CAPÍTULO IV

6.8K 21 0
                                    


Lenore & Dominic

Mañana es el día, el día con el que he soñado toda mi vida. Desde siempre soñé casarme con el hombre perfecto: "atento, cariñoso, inteligente y de buena posición".

Pero, ¿por qué no estoy tan emocionada como debería? ¿Por qué si la vida me está dando lo que siempre quise, no me siento feliz? Simple. No lo amo, estoy enamorada de otro.

Miro el anillo de bodas por décima vez, llevo casi una hora en lo mismo y no me termino de arreglar. Tengo una cena en el restaurante del hotel con los familiares de mi prometido quienes viajaron desde Suiza para nuestra boda pasado mañana.

— ¡Cariño date prisa! — grita mi mamá desde afuera.

Termino de maquillarme y me ajusto los tacones antes de tomar mi bolso y salir.

Estoy nerviosa, solo pienso en este gran paso que voy a dar. Quiero a Max, es un gran hombre pero no es a quién amo realmente. Siento que me caso con él más por gratitud que por amor.

Cuando nos conocimos teníamos un química increíble, pero solo lo veía como amigo. Hasta esa noche que se me declaró y todo fue tan romántico que acepté sin pensar. Pero con el tiempo me di cuenta que no lo amaba como es debido.

— Estás hermosa cariño — me adula mamá — ven que nos esperan abajo.

Bajamos las escaleras y nos dirigimos al restaurante. Cuando llegamos todos nos reciben con una enorme sonrisa y elogios.

Mis padres y demás familiares vinieron, también casi toda la familia de Max aquí: sus padres, hermanos, hermanas y algunos amigos de la familia.

Tomamos asiento y a los pocos minutos el mesero llega con una gran variedad de platos, agua y vino.

— Estás preciosa amor — me susurra Max y me da un beso en la mejilla.

— Gracias — le sonrío.

— Quiero proponer un brindis por nuestros hijos, porque este sea un matrimonio próspero y feliz — propone Alfred, mi suegro — ¡Salud!

— ¡SALUD! — responden todos al unísono.

— Buenas noches — dicen detrás de mí — lamento la tardanza.

El corazón se me dispara con la voz de la persona que acaba de llegar no puede ser. Volteo lentamente esperando que sea solo producto de mi imaginación, pero no, es él.

— Dominic, hijo llegas justo a tiempo — lo saluda Alfred — ven toma asiento, estamos a punto de cenar.

Dominic. Primo de Max y mi ex amante. Tuvimos una aventura en secreto hace dos años, pero terminó cuando él se fue a Suiza con su familia. Pero está aquí de nuevo, justo a dos días de casarme, mirándome sin nada de disimulo frente a todos, haciendo que se me baje la presión.

Me terminé enamorando de él, la pasamos tan bien que más que una aventura se sintió como amor, pero con su partida me desilucioné y ahora que volvió, miles de sentimientos me abarcan.

Comemos y bebemos mientras hablamos y contamos historias animadas que nos hacen reír a todos.

— Y dinos Lenore, ¿donde piensan vivir cuando se casen? — pregunta Tara, mi tía — piensan irse a Suiza o se quedan aquí en Estados Unidos?

La pregunta me toma por sorpresa.

— De hecho estamos decidiendo si nos mudamos a Inglaterra o a Ámsterdam, compraremos una casa en uno de esos lugares y nos instalaremos en cuando sea posible — finjo una sonrisa.

Relatos EróticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora