Songs For You [Alex Mattson]

4: Volver a verte

Qué hacía él allí?!

-Los dos se sorprendieron cuándo al llegar a la entrada del edificio donde Hanna vivía, había alguien más esperándola en la puerta, Huuko.

Hanna: que haces aquí?

-dijo ella nada más acercarse a él.

Huuko: no sabía si te había pasado algo, entonces les pregunté a tus amigas tu dirección, tan solo quería saber que estabas bien y no cogías las llamadas ni respondías a los mensajes.

- Maldijo de nuevo en su cabeza el momento en el que decidió irse sin dar ninguna explicación a nadie, y aunque lo que acababa de hacer Huuko era algo que a ninguno de los dos les daba buena espina, la chica pensó que no podía cabrearse con el, al fin y al cabo, tan solo era por que estaba preocupado por ella.

Hanna: si y lo siento, debí avisaros de que me marchaba pero...

Huuko: y estas bien? Te ha hecho o te ha obligado a algo?

- el chico se acercó de repente a ella y la cortó para preguntarle aquello en un volumen en el que Aleksi no pudiera escucharlo.

Hanna: Dios Huuko! Claro que no!

- sabía que desde el encuentro que tuvieron en el local, ninguno de los dos chicos se miraron con buenos ojos.

Huuko: de verdad?

- Hanna comenzaba a cansarse de aquella actitud.

Hanna: sii! Y te agradezco que te hayas preocupado por mi, pero estoy bien así que ya puedes irte.

- esa contestación en un tono borde que ella utilizó sirvió para que Alex se acercará al pensar que algo podría ir mal. Otra mirada de odio volvió a surgir entre los dos chicos, pero no duró mucho gracias a que Huuko hizo caso a ella y se fue. No sin antes chocar su hombro con el del pelinegro en un gesto rencoroso.

Hanna: parece que le has espantado.

-dijo ella hacia el fines en cuanto vio que el otro se había alejado.

Alex: no se, ese tío me da mal rollo.

- habló mientras lo observaba alejarse.

Hanna: no eres el único.

- los dos rieron a la vez.

Alex: entonces... Vives aquí, no?

- señaló al edificio.

Hanna: sii, gracias por acompañarme... Debería devolverte la chaqueta.

- decía mientras comenzaba a quitarsela.

Alex: no, quédatela, te queda mejor que a mi.

- el se acercó a ella y volvía a colocarla sobre los hombros de la chica. Sus ojos se juntaron por última vez aquella noche.

Alex: ya me la devolveras otro día... Así tengo una razón para volver a verte.

- las mejilla de Hanna se sonrojaron por tal comentario y sintió una felicidad extrema al enterarse de que el chico tenía las mismas ganas que ella de volver a verse.

Sus rostros se encontraban a centímetros sintiendo la cálida respiración del otro chocar contra su piel. Esa sensación hacía erizar la piel de la chica, quien temía que Alex pudiera escuchar su corazón por las fuertes y aceleradas pulsaciones. Los ojos de él descendieron hasta sus labios pero los nervios de la chica tan solo la permitieron bajar su mirada al suelo en un gesto tímido. El chico se alejó un poco para no crear un momento incómodo, hasta que finalmente ella habló.