cupido en apuros ★ spruan

02: ¡cupido, infringiendo la ley!

carrera, importandole poco que sea castigado por infringir las reglas, las cuáles dicen estrictamente que cupido JAMÁS debe interferir entre el descubrimiento de las almas gemelas, al ser el único en conocer dicho detalle, dejaría de lado la belleza del reconocimiento y el amor verdadero, el cuál solamente se desarrolla cuando ambas almas gemelas son concientes de su destino, lo aceptan y lo viven; vió frente suyo el gran edificio donde spreen y juan trabajan, tragando saliva acomodó su playera suelta blanca, tardó en escoger un conjunto que fuera más humano, se adentró y habló con las chicas que atendían.

–uh, disculpa ¿se encuentra juan? me llamó hace unos minutos para que lo acompañe a almorzar y eso-

"por favor que esté, por favor que esté" sería vergonzoso si dijeran que hoy se tomaba el día libre, entonces se notaría a kilómetros que era una mentira.

–por supuesto, ¿en qué puedo ayudarle?-

–sí, bueno, verá, soy, soy amigo suyo y él dijo que trabajaba aquí y bueno, quise, ya sabe, venir a visitarlo-

los ojos dudosos de la mujer frente suyo lo hicieron ponerse completamente nervioso, quizá no era la mejor excusa, pero era la única que se le ocurría, era su único plan por el momento, así que, debía seguirlo hasta que sea descubierto, después podría pensar en otro si ese no funcionaba.

–claro, dígame su nombre y hablaré con el jóven juan para que confirme-

mordió su labio inferior y se resignó a decir su nombre.

–rodrigo carrera-

minutos después un guardia llegó y dijo que lo guiaría hasta donde juan se encontraba, no podía creer que funcionara, frunciendo el ceño siguió al guardia, hasta llegar a una puerta que decía "green star", después de investigar a juan reconoce que es una de las canciones más famosas que el cantante sacó, nervioso tocó la puerta, un dulce "adelante" le respondió, abrió la puerta y se encontró con un salón enorme, lleno de espejos, a su derecha había un juego de sofás, una televisión, equipo de sonido y grabación, junto con un escritorio con varias pc, un piano, guitarra y violín, más a la izquierda había una pequeña cocina, con refrigerador, microondas y una estufa eléctrica.

en medio del salón, estaba juan, que traía una sudadera rosa y un short azul, se secaba con una toalla mientras se acercaba curioso a carrera, quien entró a la sala.

–sé que te dejé entrar, pero realmente no sé quién eres ¿realmente eres un amigo mío?-

el castaño tenía la cabeza ladeada, queriendo reconocer al ojiverde frente suya, debía admitir que el chico era demasiado atractivo.

–yo, uh ¿realmente no me recuerdas? nos conocimos en la iglesia hace unos días, me ayudaste a llevar unos cafés a mi departamento, para, ya sabes, mis amigos, sí, hablamos un poco y te reconocí, ya sabes, eres juan cubito, dijiste que algún día debía venir a verte, así que, aquí estoy-

habló mientras usaba un pequeño poder que le lanzaba, bugia bianca, que significa mentira piadosa, con verlo a los ojos, mientras narraba su mentira podía introducir en su mente una falsa realidad, creando un escenario inexistente a quien sea.

–¡oh, sí! ¡lo recuerdo! soy tan torpe ¿te gustaría almorzar? es la hora de mi descanso y de verdad muero de hambre-

sonrió, acercándose al pequeño baño que estaba en la sala de prácticas, carrera asintió.

–sólo deja que me vista, enseguida vuelvo carre-

ese guiño hizo que el corazón de carrera se acelerara.

«"no caigas en sus encantos, no caigas en sus encantos, no caigas en sus encantos"»