Songs For You [Alex Mattson]

8: Tu, yo y la lluvia

Hanna: vale, debo de admitir que te has ganado mi perdón.

-decia la chica con la boca llena, por supuesto intentando que entrara aún más comida en su boca a la vez que continuaba caminando junto al chico. Este tan solo reía viendo la cara de felicidad de Hanna mientras disfrutaba de su hamburguesa.

Aleksi: mi madre me dijo que a las mujeres se las conquista con la comida.

Hanna: y que razón tenía!

- la chica quería llevar a Alex a un bonito restaurante que le habían aconsejado sus amigas e invitarle a cenar para disculparse por su malentendido anterior. Sin embargo, él tenía otros planes. Quería llevarla a una de las hamburgueserías más famosas de Helsinki. No sentía que la chica fuera una de esas personas que gastan el sueldo de un mes en una sola cena en un caro restaurante, por lo que prefería hacer un plan divertido e informal con ella llevándola a uno de los mejores establecimientos de comida rápida muy tradicional en Finlandia.
Alex reía por los ruidos que Hanna emitía mientras comía que, junto a sus gestos, daban a entender que se encontraba disfrutando de su hamburguesa incluso más de lo que Aleksi esperaba. Este se quedó observándola con una sonrisa.

Hanna: que pasa?

- la chica lo miró interesada por entender de donde venía esa mirada tan curioso que notaba en sus ojos. Se encontraban caminando al lado de un edificio con grandes ventanales de cristal, por lo que al pasar por estos vió su rostro reflejado en ellos. Tenía una pequeña mancha en una de sus mejillas lo suficientemente grande como para que Alex la viera. Con eso llegó a la conclusión de que se reía de su rostro sucio.

Hanna: ja-ja-ja muy gracioso.

- dijo con un tono sarcástico mientras se limpiaba la cara con sus manos. El finés las retiro y uso su dedo para quitar la pequeña mancha que le quedaba de una forma delicada.

Aleksi: no me rio de ti, solo admiro lo mona que te ves.

- Hanna se puso roja ante el comentario de Alex. Este no quiso incompodarla y tan solo rió mientras pasaba su mano alrededor de ella, acercándola un poco más hacía él. Las risas se apoderaron de los dos mientras seguían caminando por la ciudad. Las miradas entre ellos no faltaban en ningún momento.
Ya habían desvelado los sentimientos que sentían por el otro, solo falta aquel pequeño empujón que los hiciera lanzarse a los labios del otro.
Mientras se mantenían con la mirada fija en ellos, unas pequeñas gotas comenzaron a caer sobre sus rostros, lo que les hizo salir de su trance y comenzar a darse cuenta de que estaba empezando a llover.

Aleksi: no llueve mucho pero deberíamos darnos prisa y refugiarnos antes de mojarnos más.

- dijo el finés mientras miraba el cielo.

Hanna: tienes razón pero... donde vamos??

Aleksi: creo que el estudio es lo que tenemos más cerca.

- decía mientras empezaba a caminar hacia delante. La chica lo siguió sin rebatir más, dándose toda la prisa posible para no tener que correr bajo la lluvia.

~

Fue inútil. A los pocos minutos ya se encontraban agarrados de la mano del otro corriendo en busca de un lugar donde refugiarse del agua.

Aleksi: ya no queda nada para llegar.

- dijo el chico alzando su tono de voz para que Hanna pudiera escucharle entre el fuerte ruido de la lluvia y los truenos. Esta seguía agarrando su mano sin soltarla. Su suave y cálido tacto hacían un perfecto contraste con el agua fría que caía sobre el resto de su cuerpo. Notaba como Alex movía sutilmente su dedo pulgar acariciando la piel de la mano de la chica, y por eso ella no iba a soltarse del agarre del pelinegro hasta que no fuera necesario.
Continuaron corriendo durante unos minutos más hasta que por fin llegaron al edificio donde se encontraba el estudio en el que Aleksi trabajaba junto a su grupo. Soltaron sus manos a regañadientes para que el chico pudiera coger las llaves y abrir la puerta. Hanna esperaba detrás de él para poder entrar al interior del lugar. Era lo que más deseaba al haber cogido frío por culpa del agua aunque, al menos, en el pequeño portal ya no les llegaba la lluvia tan intensa.

Aleksi: te encuentras bien??

- Hanna alzó la mirada hacia él mientras sus dientes no podian oarar de castañear.

Hanna: si, no te preocupes, aunque tengo bastante frío.

- el chico no dudo ni un solo instante cuando ya empezó a quitarse la chaqueta empapada que llevaba para dejar al descubierto una sudadera que había conseguido guardar seca. Este también procedió a quitarse la sudadera para intentar arropar a la chica con ella o, por lo menos, intentar que Hanna guardase un poco de calor gracias a la prenda.
Alex fue a ponerle la sudadera a la chica él mismo, así evitando que ella tuviera que hacer más esfuerzo. Ella enseguida pudo notar el inmenso calor que la tela rebosaba. Se sentía igual que un abrazo calentito en esos días en los que uno se encuentra más triste emocionalmente, y no un abrazo cualquiera, si no un abrazo dado por una persona a la que amas.

Sus miradas se juntaron de nuevo, pero esta vez se encontraban a escasos centímetros el uno del otro. Aleksi aprovecho que todavía seguía con las manos en la sudadera para buscar un poco de contacto con Hanna, por lo que comenzó a buscar las caderas de la chica. Ella se acercó incluso más al rostro del chico, llegando al punto de notar su respiración caliente sobre sus labios. Una de las manos de la chica se posó sobre la mejilla de él mientras la otra la utilizaba para retirarle los mechones de pelo negros de su cara, que se habían quedado pegados a su piel por el agua. El tacto de sus dedos sobre el rostro de Alex le hizo cerrar los ojos y pararse a sentir aquella conexión que tanto placer mental y emocional les generaba. La chica tan solo siguió observando su expresión de tranquilidad que, por alguna razón, también la tranquilizaba a ella. Los centímetros que había de separarse entre sus labios se convirtieron en milímetros. Aleksi volvió a abrir los ojos lentamente para volver a observar aquella cara que tan enamorado le tenía. Sus ojos se chocaron de nuevo, transmitiendo sus pensamientos sin necesidad de una sola palabras. Estos comenzaron a cerrarse lentamente, a la vez que la distancia entre ellos se acortaba. Querían lanzarse a los labios del otro, pero su timidez les impedía acelerar el paso, sin embargo, su corazón pasó de un estado tranquilo a unas grandes pulsaciones a gran velocidad en cuanto se unieron a través de un dulce beso.

El calor corporal del otro les inundó por completo, como si de un escalofrío se tratase. Ya no había nervios ni vergüenza, solo sensaciones a unos niveles que ninguno de ellos había sentido antes. Sensaciones a las que podrían volverse adictos. Las manos del chico se posaron en la espalda de Hanna, atrayéndola aún más hacia él en busca de más contacto. Ella comenzaba a amar la forma en la que Alex la tocaba, como si de una frágil flor se tratase. Podían notar las grandes pulsaciones del otro por la cercanía, marcando el ritmo del baile entre sus labios. Las dos manos de Hanna se encontraban en el rostro del pelinegro, repartiendo pequeñas caricias por su suave piel casi blanca.
Estos se vieron ligeramente interrumpidos por una música que llegó hasta sus oídos, lo que les hizo separarse lentamente de los labios del otroy buscar la fuente de aquel sonido que había interrumpido su dulce beso. Alex fue el primero en alzar la mirada y ver como sus compañeros del grupo se encontraban en una de las ventanas del edificio, observabdo todos los movimientos de Aleksi. Todos mantenían una sonrisa de satisfacción decorando su rostro. La música resultó ser una pequeña broma de su parte que quisieron hacer en cuanto vieron a uno de sus amigos besarse con la chica que le gustaba. Estos pusieron la mismísima canción favorita de Niko, la cual, al tratar de amor, vieron que era la ocasión perfecta para intentar hacer el momento aún más romántico y que Alex viviera un recuerdo de película.

No consiguieron que el momento fuese aún más romántico, pero si gracioso. En cuanto se percataron de lo que ocurría, estalló la risa entre todos los presentes. Dejando una bonita y graciosa situación para todos, el cual la chica quiso sellar dando otro pequeño beso a Aleksi y diciendo entre risas un pequeño

Te quiero