Songs For You [Alex Mattson]

2: Miradas

Pues allí se encontraba Hanna.

En un pequeño pub que había cerca de su apartamento bebiendo junto a unos ocho amigos, aunque no sabía si esa era la palabra correcta para designar a muchos de ellos.
Los había conocido hace unas horas, y si, habían mantenido conversaciones muy interesantes entre todos, pero el alcohol comenzó a hacer estragos en muchos de ellos. Todos eran conocidos de Jarvi y al igual que el, todos eran nativos de Finlandia, pero podía hablar con ellos en inglés al igual que lo hacía con el resto de sus amigas allí. Hablando de ellas, Nina y Elina no paraban de reír por las tonterías que los chicos hacían a causa del efecto de la bebida en ellos.
Alguien aprovechó el momento en el que sus amigas estaban distraídas para poder acercarse más a Hanna, y ese fue Huuko, uno de los mejores amigos de Jarvi. Sin embargo, ella no había bebido tanto como para seguirle el juego, además no era pesado ni grosero, tan solo quería mantener una conversación para conocerla mejor, pero eso no impedía que algún elogio saliera de su boca para la chica.
Muchos chicos del grupo se levantaron entre risas y ánimos a salir a bailar, para Huuko esa era una oportunidad para juntarse más a Hanna.

Huuko: bailas?

- dijo el finés ofreciendo su mano a la chica con la que hablaba hace un momento. Ella, que se encontraba sentada frente a el, lo miró con una expresión de duda.

Huuko: vengaa!. Solo es para divertirnos un rato.

- una sonrisa dulce se formó en el rostro del chico y Hanna no pudo decir que no por cortesía.
Aceptó su invitación y enseguida comenzó a sentir las miradas de sus amigas sobre ella. La chica rodó los ojos en el momento en el que vió a Nina y Elina hacer gestos sobre la situación.
Hanna sabía que en el momento en el que Huuko se retirase de ella, sus amigas aparecerían sin pudor a preguntarle sobre sus sentimientos por el chico, era lo típico entre amigas, pero intentó dejar a las personas de lado cuando pisó la pista de baile, solo quería concentrarse en disfrutar de la música que sonaba de los grandes altavoces de pub.

Dejarse llevar por ella.

Bailar sin preocuparse de su alrededor, como si solo se encontrara ella en ese lugar, sin nadie que pudiera mirar y juzgarla.
Tan solo, cerrar los ojos y disfrutar.
Pero apenas llevaba unos pocos minutos bailando cuando notó una mirada sobre su persona.
Huuko estaba frente a ella dándolo todo, por lo que lo primero que pensó fue en que el se había quedado embobado mirandola bailar afectado por el alcohol, pero no.

Cuando abrió los ojos no lo vió a él. Vió unos ojos azules penetrantes como los de su amiga Nina clavados en ella. Era un chico quien no le quitaba la mirada mientras que su rostro tan solo dibujaba una bonita sonrisa, una de las más bellas que había visto. Su mente pasó a observar el resto de facciones de aquel hombre que acababa de ver. Un pelo negro como si de hilos de ébano se tratase, piel blanca igual a la nieve que se dejaba ver en los meses más fríos, una nariz de halcón sorprendentemente satisfactoria... Todo en él la había parecido perfecto, pero su mirada, Hanna sentía que podía derretirse solo con mirar sus ojos azules celeste. Ella no sabía en que momento sus miradas se habían juntado, solo era consciente de que eran los ojos mas hermosos que había visto en mucho tiempo.
Habían perdido la noción del tiempo, quizá aquel cruce de miradas solo sucedió durante unos pocos segundos, o ambos se perdieron en la mirada del otro manteniéndose así por varios minutos que nadie sabía cuanto.

Huuko: ey! Hanna?

-unos dedos chasqueando a centímetros de su rostro sacaron a la chica de aquel trance. Su mirada cambió de dirección drásticamente sin pensarlo para mirar al chico que la estaba hablando.

Huuko: estabas en las nubes...

- dijo el finés confundido mientras que ella solo pudo sonreír.

Hanna: perdón, me acordé de una cosa.