Capítulo 2: Un Verano Muy, Muy Caliente

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Pasaron un montón de meses, Ethan se volvió más y más cercano a mí. Me llevaba de paseo a cada rato, a espectáculos, parques de diversiones, el zoológico y algún que otro lugar. Es muy divertido pasarla a su lado.

Hoy es fin de semana, estoy en la habitación haciendo la tarea. Ethan pasó por el umbral al cuarto, como de costumbre no lleva nada que cubra su torso y exhibe toda su masculinidad, pero hoy también lleva unos shorts algo cortos color café destacando sus piernas y su paquetón se le marca más de lo usual. Debido a esto evito mirarle demasiado. Pero está justificado a vestir así, puesto que el verano está llegando y hace un calor infernal, así que va caminando por todos lados meneando un abanico de papel que le hice hace unos días.

– Ah~ Que calor, maldita sea – se quejó por enésima vez en el día

– Que digas que hace calor solo te haré sentirte peor – dije sin despegar la vista de mi cuaderno

– Lo sé. Pero es que en serio es irritante. Incluso el agua del baño está caliente, no hay forma de refrescarse por aquí.

– Bueno… intenta concentrar tu mente en otra cosa entonces – sugerí

– ¿Tú no tienes calor? – me preguntó

– No tanto porque mi cuerpo no es tan grande. No tengo demasiada grasa corporal así que sudo menos. Pero aun así es molesto, así que intento concentrarme en los deberes.

– Llevas rato sin escribir.

– Es que estoy atascado, las mates se me hacen bastante complicadas la mayoría del tiempo.

Se acercó a mí afincándose en el escritorio desde detrás de la silla donde yo estaba. Su olor a sudor es más que perceptible desde donde estoy. No diría que es desagradable, al contrario, su olor corporal masculino es siempre más que bienvenido por mi sentido del olfato. Pero el calor veraniego lo hace exagerar un poco más…

– Veamos… ¿Qué debes hacer para resolver esa ecuación? ¿Cuál es el procedimiento básico?

– Pues… se supone que debo usar esta fórmula, aunque no me da un resultado que se ajuste a la respuesta que necesito. Tampoco encuentro ningún error en mis cálculos así que no sé qué estoy haciendo mal – explicaba señalando el cuaderno

Revisó el ejercicio por unos segundos – Ya veo, no hay ningún error en tus cálculos. Lo que pasa es que debes hacer algo antes, fíjate en la ecuación. Debes sumar estos dos dígitos antes – explicó señalando con el dedo

– ¡O-oh! ¡No me di cuenta! – borré todo lo que había hecho y comencé una vez más. Luego de hacer lo que dijo obtuve un resultado viable con menos esfuerzo – ¡Wow, Ethan, eres un genio! – le miré emocionado y él se echó a reír – Te graduaste hace tres años ¿no? ¿Cómo es que recuerdas lo que estudiaste en instituto?

– No es por presumir pero era un estudiante modelo en mis años de instituto. Y tengo muy buena memoria, simplemente eso.

– Es bastante increíble. Yo no soy nada bueno en ciencias.

– Entonces pídeme ayuda cada vez que no entiendas algo en mates. Te ayudaré siempre que sepa la respuesta.

– Está bien – sonreí. Guapo e inteligente ¿Quién no le querría así? – Entonces ya terminé mis tareas

Fue hasta la cama y se sentó quitándose las sandalias, agita con fuerza el abanico.

– Oye, Dani… ¿Hay algún lugar al que quieras ir?

– ¿Algún lugar? – Cuestioné – No especialmente ¿por qué?

– Porque el domingo que viene es tu cumpleaños ¿Cuándo pensabas decírmelo?

Fuera de Escala [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora