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Atsukio Hiirotsuki.
Ahí estaba yo, sentada en una habitación en un sillón raramente muy cómodo en frente de una señora que dice ayudarme psicologicamente, a veces la cuestionaba, y el ver el rumbo en el que hiba mi vida y salud mental simplemente me dejaban más dudas, pero por si me lo preguntan, diría que si, si me ayudó.
— Entonces cuéntame, Atsukio, ¿Qué recuerdas del día del accidente?
Aquí vamos de nuevo con la misma pregunta.
— Ya sabe, lo de siempre, un choque, golpes y unas vigas de metal que atraviesan a mi madre. — Dije directa como si la culpa no me carcomiera por dentro. Cómo si no me importara...
— Atsukio, creo que deberías expresarte de una mejor manera, ya que hoy es nuestra última sesión — Y estoy muy agradecida por eso, e estado en estas sesiones por más de 8 años, no con la misma psicóloga pero seguía siendo odioso.
— Bueno, e contado tantas veces esa historia que e perdido la cuenta.
— Supongo que tienes razón, pero quería ver como te expresarías ahora después de tantos años.
— Pues que le puedo decir... Me expreso mejor que antes de diferentes formas, más de lo que hubiera pensado antes, yo creo que eso es un avance.
— Tienes razón, es un gran avance, me alegra saber que tú forma de ser y la forma de ver la formas allá cambiado para bien durante todo este lapso de tiempo, no todos son tan fuertes como tú Atsukio. — Yo no lo sentía haci.
— Eso supongo... — Digo sin saber muy bien que responder.
— No es solo suponer, es creer lo, Atsukio, tienes que creer lo tu y nadie más, estoy segura que lo entenderás en su momento.
— Eso espero... — Digo con una leve sonrisa bajando la mirada. — Lo intentaré. — Digo sin muchas ganas con un pequeño suspiro.
— Bueno, esperó que te valla muy bien, Atsukio. — Dijo mientras se levantaba.
— Gracias por soportarme todo este tiempo. — Dije imitando su acción, mientras ella esbozo una pequeña risa.
—No hay de que Atsukio, sabes que si necesitas algo estaré aqui.
—Gracias, asta luego—Dije extendiéndole la mano y ella la estrecho con la suya.
— Asta luego, y que te vaya muy bien en tu nueva preparatoria. — No me lo tenia que recordar.
— Si, gracias, adiós. — Dije mientras salía de la habitación y me dirigía a la salida del edificio donde el chófer me estaba esperando para llevarme a casa.
Y así es como termina una tortura y comienza otra, pues me cambie de preparatoria. Yo fui a una preparatoria privada en mi primer año pero nos volvimos a mudar hace no mucho a nuestra antigua casa ya que nos habíamos ido de esa casa ase años debido a una remodelación y ciertos asuntos con el trabajo de mi papá, pero después volvimos a la casa de roppongui, supongo que fué por cierto asunto con la empresa, no creo que nadie esté emocionado de volver.
Como mi antigua preparatoria se encuentra literalmente al otro lado de la ciudad se le hiso más fácil a mi padre el meternos a mi y a mi hermana a una prepaparatoria en el área la cual es publica, y eso es lo que no me gusta.No me malinterpreten, no es por ser niña consentida ni nada por el estilo.
No me preocupan las escuelas públicas si no donde están las escuelas públicas y roppongui ya no es el mismo de ase años ya que hay más delincuencia y lo que más me molesta son los pandilleros y estoy segura que en esa escuela debe haber más de uno. Definitivamente ese lugar no es para mi pero no tengo opción. Si ellos llegarán a intentar algo les partiré la cara.
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~Amor Rojo~ {Ran Haitani × oc)
RomanceAtsukio nunca creyó que el conocer a ese tal Ran Haitani cambiaría su vida por completo. Pensó que no habría problema si tan solo lo ignoraba, pero el Haitani parecía tener otros planes... Una historia de amor entre dos jóvenes que vienen de mundos...