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La vida de Lionel Messi era perfecta: capitán de la selección Argentina, campeón de la Copa del Mundo, el mejor jugador de todos los tiempos y próximamente padre.
Era por esa razón que se tomó un tiempo libre para visitar...
4. ¡Dale, che! Qué te pierdes el nacimiento de tu hijo. (Parte 1)
El nombre de Lionel Messi causaba furor en donde sea que fuera escuchado.
Estos últimos meses no había sido la excepción.
Desde que se supo que iba a ser padre después de años de estar formando una carrera que lo estaba convirtiendo en leyenda, su nombre había sido mencionado muchas más veces en cualquier red social, comentario deportivo o partido de fútbol.
Y es que apenas hace unas semanas dijo que se tomaría la pausa necesaria para llevar a termino su embarazo.
Hasta ahí todo iba bien. Lo que sorprendió al mundo entero fue que estaría un tiempo en Italia, algunos creyeron ingenuamente que se quedaría en Francia.
Cierto, él lo había dicho, quería llegar en su mejor nivel a la Copa América del 2024, de ahí había nacido esa idea, pero en Francia estaba solo y en Italia estaba Memo.
No hay que ser un genio para entender la ecuación.
Además, desde el primer mes la necesidad de Lionel de estar cerca de su esposo se había hecho notoria y aumentaba cada que la distancia los alejaba, así que para evitar la ansiedad del alejamiento se mudó con él en su cuarto mes de gestación, justo después de irse a pausa con el PSG.
Cuando dijo que iba a estar en Italia, la afición de Memo y sus nuevos seguidores le mostraron un gran apoyo, para la gente de Salerno era un gran gusto ver a Messi en los partidos de su esposo, partidos donde el portero mexicano llevaba —junto con sus compañeros— a su equipo a unos pasos cerca del gran trofeo.
La vida les sonreía a ambos.
Lionel Messi había sido bendecido, con un gran talento, trofeos y récords, un gran esposo y pronto tendría en sus brazos su éxito más grande.
Su hijo.
La vida era buena.
Al menos eso creía.
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Leo Messi había tomado la decisión de irse a Argentina un par de meses antes de dar a luz. Su intención era clara, quería tener a su hijo en su país natal.
Ya lo había hablado con Memo, pero él creyó que solo era una broma. Imagínense la sorpresa que se llevó cuando le dijo que ya tenía todo listo para volver a Rosario, Argentina.
Memo no debería de estar tan sorprendido ya que cuando a Leo se le mete una idea no hay nada que lo baje de eso.
La intención de Memo era estar en el nacimiento de su hijo y esperaba poder acomodar las fechas de sus próximos partidos para estar en Argentina. En el Salernitana habían aceptado que estuviera de baja un par de semanas en septiembre por cuestiones de situación familiar, hasta ahí todo iba bien, el problema vino con la selección mexicana.
