- ¡Vamos Addeline! Yo también me tengo que preparar - Me grito Nic a través de la puerta del baño. Yo estaba maquillándome y peinándome.
-No seas tan histérico - Le respondí mientras reía - Todavía no son ni las doce.
Me mire en el espejo una última vez y estaba perfecta. Mi cabello lacio, y maquillaje simple, la raya negra en el parpado, un poco de iluminador y en los labios un poco de brillo. Mi vestido negro holgado con bolsillos que iba a estrenar hoy y mis botas bucaneras gamuzadas.
Me mire una última vez en el espejo y le tire un beso a mi reflejo. Al salir le grite a Nicholas que estaba libre el baño y me fui al cuarto a buscar mi celular.
*Grupo de WhatsApp*
Yo: Hey, ya sé que están enojadas conmigo, pero podrían ayudarme un poco igual. ¿No?
Lace: Ayudarte? Con que? Me perdí de algo?
Marg: Lacey, Addeline tiene fiesta hoy.
Kels: TENES QUE VOLVERTE UNA PERRA SALVAJE!!
Lace: No Kels, No.
Yo: JAJAJA. Pero ya, que hago?
Marg: Y eso nena, mostrarle un poco de la verdadera Addeline.
Lace: Claro, pero no exageres, medí lo que vas a hacer y que tanto le vas a mostrar.
Kels: Acuerdate que el elemento sorpresa es lo que hace que esto funcione.
Yo: Mantener mis secretos. Lo entiendo.
Marg: A donde van a ir?
Kels: Quizás vayamos a controlarte.
Lace: Hmmmm
Yo: No lo sé, cuando me entere les aviso.
Me desconecte con una sonrisa y ahora fui yo la que fue a apurar a Nicholas.
- Nic, me aburro.
- Ya salgo.
-Nic, me aburro.
-Ya voy.
-Nic, me aburro - Lo escuche bufar y después abrió la puerta.
Estaba vestido con un jean negro, una camisa blanca con finas rayas negras que marcaba su espalda triangular. Me miraba con una ceja levantada, supongo, esperando que le diga algo.
-Vestido así, pareces digno de mi - Le dije, el soltó una risa y se dio la vuelta para lavarse los dientes. Yo me quede apoyada en el marco de la puerta esperando a que termine, cuando lo hizo pregunte.
-¿En qué vamos a ir? Porque no pienso subirme a la motocicleta con vestido - Me miro como si fuera estúpida, así que argumente - Porque estoy de vestido, ¿que no ves?
Hizo un gesto de cansancio y espero a que me corriera de su camino, lo hago, el sale, lo sigo. Toma sus llaves, su celular y abre la puerta, lo miro, me mira, me rio, me sonríe. Salgo del apartamento y el por atrás mío cierra la puerta, me toma de la mano y bajamos.
Tiro de su mano hacia la derecha, el lugar donde estaba estacionada la motocicleta, él se planta en el suelo y me mira con el ceño fruncido.
-¿A dónde vas?
- A la motocicleta, o sea - Digo alargando la última silaba.
- ¿Quién te dijo que íbamos en mi motocicleta? - No hago más que sonreír y seguirlo.
- ¿A dónde vamos? - Pregunto.
- Al boliche, o sea - Me imita.
- ¿Que boliche?
- Ese que esta ahí.
- ¿Ahí donde?
- Ahí donde está el boliche - Responde sin responder mientras se ríe, pongo los ojos en blanco y dejo el tema.
Caminamos dos cuadras derecho, doblamos a la izquierda, derecha, derecha, y seguimos caminando. Lo miro y contiene una sonrisa.
- Si me di cuenta - El ríe ante mi comentario pero no dice nada más.
Llegamos a algo que por fuera parece una casa sin ventanas, tiene el techo muy bajo y tengo la mala sensación que me voy a aburrir.
Y asfixiar, con el techo así de bajo y la gente fumando no sé de dónde voy a sacar oxígeno.
Nicholas empuja la puerta de vidrio que está pintada de negro y nos encontramos en un ambiente iluminado, con sillones y una barra bastante concurrida.
- Creí que íbamos a ir a bailar - Le digo porque no quiero estar ahí, no quiero estar sentada, no quiero y punto.
- ¿Podes esperar?
- No, no puedo.
- Se nota - Me dice y me lleva sin soltarme de la mano a la barra. Cuando llegamos me siento en una de las sillas altas, Nicholas a mi lado se queda parado.
La re puta. Justo hoy, justo esta barra. Que suerte la tuya Addeline, que suerte.
Damien Rowling estaba sirviendo tragos del otro lado de la barra. A Damien lo había "engañado" hace unos meses atrás, y si el decía algo todo se iba a la mierda. Entonces mientras Nicholas se preocupaba de que lo atiendan, yo me preocupaba de que el me vea para poder decirle que se calle.
Una vez Damien me había contado que entre todo el griterío de la gente pidiendo sus tragos, son los ruidos más suaves los que llaman su atención. Así que ruego por Dios que no se le haya ido la costumbre y le chisto. Le chisto una, dos, tres veces. No me escucha. Miro a Nicholas, está metido en llamar su atención, tanto o más que yo, pero es importante que me vea a mí primero. Tomo mi labio inferior entre mis dedos índice y pulgar e inspiro con fuerza por la boca, el resultado es un sonido agudo y molesto, de reojo miro a Nicholas, que por suerte no lo ha escuchado, y si lo hizo no llamo su atención. Damien, en cambio, con el ceño fruncido gira la cabeza para ver al que había provocado esa molestia y al verme deja de servir, apoya el vaso en la mesa y me mira con una ceja levantada a la vez que yo le hago una seña de que cierre su boca, le señalo a Nicholas y hablando sin voz le digo "No me conoces". El asiente una vez, se vuelve a donde estaba termina el trago lo entrega y camina para donde esta Nic.
- Hey, amigo, dame un vodka con limón y... - Me mira.
- Emm, lo mismo - Sin más Damien se da la vuelta los prepara y cuando los apoya en la mesa, hace una maniobra rara que termina en todo el vodka en la camisa de Nicholas.
-¡Oye! ¿Qué te pasa? ¿Cómo vas a trabajar de barman si tiras la bebida a los clientes? - Grita Nic.
- Lo siento mucho, no sé qué me paso, de verdad. ¿Sabes qué? Te invito esta y dos rondas más, lávate y ven a buscarlos, el baño esta por allá - Le señala un lugar y me mira como diciendo "Tú te quedas"
- Bueno si, no importa tanto - Le responde, y dirigiéndose a mí dice - Quédate aquí, yo voy y vuelvo - Asiento y él se va.
Ignorando a todos los demás me mira y dice.
- ¿De nuevo? ¿Ya lo estás haciendo de nuevo?
-¡No me vengas con esas Damien, con esas ni con ningunas! - Y pasando por arriba de la barra me acerco a su oído y muy claro le digo - Yo hago lo que quiero con mi vida. Así que no te metas, si quieres algo a cambio de que no abras la boca me hablas más tarde, pero por hoy, yo para vos soy cliente, y tú para mi eres barman. ¿Entendiste?
- No sigo tus órdenes, porque las únicas órdenes que sigo son las de mi jefe. Pero esto no te sale barato. ¿Entendiste? - Me dice, me guiña un ojo y prepara el otro trago, lo deja en la barra y se va justo cuando llega Nic.
Buena noche la de esta noche.
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ASI SE HACE.
Teen FictionSufrimiento, esa es la palabra, ese sentimiento, esa horrible sensación es la que ellas provocan. Porque, si ellos hacen sufrir, con la misma moneda les pagaran. Si les gusta díganle “venganza” Pero no es eso lo que en realidad es. Es una enseñanza...