Cap. 1 Corazón roto

3.7K 229 37
                                    

El cielo empezaba a nublarse, unas finas gotas de lluvia caían chocando todo en su caída y que también le hacían compañía a las lágrimas de aquel chico.

Roier estaba inmóvil, mirando el cuerpo muerto de su perro ya en un mejor lugar, pero no solo el perro estaba en ese estado. También su corazón estaba muerto, destruido, desolado.

No lo podía creer, Spreen enserio había matado a su perro y al gato de Missa? Pero por qué?

Estuvo un rato parado, cuando recobro el sentido decidió limpiar todo.

Ahora se encontraba tirado en la cama mirando el techo, llorando a más no poder, en estos momentos odiando con todo su ser a Spreen.

Ya nada podía ser peor, verdad?

Después de eso tuvo una pelea con Missa sobre el gato acusado de que esté lo había matado, esa pelea solo causo más destrucción a la pobre alma y corazón de Roier.

Lo había pedido todo.

O eso creía hasta que, después de unas semanas tristes, se había abierto un pequeño orfanato, al parecer tendrían que hacer parejas, al azar, elegir un huevo y cuidarlo hasta que regrese su madre.

Roier estaba parado sin pensar en nada, siempre evitando a Spreen.

—Ojala no me toque con él...—Murmuraba para sí mismo—Con quién sea menos él...

Para la buena suerte de Roier, le tocó con Jaiden–la única chica–, después recordó que tenía que ser alguien que hablara español y alguien que hablara inglés, así que no era posible que le tocará con Spreen.

—Hi Jaiden!

—Hi!!—Lo saludo junto a una dulce sonrisa.

Esa sonrisa alegro a Roier por completo, que bonita era pensó.

—So, what do you want?

—Mmmh...—Jaiden miraba y pensaba en cual quería—What about he?—Dijo guiando a Roier con el huevo—Is very cute isn't it?

—Yeah, do you want it?

—Sí!

Habían adoptado a un pequeño huevo que llevaba un overol azul. Al cual lo llamaron Bobby.

Tenían un pequeño momento familiar pero teniendo la mirada fija de un oso. Spreen. Ya tenía a su pareja y a su hijo de nombre Ramón. Los miraba molesto, o tal vez celoso, no sabía bien, solo desvío la mirada.

Ya en la casa de Roier, esté les dio un corto recorrido de su casa y donde dormirían, Bobby y Jaiden estaban maravillados. Roier observaba a aquella chica maravillada con la casa con grandes ojos y esa hermosa sonrisa. Bobby se parecía a ella, hasta parecía que fuera su verdadero hijo.

—Seremos buenos jefes!

—What?

—We are gone to be great parents

—Oh, you're right!

Pasaron la tarde hablando y jugando con el huevo, pintaban muchas cosas, Bobby saco lo dibujante de su "madre" Jaiden, Roier no podría amar más a su familia que se había formado en tan solo un día.

Cómo fue que ayer estaba triste por un estupido oso y ahora estaba pintando lleno de alegría gracias a una chica que no sabe español y su hijo huevo de una dragona? Sería la personalidad tan radiante de Jaiden? La preciosa risa de su hijo Bobby? No importa! Era feliz con su bella familia.

La hermosa familia estaban en el último piso de la casa, sin preocupaciones, siendo observados por un ente demoníaco.

—Esto salió mejor de lo que esperaba, espero mí niño la esté pasando bien... sin ese tal Roier...—Decía alejándose de la casa.

—Esto no está bien!

—Por qué no mejor te callas?!

—Entiende! Esto está mal!

—Es lo mejor para nosotros!

—Cuál nosotros? Hay que superarlo-Le dijo poniendo su mano en su hombro pero fue apartado por el otro ente.

—Recuperare lo que fue mío! Y no hay nada que puedas hacer contra mí!

—Deberías escucharme de vez en cuando

—Ese no es mí estilo—Dijo y se fue rápido.

—Ay dioses...—Suspiro cansado de su gemelo malvado.

Mientras tanto el otro iba directo a la casa de su esposo, o mejor dicho ex esposo, Vegetta, ellos se separaron hacía mucho tiempo, cuando Spreen tenía alrededor de 7 años, le fue difícil a este osito pero sus padres lo alejaron de su separación para que creciera sin tantas preocupaciones. Por suerte ya lo pudo aceptar de más grande, sus papás estaban bien–algo así–y el también, separados o no, lo amaban.

—Spreen, ya está... ahora seguiría mí amado... pero tal vez no sea necesario—Decía en voz baja mirando a su tal amado con un huevo en brazos con una gorra roja para atrás, pero también veía a su otro padre, Foolish.

—And this is my house! Very bonita

—Muy bonita Ve... Vegitta?—Dijo con nervios de haberse equivocado pero el otro dio una pequeña risa ante la pronunciación de su nombre.

—Is ok, call me as you want!

A Foolish le daba risa como sonaba Vegetta cuando hablaba inglés, no es la mejor pronunciación del idioma pero podía entender, además tenían el traductor que ayudaba un poco.

Ambos parecían llevarse bien, aparte de tener el mismo amor y pasión por las construcciones, Foolish admiraba la simetría de Vegetta y él adoraba el dragón que construyo su... novio? Pareja? Esposo? Amigo? Eso sí. Ninguno sabía que eran exactamente, pero por ahora son buenos amigos amantes de las construcciones y padres de un lindo huevo casi simétrico, pero eso era lo de menos.

Rubius sentía enormes celos con tan solo verlos hablar, pero sabía que solo eran amigos y nada más, Vegetta no podría cambiarlo por ese que ni siquiera podía pronunciar bien su nombre. El huevo pareciera estar bien, no tenía nada en contra por ahora.

Decidió irse rápido, no podía ver a su amado con alguien más que no fuera él.

El día paso rápido y Roier estaba sentado a un lado de la cama de su hijo y Jaiden también, hace un rato Bobby se había podido dormir, no fue muy difícil pero sí estaban cansados así que se fueron a su cuarto a dormir por fin.

—Good night Jaiden...

—Good night Roier—Respondió quedando dormida en su cama separada a la del otro.

Roier la veía dormir pacíficamente, lucía muy linda así pensó y se durmió pensando en el gran día que pasó hoy con sus antidepresivos llamados Bobby y Jaiden.

Qué le depara a esta hermosa familia? Ya lo sabrán.

¿Reemplazo?//Sproier__QSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora