Vivimos en una linda casa antigua en el centro de la cuidad, tenemos todo lo que necesitamos, o más bien dicho, lo básico (entiéndase eso como agua, luz, comida, educación, etc). Pero de todas formas vivir solo con nuestra tía como figura guía o si quieren llamarle tutora, no es nada de fácil, de todas formas somos bien unidas, las cinco, seis si contamos a mi tía, que es como una más de nosotras.
Somos cinco hermanas huérfanas, nuestra madre murió por una arritmia cardiaca y nuestro padre huyó, al ver que nunca tuvo un varón el muy machista se fue con la excusa de que tenía una amante, -lo cual era verdad- pero él lo que quería era un fuerte y testosterónico niño.
Ana es la mayor, 24 años, bajita, cabello y ojos negros estudia biología marina. Luego viene Helena, 22 años, cabello teñido violeta y ojos marrón, trabaja como estilista en una de los más hermosos salones de belleza de la cuidad. Paula tiene 19 años, alta y delgada, ojos marrón y cabello color miel, estudia diseño de vestuario. Lucila, 18 años recién cumplidos, estatura promedio, cabello lacio y corto hasta los hombros, negro, tez morena, se encuentra en último año de colegio. Y por último Juana, 16 años, cabello corto y café-rojizo, se encuentra en su penúltimo año escolar, ojos pardo.
Estas somos nosotras, la hermanitas -o mejos conocidas como las princecitas- Carvajal. Vivimos en una cuidad en la costa, es bien linda.
A pesar de que tenemos todo lo necesario para subsistir, nunca olvidamos las últimas palabras que nos dijo nuestra madre antes de fallecer, y creo que eso nos marcó a todas, incluso a nuestra tía "Haganme el favor de buscar un hombre que las ame de verdad, porque son mis tesoros, sé que se aman, pero quiero entregarle mis tesoros a alguien que pueda hacerlas felices". Queremos cumplir el deseo de nuestra madre, estamos todas juntas en esto, somos felices, pero todas sabemos que nuestra madre es lo más importante, hay que cumplir su deseo, pero al parecer estamos condenadas a no lograrlo....
