— ¿Y después que te dijo? —pregunto Roier a Vegetta una vez que cada quien tuvo su taza de café en mano— Quiso venir pero necesito un tiempo a solas, ¿sabes?
Las primeras dos veces había insistido con una expresión ansiosa como esperando que algo fuera a suceder si lo dejaba ir solo, lógicamente pensó que se preocupaba por él después de haberle contado que murió, ya a la tercera aceptó como si nada, contándole que él también iría a visitar a un viejo amigo.
— Y vienes a mi casa, ¿quieres que te deje pasar a la mina debajo para más privacidad? — se burló el chico araña a lo que Vegetta río negando
— No, bobo, eres mi cuartada por si llega a preguntar, pero ya que estamos, necesitamos ir a una dungeon para hacerlo más creíble — escondió su sonrisa detrás de la taza sabiendo lo que le iba a responder
— ¡Ah no! Vegetta, la otra vez morí un chingo de veces además estoy esperando a que llegue Jaiden, iba a venir porque... bueno... teníamos algo que hacer pero...
Roier parecía tan confundido como Vegetta cuando despertó, ¿a qué iba a venir Jaiden? recordaba de sus planes para cuidar algo juntos pero no lograba recordar que cosa era, probablemente las mascotas.
La sonrisa de Vegetta se amplió aún más alzando las cejas al mismo ritmo con picardía, Roier supo inmediatamente lo que pasaba por su mente y quiso parar el tren de sus pensamientos.
— No Vegetta...
— Quien te viera, eh Roier, no es necesario explicar nada, lo mejor será que regrese a casa ya, que ahora seré yo el que les de privacidad a ustedes
— ¡No vamos a hacer nada de lo que piensas! Vamos a cuidar algo pero no recuerdo que
— Si — afirmó cantadito — Y eso incluye usar globito — se le escapó una risa levantándose de la silla justo cuando el timbre de la casa sonó — Bueno Roier me voy en buen momento, ya llegó por quien pedias, es tiempo de irme
— ¡Pero que no vamos a hacer nada de lo que piensas!
Al abrir la puerta se toparon de frente con la inesperada visita de Spreen quien pasó como si fuera su propia casa sentándose muy cómodo en el sofá.
— Que onda capo, hola Pa'
— Spreen que sorpresa verte por acá, ¿a qué se debe tu visita a mi humilde morada? — le pregunta Roier con una sonrisa, para él era como si no lo hubiera visto hace mucho
— Pues nada simplemente pasaba por acá para ver que de bueno había pero lo único bueno que veo es mi viejo, ¿Qué hacen ustedes juntos?
¿Fue idea suya? o Spreen lucia mas serio de costumbre casi que molesto, aquello causo gracia en Roier y confusión en Vegetta quien era ignorante a las emociones del hibrido de oso negro, por el contrario el chico arácnido no se detuvo a pensar su siguiente movimiento, le encantaba provocar a Spreen. Se le acercó colocando el índice debajo de su barbilla para que lo mire solo a él, una sonrisa aparece en sus labios a lo que Spreen entrecierra los ojos sin dejarse intimidar.
— No me digas que estás celoso, mi amor, Vegetta solo es mi suegro pero yo voy por carne más fresca — Spreen reacciono justo como lo había predicho, se alejó de su agarre ocultando los nervios detrás de una fachada de molestia e indignación
— No seas pelotudo, allá afuera hay mucha carne fresca yo me largo de acá
Tomó su mochila al igual que su espada y salió de casa con la clave de acceso sin ni siquiera despedirse de Vegetta, escuchando las carcajadas de Roier detrás suyo.
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Arenas del Tiempo [FOOLISH X VEGETTA]
Fanfiction¿Por qué todo se ve tan perfecto y al mismo tempo se siente incorrecto? Vegetta considera que tiene todo para ser feliz pero desconoce porque siente un vacío en su corazón, un vacío que ni siquiera Rubius puede llenar, no es hasta que observa esos o...