777 vidas

31 8 0
                                    

Tic-tac, tic-toc

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tic-tac, tic-toc...,

repite el penoso reloj.

No me doy cuenta

de que debo prestarle atención.


El tiempo transcurre incansable.

Día a día, año a año.

Resulta impensable

que hayan pasado veinte años.


Debo permanecer alerta.

Y tú también.

Antes de que él caiga en la cuenta,

el reloj habrá llegado a diez.


¿Qué importa eso?, él interroga.

Y yo le digo que sí importa,

porque los que nada valoran

valorarán cuando les llegue la hora.


¿Qué hora?

Súbditos, el minuto en que el mesías

interceda por nosotros, con luz protectora.

El minuto en que llegue la brisa divina.


El tiempo se nos agota...

Devolvamos la vida prestada,

pero, a partir de ahora,

vivamos con más ganas.


Tic-tac, tic-toc...

De nuevo es él.

Riamos antes de que el reloj

y sus agujas lleguen a cien.


El tiempo avanza imparable.

Lustro a lustro, década a década.

Es indispensable

recordar que se fueron siete décadas.


Escrito el: 02.10.10

CPD: Colección de Poemas DivinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora