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La vida de Lionel Messi era perfecta: capitán de la selección Argentina, campeón de la Copa del Mundo, el mejor jugador de todos los tiempos y próximamente padre.
Era por esa razón que se tomó un tiempo libre para visitar...
"Desde el día que te vi Sentí como que ya te conocía Un minuto fue suficiente Y ya sentía quererte" Mi Persona Favorita - Rio Roma
3. Y el premio al tarado del año es para... ¡Leo Messi!
Cuando el mundo se entero que Lionel Messi se había casado con el portero de la selección mexicana, Guillermo Ochoa, ellos ya estaban en su luna de miel.
Se había hablado mucho sobre su relación la cual habían mantenido un poco en la oscuridad para evitar cualquier conflicto ya qué en ese tiempo Memo estaba en el Málaga y Lio no tenía pensado dejar al Barcelona.
Su boda fue muy exclusiva en una de las playas de Ibiza, lugar en el que también pasaron un par de días de su luna de miel y de ahí partieron a una playa caribeña.
No les vieron ni el polvo, pero cuando volvieron cada quien a sus respectivos equipos ambos ya traían consigo las alianzas qué los consideraban esposos.
Y una marca que los unía en un lazo especial.
¿Fue sorpresivo? Si, en especial porque no creyeron que pasara tan pronto.
Y es que apenas tenían un año de relación cuado ambos ya se estaban casando.
Los amigos de Lio no se hicieron esperar con sus comentarios de que era una mala idea, apenas y conocía al tipo como para ya casarse con el y es que a los miembros del FC Barcelona no les caía muy bien el mexicano.
Pero a Leo le importaba poco lo que ellos pensaran, él sabia lo que hacía y estaba seguro de que su relación con Memo no era para menospreciar, sabía que el paso qué estaban dando era enorme.
Pero no tenia ni un poco de miedo.
Así que cuando volvió de sus vacaciones -luna de miel- él portaba con orgullo la mordida característica de Memo en una bella cicatriz a la altura de su hombro izquierdo.
El mundo ya no podía decir nada sobre él y Memo, con gran tristeza todos aquellos que querían una oportunidad con el astro argentino tuvieron que llorar en silencio.
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Conforme las semanas pasaban frente a él, Lionel Messi se fue dando cuenta de varias cosas.
Primero, su cuerpo iba cambiando.
Hasta hace apenas unas semanas el vientre bajo cercano a la pelvis estaba completamente plano, mezcla del ejercicio y la buena alimentación. Sin embargo hasta hace unos días había notado una pequeña protuberancia, era muy mínima, pero él que se observaba todos los días en el espejo, notó de costado que se alcanzaba a ver abultado.
