Juega la noche a perseguirme.
Le divierten mis ojos saltones
la mirada esquiva
el pulso nervioso
el hedor a miedo.Tiemblo.
Tiemblo y ríe. Tiemblo y lloro.
Tiemblo y recuerdo el temblor de aquellos ojos.
Tiemblo, tiemblo y no temo
a lo vil y oscuro
de la cruenta persecución:
temo, temo al temor
de sentir sentimiento alguno.A la crisálida de la noche
una de sus sombras
convirtiósele en humano.
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Asimetrías del Alma
PoesíaPoemario tan asimétrico como el corazón de su escritor... Los sentimientos no son como las fuerzas de Newton, que tienden a compensarse; ellos se estremecen desordenadamente en libertad; ellos carecen de simetría... No le prometo los versos más herm...