Hacer las paces con el diablo

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Cualquiera se pondría a hablar sobre su vida o momentos que ha recorrido a cada instante, o describiría la naturaleza que le rodea deteniéndose unos minutos para admirar lo bonito de las hojas verdes en las ramas o el lago que justo pasa por un lado que luce cristalina, pero para Mariana eso no era importante, tenía tanta prisa por llegar a casa del chico malo que no le importó toparse con una que otra araña o esqueleto, además no se sentía con el animo de pelear con los monstruos aquellos, gastaría energías y recursos y de plano no estaba interesado en ello, por eso solo los brinco por encima o empujó de una patada abriéndose paso.

Roier ni siquiera se molestó en explicarle lo que pasaba pero su voz le dejó bien en claro que era algo urgente, conocía a su amigo, algo sucedía.

A mitad de su destino se le apareció un híbrido de oso café provocándole un susto que le hizo gritar y retroceder sacando su sartén del cinturón. Al darse cuenta que no era ningún monstruo sino un habitante más, bajo la guardia aún con el susto.

— Ay! pendejo, no te me aparezcas así pa, al chile si te vengo metiendo un vergazo la neta —se quitó el sudor de la frente con el dorso de la mano echándose aire con la misma

Entrecerró los ojos con intriga por la desconocida identidad del susodicho, antes de que el hombre pudiera justificar nada Mariana volvió a gritar pero esta vez al recordarlo.

— Tú estabas con todos el día del reto, siendo sincero ni me acuerdo de tu nombre pero te vi por ahí

— Y yo te recuerdo de otra forma con Slime, natural que no me recuerdes bien estabas ocupado, soy Rubius —el híbrido sonrío con picardía extendiendo una mano hasta él a lo que Mariana se sonrojo sonriendo en grande en una combinación entre divertido y avergonzado sosteniendo la mano contraria

— Olvida eso, ¿Qué te trae por aquí? me presentaría pero ya sabes quien soy

— Y muy bien, o al menos lo suficiente, necesito que me ayudes con una cosita que nos puede salir bien a ambos —Rubius dio un apretón a su mano antes de soltarla recargando la cintura en el árbol más próximo a él cruzándose de brazos.

La mirada de Mariana refleja curiosidad olvidando por un instante que tenia que encontrarse con Roier.

— Es simple, solo tienes que recordar un pequeño dato vital —lo siguiente que Mariana escucha es un chasquido de dedos y de pronto un fuerte dolor de cabeza inundo sus sentidos, ahoga un grito de dolor sosteniéndose de un árbol pero no tuvo mucho tiempo para lamentarse cuando el híbrido sostuvo sus mejillas con una sola mano girando su rostro para que lo mire solo a él— Y encárgate de hacer bien tu parte, yo me encargare de Vegetta

Con esas últimas palabras desapareció en un instante dejando solo al chico. Mariana se dejó caer al pasto y de la nada su corazón dio un huelco cuando a su mente llegaron recuerdos de un chico amigable y gracioso que le sonreía y lo trataba como si fuera suyo, un chico rubio alto con ojos verdes cual esmeraldas, sintió la necesidad de tenerlo cerca y curiosamente el rostro se le volvía caliente de solo pensar en él.

— Foolish...

— Foolish

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Arenas del Tiempo [FOOLISH X VEGETTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora