Capítulo 5 : Kim Dokja (5)

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"¿Dónde está tu acompañante?"


"Todos estaban ocupados". Kim Dokja se quitó los zapatos y los colocó cuidadosamente a un lado de la alfombra de bienvenida en el suelo.


"Eso es muy malo", dijo Jung Heewon, caminando con él a la cocina. "Pensé que ibas a traer a esa compañera de trabajo tuya, ¿cómo se llama?"


"¿Te refieres a Yoo Sangah?" Kim Dokja dejó caer la bolsa de botellas de refresco que había llevado a la cocina, junto al intimidante ejército de botellas de soju que esperaban para ser consumidas. Como la única persona a la que no le gustaba el alcohol, incluso el ligero Lee Hyunsung podía ser presionado por sus compañeros para que bebiera, estaba a cargo de traer sus propias bebidas a cualquier reunión.


"Sí, ella. Ella parece genial".


Mientras se dirigían a la sala de estar, la mirada curiosa de Kim Dokja recorrió el apartamento. "¿Soy el primero aquí?"


"Hyunsung está recogiendo nuestros pedidos de comida del restaurante", dijo Jung Heewon. "Debería volver pronto".


"¿Qué pasa con el bastardo legendario?"


"No lo sé, tal vez les esté gritando a los niños que salgan de su césped en alguna parte", respondió Jung Heewon. Ella apoyó el codo en su hombro y se inclinó con una sonrisa, sus ojos brillando con una luz conspiradora. "Por cierto, esta chica con la que Hyunsung fue a la escuela secundaria también vendrá".


Kim Dokja tenía un mal presentimiento sobre la sonrisa de comemierda en su rostro. "¿Entonces?"


"Ella tiene 26 años, es doctora y es soltera", dijo Jung Heewon. Le dio unas palmaditas en el hombro mucho más fuertes de lo necesario para recalcar su punto. "Esta es tu oportunidad de dejar atrás tu vida de soltero, Kim Dokja".


"Nunca me dijiste que había un componente de emparejamiento en esta reunión", dijo Kim Dokja, alarmado.


"Porque no habrías venido si te lo contara", replicó Jung Heewon. Tenía razón, maldita sea. "Relájate, esto no es una cita a ciegas, solo una oportunidad para conocerse. Pero si ustedes dos se llevan bien, entonces..." Ella levantó una ceja significativamente.


Kim Dokja se llevó la mano a la frente con exasperación. "¿Ella sabe sobre esto?" preguntó.


"Quiero decir, Hyunsung le dijo que tú también estabas soltero, así que". Jung Heewon se encogió de hombros. Ella extendió la mano y le dio una palmada en la espalda en lo que probablemente se suponía que era una forma tranquilizadora, pero en realidad fue doloroso. "No te preocupes, si las cosas no funcionan entre ustedes dos o si ella no es tu tipo, podemos fingir que nunca pasó nada y nunca volver a hablar de esto. No es gran cosa."


El timbre de la puerta sonó antes de que Kim Dokja pudiera decir algo más, como decirle lo vergonzoso que era toda esta situación y que actualmente no estaba buscando una relación, y Jung Heewon salió corriendo para contestar. La puerta se abrió, revelando el rostro sonriente de Lee Hyunsung, una mujer que Kim Dokja no reconoció, y...


"¿YJH?"


La leyenda de los juegos de Corea del Sur, el agresor de la librería y el bastardo legendario YJH se encontró con la mirada de Kim Dokja por encima del hombro de Lee Hyunsung y entrecerró los ojos en reconocimiento. Kim Dokja le devolvió la mirada desafiante. Debería haber sabido que era imposible que dos gilipollas gigantescos separados se manifestaran en la misma ciudad sin rasgar el tejido del universo.


En Internet, Nadie Sabe Que Eres Un PerroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora