerzo familiar así que tuvieron que irse antes, su familia es muy puntual a la hora de comer.-
Charlamos un poco más hasta la salida del instituto, donde le di mi número y él se fue en su coche. Se ofreció llevarme a casa ya que era un camino un poco largo, pero me negué. Caminar y disfrutar del clima era mi parte favorita del día. Aunque lloviese, hiciera mucho calor o estuviese nevando, yo estaba feliz.
No sé hasta cuando podré disfrutar del exterior, así que no desperdiciaré mi oportunidad de hacerlo mientras pueda.
Al llegar a casa me encuentro con mi madre preparando la mesa para almorzar, así que rápidamente dejo las cosas en mi cuarto para ayudarla y comer juntas.
- ¿Cómo te fue hoy, cariño?.- me pregunta mientras se sirve de la deliciosa pasta a la carbonara que hizo.
- La verdad que muy bien. Quizás esté empezando a hacer amigos y-
- Lauren, ya hemos hablado de esto. Quiero que estés centrada en los estudios, no te prohibo tener amigos ni nada por el estilo, pero recuerda que encariñarse significa ser un blanco fácil para hacer daño.- me interrumpe mientras me mira seriamente.
Desde que mis padres se divorciaron y nunca volví a saber de mi padre, mamá se quedó sola, sin nadie a su lado. Entiendo su "preocupación", pero que a ella no le haya funcionado su relación, no significa que yo no pueda tener las mías. Aún así le respondo como ella espera que haga y cambio de tema para hablar sobre un trabajo de física que casi tengo terminado.
Mi madre es muy cariñosa y pudimos salir adelante gracias a su esfuerzo, la quiero con locura, pero el amor no quita conocimiento y sé que quizás por su forma de pensar yo me fui quedando sola poco a poco. Igualmente, no la culpo.
Después de almorzar, me despedí de ella ya que se tenía que ir a trabajar y subí a mi habitación. Al revisar el móvil, puedo ver que fui añadida a un grupo llamado "El circo". No pude evitar soltar una carcajada sonora.
Madre mía, no creo que me pueda aburrir con ellos.
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Let it all go
Teen Fiction¿Quién diría que un simple podcast podría cambiar a Lauren Sadler? ¿Cómo fue que algo que empezó para desahogarse la llevó a un camino oscuro en donde caminaba a ciegas sobre un campo de minas? Quizás fue por empatía hacía aquel simpático chico que...