Al asomarme distinguí a un chico de sudadera negra y con el gorro puesto que caminaba por los pasillos, pero no pude verle el rostro desafortunadamente.
Me acerqué a Suran.
- ¿Qué onda con ese chico raro y descortés? – pregunté. Suran levanto los hombros.
- No se quien sea, no se dejo ver la cara, solo se paso así sin más.
El ambiente en la biblioteca se puso algo tenso y un sentimiento de tristeza me inundó y era algo que no podía comprender, lleve una de mis manos a mi pecho.
- ¿Te sucede algo Yoongi? – me pregunto Suran frunciendo el ceño.
- N...no – dije sin quitar la mano de mi pecho – es solo que – comencé llorar ¿Qué me esta pasando?¿por qué estoy llorando?
- Yoongi ¿Qué te pasa? – Suran salió detrás del escritorio donde estaba y tomó mi mano.
- No se que me pasa – dije entre lágrimas – siento... una presión en el pecho que no me deja respirar – dije aún llorando – me siento muy triste.
- Ok, ok, espérame aquí, iré a ver a Namjoon para que pueda regalarme un vaso de agua, estás trasudando – me tocó la frente, asentí y vi como Suran manejaba con torpeza la silla de ruedas.
Me senté en el escritorio, las lágrimas no dejaban de salir, aún no entiendo el motivo por el cual estaba llorando, ni el por qué tenía tanta tristeza.
Cerré mis ojos y trata de recordar momentos agradables, respire profundamente y sentí como la tristeza se iba, de pronto me encontraba bien, no sentía nada, estaba neutra como minutos antes.
- ¿Qué me sucede? – dije.
Sacudí mi cabeza, y decidí olvidarlo, claro si es que podía ya que algo como eso no se podía olvidar fácil ¿acaso estoy loca? Saque de mi mochila, mi pluma y una hoja blanca, había recordado que aún no hacía el reporte que nos habían dejado, así qué tal vez hacerlo sirva de distracción.
Comencé a anotar detalles de la presentación así como también, expliqué que la leyenda que más me había gustado era "El Hijo de la Luna"
Fue cuando unos tomos de libros muy extraños se azotaron en el escritorio, levante la vista aterrado por el gran estruendo.
- Me llevare estos – dijo el chico de la sudadera negra.
Quite un mechón de cabello de mis ojos , el cual me impedía ver con claridad. El era un chico con una piel extremadamente blanca o ¿pálida? La mayoría del cabello lo tenía oculto bajo el gorro de la sudadera que tenía puesta, salvo un mechón color caoba que caía sobre su ojo derecho, el color de sus ojos era un azul extraño casi pegándole al gris, en cuanto a complexión era delgado y parecía medir como 1.74 metros. Era un chico guapo, muy guapo, para ser sincero poseía una belleza muy inusual.
El chico al note que me le había quedando viendo más de la cuenta, me dedico un mirada fría.
- ¡Oh si! Disculpa un momento – saque la libreta para anotar la ficha bibliográfica del libro.
- No te molestes, estos libros son bastantes viejos, el título es casi imposible de ver – dijo fríamente.
Observé los libros y tenía razón.
- Bueno en todo caso anotaré el número de serie – dije buscándolo en el lomo de los libros. Anote con cuidado los números y alce la vista discretamente, el de encontraba leyendo mi reporte.
- ¿Algo más? – el volvió la vista hacia mi y curvo la comisura de su boca.
- No - dijo y tomo los libros, para después salir de ahí.
Me quede pensando, que chico tan mas extraño, tome mi reporte, y este se comenzó a incendiar sin razón.
- ¡Aaaaaah! - grite y lo deje caer del otro lado del escritorio, me dirigí hasta ahí para apagarlo con el pie.
- ¿Que ocurre? - pregunto Suran, gire a verla y tenía un vaso de agua en las manos.
- Es que...es que...mi reporte se incendio sin razón - dije - trataba de apagar el fuego.
- ¿Hablas en serio?- asentí, Suran dejo el vaso de agua en el escritorio y se acerco a donde yo estaba, se inclino un poco y levantó el papel - ¿Estas seguro? Para mi esto no se ve quemado sólo arrugado y sucio por la suela de tu zapato - me lo mostró.
- Que? - dije y tome el papel - pero...te juro que se incendio me quemó la mano - y si aun tenía la sensación de ardor.
- Creo que estas exagerando - dijo yendo detrás del escritorio - lo malo es que tendrás que volver a pasar en limpio tu tarea - eso era lo que menos me importaba, lo que importaba era que me estaba volviendo loco. Solté un suspiro - Por cierto, el chico ese extraño que entro ¿ya ha salido?
Asentí.
- Si, a decir verdad era un muchacho muy extraño - fruncí el ceño.
- ¿En verdad? ¿Cuáles libros se llevó? – pregunto.
- Eran unos que el título no se les podía ver, solo anoté el número de serie – Suran asintió y checo.
- Muy bien, pero...que raro que a los libros no se les pudiera ver el título, le dire a Hoseok – tome el vaso de agua y bebí un sorbo.
- Pues si, creo que es raro – dije y volví a beber agua.
- Y, ¿era guapo? – casi me atraganto.
- ¿Perdón? – dije limpiando mi boca con la manga de mi suéter.
- Que si el chico era guapo – me sonrió.
- Pues... pues creo que si – dije encogiéndome de hombros.
- ¿Cómo era?
- Pues... tenía piel blanca, muy blanca, ojos ¿azules? Aaamm su cabello era color caoba, era delgado y un poco alto – mire a Suran quien tenía un semblante algo asustado.
- Júralo – asentí.
- ¿Hay algún problema? ¿Lo conoces? – pregunte.
- Creo... - se acercó a la salida de la biblioteca y miró el cielo – la Luna es... es luna creciente.
- ¿Y? – dije
Ella se metió y fue a los estantes de los libros.
- Y... teníamos unos libros que nos explicaban las leyendas y cosas paranormales pero había uno muy valioso, eran las leyendas de "el beso del diablo" – dijo con desesperación buscando el libro – el libro que buscó contaba la leyenda del hijo de la luna, el cual explicaba cómo era aquel joven, todos pensaban que el se había quedado como un infante – dijo yendo a otro estante, yo la seguí – pero no fue así, el creció, y también decía que el color de sus ojos varía conforme las fases de la luna, si mal no recuerdo el azul casi gris es para la luna creciente – giro a verme – dime Yoongi ¿sus ojos eran azules casi grises o eran azul normal?
Lo recordé... sus ojos eran casi grises.
- Eran.. casi grises.
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Hijo de la Luna - TAEGI |ADAPTACIÓN|
FanficADAPTACIÓN La leyenda que nadie quiere contar. La vida de Min Yoongi es sumamente normal, la típica vida de un chico de 19 años que solo buscaba ser alguien en la vida, el a decidido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bie...