Charlie Brown ha sido un niño que ha vivido con muchas inseguridades durante una gran parte de su vida, y todas han sido causadas por su propios miedos.
Al momento en el que le toca explicar una composición o un reporte de libro, el sentir las miradas de todos sus compañeros sobre su persona lo llegaba a agobiar, lo hacia que se sintiera sofocado.
Y justo eso, es lo que sentía que a el mismo le estaba ocurriendo precisamente.
Acababa de terminar de explicar el dibujo que el mismo había hecho, y justo ahora todo el salón estaba metido en un gran silencio.
Para el buen Charlie Brown el silencio podía ponerlo mas nervioso que cualquier ruido que puede llegar a existir y a extenderse a lo largo y ancho de sus oídos.
Al punto en que aquella opresión en su pecho comenzó a hacer efecto dentro de su persona, el pobre chico de camiseta amarilla solamente atina a cerrar los ojos esperando cualquier tipo de insulto o de burla de parte de todos sus compañeros, o de la mayoría al menos.
Sin embargo...
-Deja eso atrás tonto. -se escucho una voz dentro de la mente del niño, lo que hace que este ultimo termine por abrir los ojos de gran manera. -Ya deja de una vez atrás eso, ve por lo que viene, tómalo tu... o alguien mas lo va a terminar haciendo por ti. -termino de decir aquella voz para luego callarse.
Charlie Brown ya no estaba seguro de si fue por el mero impulso o, por el hecho de que escucho aquella voz dentro de su mente pero, ahora era como si su cuerpo empezara a adquirir una mente propia, con su boca estaba siendo lo mismo.
-Se que a lo mejor esto no esta teniendo sentido para ustedes, la verdad es que tampoco estuviese esperando a que lo llegaran a entender, tal vez yo suene como un tonto por el hecho de estar diciendo esta clase de cosas en este preciso momento, pero esto que he plasmado es lo que se que mucho les toca vivir en su día a día... -decía Charlie Brown con la mirada puesta sobre sus compañeros, para luego bajarla un poco hacia el suelo. -Incluido yo mismo. -termino de decir al mismo tiempo en que con sus dos manos estaba la hoja en la que el acababa de terminar el dibujo.
De nueva cuenta, todos en el salón se quedaron en completo silencio, la señorita Othmar incluida estaba en ese mismo estado, ninguno de los que se encontraban en este momento dentro del salón de clases.
Sin duda el silencio era de todo menos la sensación favorita de Charlie Brown, pues era casi como si todo lo que hubiera a su alrededor no estuviera ahora mismo, como si se encontrara fuera de su existencia.
Y lo que mas le inquietaba de todo esto es que ya ni siquiera estaba bajo su control lo que sea que fuera a ocurrir, eso ya dependía de sus compañeros y de su maestra, y aun así la posibilidad de poder escuchar algo de parte de ellos...
Sencillamente no era algo que el sintiera que fuera a estar a su favor, como siempre ha llegado a ser.
-¿Y tu lo sientes? -se escucho la pregunta proveniente de la voz de una niña.
Aquello llamo la atención del jovencito de la camisa de rayas quien, al igual que el resto de sus compañeros voltearon a ver hacia atrás para así, percatarse que la persona que acababa de hacer esa pregunta, era una niña de cabello castaño corto hasta el cuello que venia adornado con un moño marrón de tono sumamente claro a cuadros al igual que el vestido, zapatos blancos con detalles negros eran su calzado con unas calcetas que eran del tono de color que el vestido y el moño que llevaba puestos.
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Charlie Brown: La mejor versión de mi
FanfictionCansado de ser siempre un perdedor, cansado de ser un inútil, y sin duda harto de que siempre tenga que vivir con ese miedo, Charlie Brown decide ponerle un punto final a eso. En esta historia se vera al protagonista de la pandilla de Peanuts darse...