100 días contigo (Minsung)

Capitulo 24

Nota: Para una mejor experiencia
Reproduce la canción In The Star
De Benson Boone.
Reproducirla desde el
Inicio del cap hasta el final.
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---Quiero pensar que aún tengo
Toda una vida para disfrutarla
Contigo...🫧

—Jisung—

Grité levantándome de golpe del lugar donde me encontraba, no recordaba con claridad lo que había pasado, pero desperté en la habitación de Minho.

—Hey ardillita estoy aquí—
Él estaba a mi lado tomándome de la mano, Él me sonreía tan bonito que quería tatuarme esa sonrisa en mi piel para que no se borrara nunca, me le lancé encima abrazándolo como que si de ese abrazo dependiera toda mi vida.

—Esta bien, todo estará bien Hannie— susurraba dándome golpes suaves en mi espalda.

—Nada estará bien, Min no creo que pueda soportar perderte, no quiero perderte, por favor llévame contigo—
Lloriquie en su hombro, él me separo del abrazo y colocó sus manos en mis hombros y sus lágrimas empezaron a caer...

—Hannie me encantaría que vinieras conmigo pero sabes que nos es posible, pero te estaré esperando, solo vive y se feliz mientras yo no estoy, bebé esta no es una despedida porque nos volveremos a encontrar ya sea en el cielo, el infierno o en otra vida, así que deja de llorar por favor, no quiero que esa carita tan bonita que tienes se arruine con el
llanto— Sus pulgares limpiaron mis lágrimas.

—¿Cuanto tiempo estuve desmayado?—

—Más de ocho horas, cariño—

—Perdón Min, se suponía que debía cuidarte y me desmaye, lo siento—

—No te disculpes cariño, Hyunjin y Felix nos trajeron aquí, ¿Quieres cenar?
Te he comprado gelatina de limón.

—Me encanta la Gelatina de limón— respondí sonriendo un poco, Minho tomo nuevamente mi mano y bajamos a la sala donde estaban sus padres y su hermano los salude y ellos me devolvieron el saludo.

—Lo siento— me disculpé y todos me voltearon a ver extraño

—¿Por que te disculpas cariño?— preguntó la señora Lee

—Por que tenía que cuidar a Min y me desmaye, de verdad lo siento—

—Cariño no te disculpes, gracias a que tú lo llevaste al hospital a tiempo él esta bien y no te culpes, lo que dijo el doctor fue algo fuerte y tú tampoco eres un robot sin emociones, te entiendo perfectamente, ven acá—
La señora Lee me extendió sus brazos y me abrazo, sentí el calor de una madre en su abrazo me sentí reconfortado.

Cuando terminamos de cenar Minho y yo salimos al jardín y nos recostamos en el césped para ver las estrellas, esa noche las estrellas Brillaban con intensidad haciendo que el cielo se viera hermoso.

—Cuando muera búscame en las estrellas Hannie, me encontrarás como la más grande y brillante— El nudo en mi garganta empezó a formarse.

—¿Que pasa si no te encuentro?— Pregunté con el fuerte dolor en mi pecho.

—Si no me encuentras en las estrellas es por que estoy en tu corazón Hannie, siempre estaré contigo, me puedes encontrar en la brisa, en las gotas de lluvia, siempre estaré a tu lado aunque no me veas— ¿Debería aceptar que lo pediré muy pronto?.

—¿NO tienes miedo de morir?— Mi voz salió casí como un susurró.

—No le tengo miedo a la muerte pero si tengo miedo de dejarte solo Hannie, todo este tiempo he sido un egoísta y solo he pensado en mi felicidad dejando de lado lo que tú sientes, perdón por eso— agachó su cabeza y mordió su labio con pesar.

—Min— Sentí mi garganta secarse
—Estaré bien cariño,  no voy a llorar mucho, bueno al menos  prometo que lo intentare— Lo tomé de sus manos y la lleve a mi beca, están frías —Min, ¿por qué siento que te estas despidiendo?— Pregunté sintiendo presión en el pecho —Aún no estoy preparado para dejarte
ir— no pude contener las lágrimas, nadie está preparado para ver al amor de su vida morir —Todavía tenemos muchas cosas que hacer juntos, cosas como casarnos e ir de luna de miel a Malasia—  Por un momento pensé que me daría aún un ataque de ansiedad.

—Hannie bebé— Minho me tomó de las mejillas y limpió las lágrimas que resbalaban —Esto es como una pre-despedida, no se exactamente cuántos días me quedan, no se si voy a lograr despedirme de ti— Solloze más fuerte.

—Entonces no te despidas mi amor,  tú mismo dijiste que esto no era un adiós, que nos volveríamos a encontrar, así que no te despidas por favor— Me le lance a los brazos y me permití ser frágil.