CAPITULO 1 VIERNES

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Miro el reloj y son las 6 PM, veo que el tiempo paso rápido y es fin de semana, ya es hora de apagar el computador y guardar mis cosas cuando suena el teléfono, ese teléfono que debía desconectar, ese teléfono que no tenia que sonar, no a esta hora, si no contesto pensaran que ya me fui y disfrutare del fin de semana, sabia que si levantaba el auricular me arrepentiría, pero nuestro subconsciente cobarde nos juega malas pasadas y ya es demasiado tarde, el auricular estaba en el aire, Don José Tomas por favor a la oficina de gerencia.

camino por los pasillos veo como todos se arreglan, escucho risas, otros emocionados por sus panoramas que reflejaban sus rostros, en cambio yo caminaba con cara larga, es viernes maldita sea, es viernes. al llegar a gerencia veo el rostro de Javiera, secretaria del Gerente general que me mira con cara de pena, mi frustración se transforma en miedo, será que hasta aquí llegue, me van a despedir, no creo tanta mala suerte con un hijo en camino, una casa recién comprada y como todos muchas deudas. Vuelvo a mirar mi reloj marcaban las 6:05 PM, y los segundos se transforman en milenios, tomo asiento y espero.

Javiera que se caracterizaba por ser una persona muy fiel a la jefatura, era ese tipo de personas que su familia y su amor es la empresa, donde no existe el tiempo para una relación que no sea el trabajo, esa persona que es la primera en llegar y la ultima en salir, siempre pensé que ella era quien dirigía la empresa, se acerca y me ofrece agua o café, en mi mente temblorosa y llena de miedos, ya había dejado de escuchar las risas y mis colegas se habían marchado ya no quedaba nadie, miraba fuera y estaba todo escuro a lo lejos la señora del aseo que limpiaba y me hacia sentir que me miraba y con un movimiento pendular de su cabeza, sabia que estaba en problemas, no podía creer que hasta ella supiera lo que pasaría y yo sentado prácticamente sin noción de tiempo esperando mi despido.

Miro la hora nuevamente y mi reloj marcaba las 6:07 PM, escuchaba al gerente reír al otro lado de puerta, miro a Javiera con la esperanza que me mencionara algo una pista, por que me habían citado a reunión un día viernes al terminar el día y no tenia respuesta, solo recibo un café preparado en una tasa de esas con borde dorado y de porcelana que se notaba que era costosa con un aroma a café recién molido que solo los que disfrutamos el aroma de un buen café podíamos percibir, en mi interior aterrado, como le diría a mi señora catalina que me habían despedido, como asumiría los costos de llevar una familia y las deudas que conlleva tener una familia. mi corazón latía muy fuerte, necesitaba un cigarro, necesitaba gritar escapar por que conteste ese teléfono por que decidí levantarlo, que había pasado con mis planes del fin de semana, salir a comer con Cata, disfrutar del campo con mi futuro hijo que venia en camino, tanto en que pensar y tan nervioso y ansioso por que me hicieran pasar por esa puerta, puerta que estaba a dos metros de distancia, puerta que la encontraba enorme, seguía pensando en la amabilidad de Javiera que tenia fama de ser pesada, y conmigo tan amable, no podía ser que se apiadara de mi en ultimo momento.

Nuevamente miro mi reloj, mi hermoso reloj que con tiempo de ahorro lo había podido comprar, ese reloj que solo un ejecutivo de nivel podía llevar, ese reloj que te da estatus, esa mentalidad que la sociedad marca, ya que si te va bien y te ven bien es por que eres exitoso, esa rueda que gira y gira y no para de esta sociedad, marcaba las 6:09 PM, solo habían pasado 9 minutos desde que el teléfono había sonado y nada. En mi mente pensaba y si entro a la oficina de Don Gastón y renuncio y salgo digno, podría también reventar esa tacita de café contra el muro y salir de esta empresa y dejar un recuerdo, para algunos negativos para otros anecdótico, podría destruir todo a mi paso como he visto en videos de tik tok que tanto me hacen reír, dejar mi huella, que se ha creído llamarte para hacerme esperar, si me van a despedir por que no hacerlo y ya, no entiendo para que la espera, me decidí entrare y lo abofeteare. no voy a seguir esperando para tal humillación, donde hay un trabajo existen miles. Así que se mueran todos los de la empresa, 10 años de mi vida a una empresa que me echara de esta forma, no lo tolerare.

ya con el coraje en las nubes y armado de valor, me pongo de pie decidido en mi cabeza a dejar una huella y que mis colegas me recordaran como el que había abofeteado a nuestro jefe, se acerca Javiera y me ofrece otro café y si esta ves quería galletas, en mi mente GALLETAS, ósea que esta pasando, toma tu tasa de café y métetela por ............., esta decidido renunciare, siento el aroma a café recién molido con galletas caseras de vainilla que compraban en una tienda exclusiva alemana que me encantaba, que por su alto costo solo podía comprar de vez en cuando, y bueno si me van a despedir me comeré todas las galletas y disfrutare de este sabroso café y luego entrare y abofeteare a Gastón.

Mi reloj marcaba las 6:11 PM y nada, dos tasas de café y unas ricas galletitas para endulzar mi despido, la señora del aseo cada vez mas cerca con ese ruido de maquina que ya me estaba molestando, y pensaba dentro de mi, 10 años que solo me he dedicado a trabajar y no conozco el nombre de esta señora que llevaba años mas que yo en la empresa, me levanto y voy donde ella, con el fin de despedirme y conocer su nombre, llegando a su lado la saludo, hola como esta, a lo cual no recibo respuesta, en mi mente pensaba que era un día de aquellos que quería olvidar, nuevamente le digo HOLA, como esta y nada, Tan invisible soy que no me responderá el saludo, pelotudo de mi parte querer saludar a alguien que no conocía, claro como sabe que me despedirán ya no es necesario saludarme, empresa de mierda, trabajadores de mierda, en fin, soy un pelotudo un tarado, cuando de la nada la señora del aseo me pregunta, disculpe no lo escuche pues estoy con audífonos por el ruido de la aspiradora, ¿necesita algo?, solo me acerque a saludarla pues la he visto y no he tenido el agrado de saludarla y darle las gracias por encontrar mi oficina siempre limpia, en mi mente pensaba seré Tonto, como no darme cuenta, en fin, cuando llegue a casa le contare a Catalina esta pequeña anécdota.

la señora del aseo se llamaba Laurisa, había empezado prácticamente con la empresa, tenia una relación estrecha con Don Gastón, incluso llegue a pensar que entre los dos pasaba algo, pero solo eran pensamientos mal intencionados donde si era por chismear, solo podría hacerle daño a esa señora que no le hacia mal a nadie y no perjudicaría en nada a Gastón quien era mi enemigo mortal para ese momento. luego de darle las gracias por todo lo acontecido durante años de servicio por mi parte, la señora Laurisa me sorprende, disculpe usted es Don José tomas de la oficina B4? si ese soy yo, le pido que no me rete por tener la oficina tan desordenada, jejejejejeje, ella con voz dulce me contesta, como se le ocurre que lo voy a retar, solo le quería mencionar las fotos lindas que tiene de su esposa y sus mascotas, es un agrado ir a su oficina pues se nota el amor, yo la miro y sonrió, si, ella tiene la dicha de tenerme y yo tengo la dicha de tener esos perros que me alegran el día, jajajajaja, no sea así responde ella, esos ojitos de su esposa solo con la foto se nota que es feliz a su lado, discúlpeme lo que le dije no es mi intención entrometerme, a lo que replico, no se preocupe a esta altura ya estoy cesante así que no hay jefatura ni nada somos solo dos personas hablando, pero le agradezco sus palabras.

Don José tomas, disculpe que le pregunte esto, pero por que me dice que esta cesante, acaso renuncio? se aburrió de trabajar para esta empresa, usted lleva como 15 años, lo vi desde que llego recién salido de la universidad y como fue creciendo y subiendo de puesto año tras año, espero no se moleste con lo que le diré, pero si gusta hablo con Gastón para que le mejore su situación, usted sabe que mi relación con el es especial, usted es el único ejecutivo que se ha acercado a saludarme, yo en mi mente imaginaba a esta señora de edad con Gastón en alguna situación dudosa jajajajaj, mi rostro esbozaba una leve sonrisa que me sirvió para olvidar un segundo todo lo que se me venia por delante. en fin tenia que volver al salón donde estaba Javiera y seguiría esperando si Gastón se dignaba a recibirme o seguiría esperando.

6:15 PM todo sigue igual, en mi mente imaginaba en donde iría ya de camino a mi casa, que estará realizando Cata, mis perros, soñando mientras estoy en un rojo la camioneta que me gustaría comprar, cuando nazca mi hijo como seré como padre entre mil cosas. a lo lejos veo que una luz se prende, miro donde estaban las oficinas incluida la mía y veo que alguien esta entrando con unas cajas vacías, junto a dos guardias de seguridad, Alejandro y Leonardo, que son los encargados de acompañar a los trabajadores cuando son despedidos, pero que DIABLOS esta pasando, todavía no me despiden cuando ya hay personal ocupando mi espacio, SE ACABO, IRE A MI OFICINA SRA JAVIERA A VER QUE ES LO QUE PASA. mientras camino por el pasillo siento una puerta que se abre y me llama, Don José Tomas por favor pase a mi oficina, estoy a metros de mi oficina pero el gran jefe me ha llamado por fin, miro los rostros de Alejandro y Leonardo con una sonrisa, de esas que no sabes si es de maldad o de alegría, mi furia ya estaba a punto de explotar, los miraba y a mi lado parecían dos enanos que juntos no podrían provocarme el menor daño a lo cual siempre me he preguntado por que los escogen para proteger la empresa.

Solo un diaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora