¡¡¡Vas a ser mi shishou quieras o no!!!

Un chico en un callejón

—hmm, así que si lo hiciste—observó Ekubo detallando la página del periódico donde se mostraban los clasificados; ahí entre tantos avisos diversos pudo ver el pequeño anuncio de Spirit's and Such Consultation en el cual se solicitaba un recepcionista con o sin experiencia para trabajar a medio tiempo—Dejamé preguntarlo de nuevo ¿Para que necesitamos un recepcionista? ¿Acaso nos sobra el dinero? Porque yo no lo veo.

Shigeo tenía su pétrea mirada posada en el teléfono ( su nuevo pasatiempos), ya llevaba rato rascándose una zona de la garganta entre el cuello alto y la nuez de Adán sin darse cuenta.

El ente verde arrugó el semblante.

'Idiota' pensó al ver que no solo había olvidado tirar el jersey que le daba tanta picazón sino que también lo llevo ese día para trabajar. Ante el obvio señalamiento del desdeñoso espectro Shigeo torció casi imperceptiblemente sus labios.

—Eso lo sé, pero necesito un poco de ayuda con el archivador y atención al cliente mientras no estamos; además se tienen  que agendar las citas ¿Tú puedes hacerlo?—preguntó de manera retórica muy conciente que el ente apenas y movía un dedo para ayudarlo a organizar.

El espectro bufó.

— Eso lo pudieras hacer tú—‘si no te la pasarás todo el santo día con ese aparato' le hubiera gustado recriminarle pero no quería tentar su suerte con el azabache estando de tan delicado humor— ni siquiera tenemos tantos clientes en estos momentos.

Shigeo resollo levemente.

—Es verdad, pero se acerca otoño y los espíritus suelen hacer estragos en esas fechas; siempre me vuelvo un lío, y más ahora que no está... —su voz se cortó mientras sus ojos se suavizaron—solicité a alguien dispuesto a trabajar medio tiempo ya que mi economía no alcanza para un horario completo, en todo caso solo necesito poner en orden los asuntos de este negocio antes de finalizar el año.

—¿Vas a cerrar la oficina?—preguntó dudoso sin recibir respuesta.

Ekubo bajo los ánimos de molestar al azabache al notar la flaqueza que generalmente nunca mostraba. Dejo pasar los minutos mientras vagaba por la oficina como un globo a la deriva del viento tratando de idear una forma de abordar el tema sin que Shigeo lo rechazará.

Hace unos 10 meses más o menos tuvo que estar fuera debido a que un espectro inusualmente fuerte comenzó a robar la energía en una localidad cercana y para ahorrarle el gasto de un tren bala al psíquico decidió ir el mismo. Fue muy fácil; estaba feliz ya que pudo llevarse como botín toda la energía del ente que era bastante poderoso... Sin embargo; no tanto como él.

Al volver se encontró con la sorpresa de  que Shigeo estaba solo en la habitación de su departamento y la mitad de la ropa en su armario ya no estaba. La foto que solía estar en su escritorio también faltaba junto con otras pertenencias.

Había pasado lo inevitable.

No recibió más información de la esencial al igual que los demás allegados al esper. Simplemente acabó. Por respeto a su amigo ( y conociendo como es) le dio su tiempo y espacio para que esté se recuperará; sin embargo Shigeo no se mostró afectado, o eso intentó, Ekubo lo conocía demasiado bien. El desorden en su casa y oficina era cada vez mayor al igual que su apatía por casi cualquier cosa que no fuera el entrenamiento en la mañana, asistir al trabajo o jugar con esa maldita maquina.

Su vida estaba retornando a la misma historia de fracaso que solía precederlo.

Decidió ser directo; aúnque luego vio que quizás no fue buena idea.

—Volviste a traer esa prenda...

—No tenía más ropa limpia—respondió secamente sin darle importancia.