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–¡Changbin!

–¡No!

–¡Suelta al hombre!

–¡No quiero!

–Esto tardará horas. – se rinde seungmin siendo el primero en soltar las piernas del pecoso en el intento de hacerle bajar del auto.

Changbin se negaba a bajar del taxi, aferrando sus brazos al asiento delantero dónde el conductor se encontraba, quién observa la penosa escena con diversión. Todo  había salido bien hasta que por fin habían llegado a la casa de Minho, no estaba listo aún para mirar así sea a Bang de cerca y mucho menos hablarle.

Jisung decidido suelta las piernas contrarias entrando al taxi, lo haría bajar a patadas si era necesario, no se perdería la que sería la mejor noche para él y para Seo solo por la cobardía de este.

Cómo pudo hizo que soltará al pobre señor, pago lo necesario y dejó propina por el inconveniente obligando a Changbin a disculparse.
Con el chico fuera del automóvil caminan hacía la entrada de la casa, la música inundar sus oídos y la cantidad de diferentes olores llegar a sus fosas nasales.

–Esta si es una fiesta de Lee Minho. – murmura seungmin para si mismo, siendo escuchado por ambos chicos.

Changbin creía que iba a vomitar ahí mismo, Jisung se encontraba más feliz y seungmin solamente se dedicó a desparecer al instante entre la poca gente que se encontraba ahí.

Los ojos de Seo pasan por toda la sala, había mucha gente que no conocía en lo absoluto, a pesar de  estudiar en la misma escuela no era un chico muy sociable y todos allí para él eran desconocidos. Su mirada cae en una cabellera peli-negra, y el aire se le va apenas lo ve ahí, tan perfecto e inalcanzable hablando con sus amigos.

–¿A quién miras? – murmura Jisung en su oído sacándolo de un limbo que solamente Christopher podía provocar.

–A nadie. – se excusa, componiendo su postura y arreglando su camisa.

–No veo a mi hombre. – un puchero se forma en los labios del menor, pasando su mirada por todo el lugar sin recibir señales de vida del chico. –¿Haz visto a Bang?

Changbin voltea a verlo por segunda vez y se asusta apenas ve que la mirada del más alto se dirige hacia ellos, el pánico le ataca y opta por esconderse tras su mejor amigo que sin entender nada analiza la situación.

–Esta mirando para acá. – susurra con temor, sin despegar la vista de Bang quien ahora se acerca peligrosamente hacía ellos y él no sabía cómo reaccionar.

¿Corre?, ¿Se esconde?.

–¿Que esperas, idiota?, Es tu momento. – habla Jisung tratando de que el de pecas salga de su parte trasera.

–Se acerca. – murmura apenas audible y el miedo parecía ser más grande.

–¿Qué?.

–Que ahí viene. – repite pidiendo auxilio con la mirada.

Changbin y Jisung tenían pensamiento diferentes, mientras él pedía correr Jisung lo alienta a hablarle sin miedo, sin embargo mientras se acerca más pide desparecer o irse lo más rápido posible y cree imposible escapar apenas lo ve ahí mismo junto a ellos.

–Hola chicos, ustedes son los invitados de seungmin, ¿No?. – habla el peli-negro junto a una sonrisa que parecía derretir a cualquiera. Paso su vaso de su mano a sus labios dando un sorbo a su cerveza.

Changbin maldice internamente del por qué tenía que ser tan encantador y que aquello le encantará en sobremanera. Jisung fue el primero en presentarse quedando Changbin quién se esconde tras la silueta del menor.

Siete Minutos En El Paraíso - BinchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora