Tic-tac, tic-toc...,
repite el penoso reloj.
No me doy cuenta
de que debo prestarle atención.
El tiempo transcurre incansable.
Día a día, año a año.
Resulta impensable
que hayan pasado veinte años.
Debo permanecer alerta.
Y tú también.
Antes de que él caiga en la cuenta,
el reloj habrá llegado a diez.
¿Qué importa eso?, él interroga.
Y yo le digo que sí importa,
porque los que nada valoran
valorarán cuando les llegue la hora.
¿Qué hora?
Súbditos, el minuto en que el mesías
interceda por nosotros, con luz protectora.
El minuto en que llegue la brisa divina.
El tiempo se nos agota...
Devolvamos la vida prestada,
pero, a partir de ahora,
vivamos con más ganas.
Tic-tac, tic-toc...
De nuevo es él.
Riamos antes de que el reloj
y sus agujas lleguen a cien.
El tiempo avanza imparable.
Lustro a lustro, década a década.
Es indispensable
recordar que se fueron siete décadas.
Escrito el: 02.10.10
ESTÁS LEYENDO
CPD: Colección de Poemas Divinos
PoesiaVersos para mi Universo. Todos los poemas que he escrito para Dios en mi vida. Los agruparé a todos aquí, mencionando el nombre y el poemario al que pertenecen. Espero sean de bendición para quien lea. Trataré de ordenarlos de modo cronológico... Tr...