When i see your eyes...

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El tiempo de viaje se sintió como una eternidad, demasiada distancia entre un lugar a otro y para hacer más rápido el viaje doméstico un caballo negro con manchas blancas el cual nombró como Vaquita con alguna de las manzanas que tenía guardadas, ahora solo le quedaba algo de carne y pan como comida, nunca en mucho tiempo ansío llegar a su casa y descansar por un largo tiempo.

— Vaquita cariño ¿Tu has visto la película de la chica esta que se llama Mulán? Ella tiene un caballo como tú y te he llamado igual, a que es un buen nombre, ella es una gran guerrera y su caballo es fiel y fuerte, somos iguales, cuando lleguemos a casa vas a llevarte bien con Bruno, Roier y Vicente, solo Vicente es caballo porque Bruno y Roier son unos burros, pero buenos animales

Acaricia la cabellera del animal con cariño, siempre le han gustado los caballos totalmente blancos y uno que otro oscuro, pero gracias al largo viaje recorrido tuvo mucho tiempo para encariñarse con el semental. Si tiene oportunidad lo llevará a casa, es tiempo de hacer un establo e ir colocando más caballos ahí.

Lo que le tenía pensando es donde dejaría a Vaquita en lo que se adentraba al mar, la opción más viable era dejarlo atado al árbol más cercano. No dejó ningún objeto importante en los bolsillos de la montura del caballo, lo guardo en su propio inventario por si las dudas, no será que alguna persona le haya seguido y le robe.

— Bien dicen que si regresa es tuyo sino nunca lo fue

Se daba ánimos dando pequeñas vueltas alrededor de la orilla mirando una vez más el mapa que indicaba la dirección y los pocos metros que lo separaban de su destino.

Se preguntó como estarían las cosas en la dungeon, esperaba que nada malo suceda en su ausencia, aunque no es como si él fuera el jefe o líder de la isla para mantenerlos controlados como niños pequeños. Suspiro una última vez antes de tirarse al agua nadando con agilidad y rapidez, además de luchador, se consideraba buen nadador y confiaba en su capacidad pulmonar al aguantar la respiración.

En un principio creyó que se encontraría con un templo sobre el agua, con cascadas y enormes ventanas, ocupando el triple de ancho que lo era su torre de largo, paredes blancas relucientes al toque del sol, una construcción digna de una misión brindada por los dioses pero en lugar de eso solo encontró agua y más agua.

— ¿Eh? No tío, no me digas que está en el cielo, será extremadamente difícil subir

Entre cerró los ojos intentando ver al cielo. Una sensación resbaladiza hizo contacto con su pierna e inmediatamente miró debajo suyo al agua encontrándose con diversos tiburones, algunos grandes y otros más pequeños, siendo las crías.

Vegetta se quedó quieto, tenso y precavido de no verse como una presa para ellos, sus movimientos para mantenerse a flote eran fluidos y tranquilos.

— Hola amigos tiburones, veo que he entrado en su territorio, no se preocupen que solo vengo de paso, no quería incomodar

Hablar en voz alta le ayudó a mantener la calma por breves instantes sin embargo volvió a sentirse tenso al ver un tiburón blanco acercarse a él a nado lento, como si quisiera casarlo o al menos así lo miro Vegetta. Estuvo a punto de sacar su espada pero el tiburón le pasó por un lado comenzando un nado alrededor suyo, no como depredador, sino como amigo.

— Eh... ¿No vas a comerme? — miró un ojo del tiburón el cual se sumergió en el agua por cortos segundos — Vale, tomaré eso como un no, ¿entonces que quieres de mi?

Al cabo de unos minutos se cansó de ver al tiburón dar vueltas alrededor en un bucle infinito, su cabeza se sumergió en el agua y fue ahí cuando lo vio, debajo del tiburón en las profundidades se podía ver un templo sumergido, con una estatua en lo más alto del lugar.

Arenas del Tiempo [FOOLISH X VEGETTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora