La verdad es, que en realidad Nicholas es muy sexi, y yo pienso aprovechar eso bastante.
Después de andar bastante llegamos a una cafetería cualquiera, el detuvo la motocicleta yo baje y me siguió. Entramos y el lugar era bastante agradable, paredes marrones oscuras, mesas claras y los detalles de un color anaranjado. De fondo una canción que no supe distinguir, pero me sonaba bastante, tanto como para tararearla.
Cuando encontró una mesa se sentó. Bien ahí Nicholas. CERO CABALLEROCIDAD. Me senté en la silla de en frente y tome la carta, para decidir que tomar.
-Buenas tardes, mi nombre es Sandy y seré su mesera por hoy. ¿Ya decidieron o vuelvo en unos minutos? - Pregunto una rubia chillona con una coleta estirada que movía de aquí hacia allá con un meneo de su cabeza. Insoportable. Nicholas contesto.
-Emm si, dame dos licuados uno multifruta y el otro... - Me miro levantando una ceja, estuve a punto de hablar cuando siguió - Banana; sí. Dos facturas de crema y nada más. - Esperen... ¿Que? ¿El acaba de ordenar por mí, o me lo imagine?
Baje lentamente el menú mientras lo asesinaba con la mirada, cuando por fin se dio cuenta de mi enfado pregunto.
-¿Qué? ¿No te gustan los licuados de banana? -
-No es que no me gusten, pero... - Me interrumpió
-Bueno, ¿cuál es el problema entonces? - No me dejo responderle - Cuéntame algo sobre ti - Dijo mientras se apoyaba en sus antebrazos y quedaba a escasos centímetros de mí, como reflejo me tire hacia atrás en la silla y el sonrió arrogantemente.
-¿Qué quieres que te diga? -
-Bueno, no lo sé. ¿Algo importante que deba saber?
- No por ahora - Sonreí falsamente a la vez que llegaban los licuados, hasta que lo terminamos nuestra conversación disminuyo a cero, y no nos apartamos la mirada de encima.
Cuando termino su bebida, aparto el vaso y tomo una de las facturas.
- Vamos Colorada, debe haber algo que tengas para contar - Aunque que me diga colorada me gustaba. Bastante. Tuve que decir lo contrario porque... Bueno, es todo lo que las niñas dirían.
- No me llames colorada - Sentencie a la vez que apretaba la mandíbula y apartaba mi vaso. El rio, rio arrogante y estruendosamente. Muy sexi también.
- ¿Acaso no lo eres? - Pregunto - Una niña colorada y bonita -
Puse mi peor cara y me levante, salí del lugar y lo espere al lado de su motocicleta. A los pocos minutos lo tenía a mi lado sujetándome de la mano y tironeándome hacia la derecha. -¿A dónde vamos? - Pregunte mientras reía.
- A caminar, vamos a ver si te saco algo de información -
Caminamos unas cuadras, y doblamos aquí y allá en silencio. Caminábamos rápido, como si estuviéramos huyendo, lo que me causaba gracia, después de girar a la derecha pude divisar una pequeña plaza a algunas manzanas.
-Ya me canse - Hable mientras me detenía y tiraba de su mano para que pare el también.
- Vamos Addy, nos van a atrapar - Dijo con una cara de loco.
- Nicholas... Sigue sin mí - Hable con una mano en el pecho exagerando - Sálvate tu - Reímos.
-Nunca te dejaría atrás - Y me clavo la mirada en mis ojos, y lo sentí. Por un momento, sentí que estábamos a unas cuadras de mi casa, sentí que yo todavía era indefensa como ahora imitaba ser, y sentí, que quien me sostenía de las manos no era Nicholas sino Drew, Drew con sus ojos azules y su cabello negro, Drew con sus mentiras.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y mire a mis pies mientras intentaba controlarlas. En un instante Nic estaba tomado mi rostro entre sus manos obligándome a mirarlo.
Vamos Addeline, tu eres más que esto.
-¿Qué pasa? ¿Qué recordaste? - Pregunto
-Mentiras - Respondí, el tardo un momento en responder.
-Pero... si estábamos jugando - Solté una carcajada
-No las tuyas. Pero ahora llévame a la plaza - Me miro sin entender, volví a reír mientras hacía que se dé la vuelta, luego lo tome de los hombros e hice presión hacia abajo hasta que doblo un poco las rodillas y quedo más bajo.
-¿Listo? - Pregunte.
-No. Espera, ¿qué vas a hacer? - Yo solo reí y pegue un salto y quede arriba de su espalda, al entender me sujeto de las piernas y se enderezo, comenzó a caminar hacia la plaza. Cuando llegamos él se detuvo para que bajara pero yo enrede mis piernas con fuerza alrededor de su cintura negándome a hacerlo, el comenzó a saltar mientras yo me reía y me sujetaba más fuerte todavía. Al fin me baje y me senté en un banco, Nic se sentó a mi lado y me miró fijamente.
Clave mis ojos en los suyos y el hiso lo mismo, sus ojos marrones y oscuros me analizaban, o intentaban hacerlo, ya que en realidad nada de lo que ve es cierto.
Es mejor así Addeline, si nadie te conoce nadie te lastima. Recuérdalo.
Empezó a acercarse lentamente, a invadir mi espacio personal de a poco, como pidiendo permiso y midiendo mis reacciones.
Aunque no estaba nerviosa actué como tal. Entre abrí mis labios después de tragar saliva, agarre el borde de mi pollera y empecé a jugar con ella, y por ultimo contuve la respiración.
-Tu - Dijo el, rozando su nariz con la mía. - Me debes un beso -
-Hmm - Respondí. Una de sus manos subió por mi brazo hasta llegar a mi nuca y con un poco de presión acerco mi rostro al suyo y me beso. Me beso como a toda chica le hubiera gustado lento y pausado. Comenzó a mover sus labios tímidamente sobre los míos y lo seguí, abrí mis labios para darle acceso a su lengua que entro y comenzó a danzar con la mía a un ritmo suave, enroscándose una a la otra lentamente. Y para cualquier chica hubiera sido perfecto, digno de contar y protagonista de todos sus sueños.
Pero yo, no soy cualquier chica.
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Voten perras -.-
Por favoooooooooooor saben? no cuesta tanto es solo un click y listo
Me pone de mal humor que no voten y me saca las ganas de escribir ¬.¬
Y esto va para vos Maga #NoAlSiguela #ComentariosInteligentes
Te Amo JAJA
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ASI SE HACE.
Roman pour AdolescentsSufrimiento, esa es la palabra, ese sentimiento, esa horrible sensación es la que ellas provocan. Porque, si ellos hacen sufrir, con la misma moneda les pagaran. Si les gusta díganle “venganza” Pero no es eso lo que en realidad es. Es una enseñanza...