Me senté en el borde de mi cama , esta tendida, pero la tela de la cama es un poco dura, no es muy cómoda al contacto con la piel, pero, es mejor que nada, de eso a no poder tener nada creo que prefiero eso, empiezo a divagar un poco en mis pensamientos, y recuerdo cuando conocí a lidia y Esther , estábamos en el parque , mis padres estaban sentados en una banca hablando y abrazándose, que felices se veían en aquel entonces todo parecía ir en perfecta armonía, que perfecta es la vida cuando uno es pequeño , más que lo que soy ahora en mis 14 años , como quisiera regresar, pero no todo es posible en esta vida no se puede conseguir todo aquello lo que deseamos, mas sin embargo podemos buscar la manera de solucionar todos los problemas de nuestra vida que se van presentando a lo largo de ella , las alegrías las tristezas, todo es único e inigualable tanto las tristezas como las alegrías, en fin mis padres estaban sentados en ese momento yo estaba sentada en el suelo viendo las nubes, y vi a dos niñas una jugando con la tierra y la otra en las estructuras de los juegos, , trataba de ver formas primero vi un conejo luego un pájaro, en eso vi que la niña que jugaba en las estructuras cae del pasamanos , instintivamente me levanta de un salto y corro en su ayuda , sin embargo no soy la única que deja de hacer lo que está haciendo la niña que jugaba en la tierra también viene, veo a la niña del pasamanos , la ayudo a reincorporarse ella se sacude su parte trasera , y me dice-Gracias
-No hay de que-Le digo
-¡Madre mía!!- que susto me sacaste –dice la niña de la tierra
-Sí, oigan ¿Conos e llaman?-Les pregunto a ambas a la vez
-Yo soy Esther-dice la de los pasamanos
-Y yo soy lidia –dice la de la tierra
-¡Ya se! se me ocurre algo
-¿Qué?-responden a modo de coro al mismo tiempo
-Seamos mejores amigas
-Siii-Responden al mismo tiempo
Y empezamos a jugar las tres juntas, y esa propuesta de que les hice de ser mejores amigas sique intacta hasta hoy en día, y probablemente seguirá así, y es lo que espero. Escucho unos pasos que se acercan a la puerta, es mi madre.
-Vale.-Dice ella
-Ah hola mama-Le digo con voz distraída
Ella se sienta en el borde de mi cama y me da un gran abrazo de esos en el que se siente el cariño de la persona que te da el abrazo, es muy reconfortante en ese momento mi madre empieza a llorar, y yo me veo envuelta en un estado de sentimientos encontrados, y una lagrima resbala a lo largo de mi mejilla.

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Una Nueva Mirada
Teen FictionValentina, una chica de 14 años que se ve obligada a enfrentar sus problemas cotidianos, y a descubrir el primer amor, la vida con sus amigas, ella cree que ya es grande , pero apenas tiene 14 años le queda mucho por descubrir, atrévete a descubrir...