Capitulo 21

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-Olvidémonos del mundo
Y de todos los problemas por
esta noche...

El cielo se vistió de gala, la luna se abrazo con el sol mostrando un perfecto eclipse

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El cielo se vistió de gala, la luna se abrazo con el sol mostrando un perfecto eclipse.

Había tenido la mejor cita de toda mi vida, Minho me sonría y pude ver ese brillo en sus ojos y sin pensarlo lo tomé de la cintura y uní nuestros labios, al principio fué un beso tierno y lento pero poco a poco se convirtió en un beso apasionado y brusco, sentí el calor entrar en todo mi cuerpo, levante su camisa llevando mi mano a su espalda acarindolo, sintiendo su tibia y suave piel, no estaba seguro de lo que estaba por venir pero algo si era más que seguro y es que deseaba a Minho, lo deseaba con todo mi ser.

Lo tomé por debajo de sus brazos y lo subí a mi cintura haciendo que abrazara mi cuerpo con sus piernas, camine hasta nuestra habitación sin separar nuestros labios, lo deje Caer sobre la cama, me subí a su cuerpo sin dejar caer todo el peso de mi cuerpo sobre él.

Desabotone el primer botón de su camisa y hundí mi cara en su cuello presionando mis labios sobre esté, le bese tanto que incluso pensé que le dejaría marcas, lleve mis manos hasta los demás botones de su camisa, desabotonandolos uno a uno y sin pensarlo le quite esa tonta tela que me estorbaba dejando su torso desnudo.

Observe su abdomen levemente marcado, a pesar de que la leucemia lo hizo bajar de peso, aún se le notaban los resultados del ejercicio que hacía antes de enfermar y esas pequeñas manchas en su piel producto del cáncer.

—¿Se ven mal?— Preguntó en un susurro dejándome ver sus mejillas con un tono rojo carmesí.

—Tu cuerpo es hermoso, todo de ti es hermoso— lo halague y él me regalo una sonrisa avergonzada, lleve mis labios hasta los suyos y dejé un corto beso en ellos, luego mi boca recorrió todo su torso besando cada parte de su cuerpo desnudo, haciendole soltar pequeños gemidos, me detuve al llegar abajo de su ombligo y topar con el cierre de su pantalón, me dí cuenta de lo que estaba apunto de hacer y reaccioné rápidamente separándome de él, no podía continuar, no quería lastimarlo.

—Lo-lo siento— Susurré sintiéndome un idiota por no controlar mis hormonas.

—Tomaré una ducha— dije quitándome de encima de Minho pero él me tomó de la muñeca de mi mano haciendo que cayera nuevamente sobre él, me envolvió el cuello con sus brazos y me jaló hasta que nuestros labios quedaron presionados.

—No te detengas por favor— me susurró al oído, sentí un escalofrío recorrer mi piel y me descontrole, quité su pantalón dejándolo solo en sus boxer negros que le quedaban realmente bien, su pene se le marcaba, trague saliva solo al imaginarme cabalgando sobre él.

—Llevas mucha ropa Han Jisung, puedes quitartela haciendo un baile para mí— le sonreí, sintiendo mis mejillas arder

—¿Es un fetiche tuyo, cariño?— Pregunté haciendo que se sonrojara de nuevo.
Me levante de la cama, me paré frente a él y comencé a bailar, no iba a negarle nada, si él me decía que saliera desnudo por toda la ciudad y gritará cuánto lo amo, yo estaría dispuesto a hacerlo, haría todo por él, haría absolutamente todo por verlo sonreír.

Quite la primera pieza de mi smokin y se la lancé a la cama, camine hasta él, coloqué una de mis manos en su hombro y empecé a bajarla hasta llegar a su entrepierna haciéndolo gemir, me aparté de él y comencé a desabotonar mi camisa, veía como Minho se mordía el labio inferior, sus mejillas estaban más rojas, quité la camisa y se la volví a lanzar, cundo llegó el momento de quitarme el pantalón Minho llevó sus manos hasta su rostro cubriéndose los ojos, caminé hasta él y se las aparte, le bese la frente y luego sus labios, levante su mentón con mi dedo índice para que me viera a los ojos.

—Quiero que me mires— le susurre al oído pasando mi lengua por su lóbulo haciéndolo estremecer.

Saqué mis pantalones y los lancé al piso, caminé rápidamente hasta Minho y me senté en su regazo y lo bese, moví mis caderas haciéndolo gemir fuerte, baje su boxer y sin siquiera prepararme, lo alinee a mi trasero y me penetre, dolio como el infierno y ese fué el inicio de una apasionada noche...

Esa noche hicimos el amor por primera vez y sobra decir que le bese hasta la sombra, tal y como lo dice Ricardo Arjona...

Esa noche hicimos el amor por primera vez y sobra decir que le bese hasta la sombra, tal y como lo dice Ricardo Arjona

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100 días contigo (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora