percy, que se encontraba en una situación incómoda y desagradable. Estaba en el gran salón lleno de gente que no hacia mas qué hablar mal de él, y lo peor era que entre esa multitud se encontraban sus propios hermanos. Se sentía nervioso y desconcertado, y pensaba que lo mejor sería salir corriendo e ir en busca de chini aquel que siempre lo defendía y apoyaba.
A pesar de que le costaba trabajo armarse de valor, finalmente decidió salir del salón en busca de su amigo. Cada paso que daba para salir del salón lo llenaba de miedo, ya que no sabía qué reacción podía tener esa multitud que lo criticaba y lo juzgaba sin piedad. A medida que avanzaba, su corazón latía cada vez más fuerte y sentía la tensión en todo su cuerpo.
Finalmente, logró salir del salón y comenzó a buscar a chini por todas partes. Sabía que si lo encontraba, se sentiría mucho mejor y tendría el apoyo que necesitaba en ese momento tan difícil. Pero pasaban los minutos y no lograba encontrarlo. La angustia se apoderaba de él y pensaba que quizás china no estaba allí, o que no había podido encontrarlo a tiempo.
En ese momento, percy recordó las palabras de su madre, quien le decía que en los momentos difíciles debía ser fuerte y valiente, y que siempre habría alguien que lo apoyaría y estaría a su lado, estupidamente, sienpre penso que ese alguien seria ame. Con esas palabras en mente, decidió seguir buscando a chini.
......
Francis y su hija se encontraban en la enfermería, la madre con el rostro abatido por la brutal golpiza que había recibido y la hija llena de preocupación y angustia por su madre. La habitación estaba en silencio, solamente se escuchaba el sonido del aire acondicionado y el leve murmullo de las quejas de dalua.
Francis no podía creer lo que había sucedido, no podía creer que alguien le hubiera hecho algo así. Además de todo, estaba la vergüenza de ser vista en esa situación por su hijo, siempre se había mostrado como un omega fuerte y dominante, de respeto y autoridad.
Dalia, por su parte, no podía dejar de pensar en lo injusto que era todo, cómo su madre había tenido que soportar tanto dolor y violencia. Quería ayudarla de alguna manera, pero no sabía exactamente qué hacer.
-¿Estás bien, mamá? -preguntó dalia con voz suave, tratando de no incomodarla.
La madre suspiró y se llevó una mano al rostro, tratando de cubrir las marcas que la golpiza le había dejado.
-No, mi amor. No estoy bien -respondió con voz temblorosa.
La hija se acercó a su madre y le tomó la mano, tratando de transmitirle algo de su propia fortaleza.
-Lo siento tanto, mamá -dijo la hija, sintiendo un nudo en la garganta. -No puedo creer que alguien te haya hecho algo así.
La madre la miró a los ojos, agradecida por el cariño que su hija le estaba brindando.
-Yo tampoco puedo creerlo, hija -respondió con voz triste. -Me siento tan humillada.
La hija asintió, comprendiendo perfectamente cómo se sentía su madre. Pero a pesar de todo, sabía que tenía que mantener la calma y ayudarla en todo lo que pudiera.
-¿Qué podemos hacer, mamá? -preguntó la hija, tratando de encontrar una solución.
La madre suspiró y miró hacia el techo, tratando de encontrar una respuesta a esa pregunta. Sabía que no iba a ser fácil, pero tenía que encontrar una solución.
– ya lo pensare mejor -dijo finalmente, antes de escuchar el sonido de la puerta habriendo se.
Cuando amon entró en la habitación de la enfermería, los dos omegas que estaban dentro se sorprendieron. Francis estaba acostada en la cama, con una expresión de dolor en su rostro, mientras que dalia estaba sentada en una silla al lado de la cama, con una mirada de preocupación en su rostro. Ambos omegas se miraron entre sí con un atisbo de desconcierto en sus rostros.
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Estoy Contigo
RomancePercy, un tierno omega vive todos sus dias enamorado de cierto alfa que no hace mas que ignorarlo y fingir que no existe Los capitulos seran una vez a la semana