Lacey
Busque mi llavero en el desorden de mi bolso, cuanto sentí el frio metal entre mis dedos las tome y busque la que tenía una marca verde. La llave de la casa de Lace, cada una de nosotras tenía una copia de la casa de las otras para emergencias como esta, o de ropa, que también son emergencias. Forcejee un poco y cuando logre abrirla prácticamente corrí a la habitación de Add.
Cuando entre me encontré con su larga cabellera casi tocando el suelo cayendo por un lado de la cama, ella veía dentro de unos de los cajones de su mesita de luz.
- Hey - Susurre. Ella levanto la vista y vi sus ojos hinchados por llorar y abiertos con preocupación, en sus mejillas rastros de maquillaje corrido por las lágrimas y sus labios hinchados y lastimados. Cerró el cajón con fuerza y se sentó en la cama mirándome, esta iba a ser una larga charla así que solo me senté en el suelo con los pies cruzados. - ¿Cómo te fue? -
-¿Con él? Bien, bastante.
- Pero...
-Pero cuando llegue aquí, soñé y... - Sus ojos se llenaron de lágrimas. Cuando alguien llora hay dos maneras de actuar, o te callas, lo callas y abrazas para que solo lo olvide, o lo hincas para que lo saque todo, a Addy había que hincarla para que hable.
-Cuéntame.
-Es que se parecen tanto - Dijo empezando a llorar, tuve que poner mis manos bajo mis piernas para no levantarme y abrazarla. - Hasta dicen las mismas cosas, Nicholas me hace acordar tanto a Drew, son iguales, y... Y pensar que yo casi termine como la ex de Nicholas me hace volver al pasado, y cada vez que lo veo esta ahí... esa mirada de ansias por llegar a casa y darte con una o dos líneas, pero él no actúa como adicto... la antigua Addy está en esa mirada, la Adeline drogadicta, sabes, me refleja en el pasado y... - Rompió en un llanto tan fuerte que ya no pudo hablar. Deje que pasaran los minutos y cuando se tranquilizó un poco pregunte.
-¿Que soñaste? - Saco su cara de entre sus manos y me miro, antes de comenzar a hablar tomo uno de sus mechones pelirrojos y empezó a enrollarlo.
-Era su voz, no había imágenes, pero cuando me desperté esas voces me trajeron recuerdos.
-Dímelo.
-El... El me volvía a pedir que corra, que corra más y más rápido - Y el mundo se me vino abajo - Y me decía que todo estaría bien -
-Adeline - La llame pero su mirada estaba perdida en sus pies - Addy - Eleve mi tono de voz un poco justo en el momento que ella empezó a llorar - Hey - Intente de vuelta pero su llanto no dejaba que escuche nada de lo que le decía - ¡Adeline! - Grite y ella levanto su mirada de vuelta. -Mientras no vuelvas a comprar cocaína en ningún lugar no vas a tener que correr de la policía de nuevo - Hable, al escucharme decir eso empezó a llorar más y más - ¿Addeline que estuviste haciendo? -
- Nada Lace, te lo juro nada - Dijo mientras se recostaba en su cama y se acurrucaba más y más.
-¡Addeline párate y dímelo mirándome a los ojos! ¡Dime la verdad! - Empecé a llorar de la impotencia mientras Addeline se hacía cada vez más pequeña ante mis gritos.
La tome del brazo y con fuerza hice que se levantara, como era más bajita que yo hice que levantara su cabeza y apunte con la pantalla de mi celular para ver si había rastros de sangre en su nariz, al no verlos levante su remera larga hasta el inverso de su codo y busque marcas de agujas, otra vez no encontré nada, como último recurso la empuje para que cayera sentada en su cama y le saque sus medias, busque entre medio de sus dedos algún otro indicio de que se haya inyectado y solo cuando todo me demostró que no había hecho nada pude sentir como el peso en el pecho que no me dejaba respirar desaparecía.
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ASI SE HACE.
Teen FictionSufrimiento, esa es la palabra, ese sentimiento, esa horrible sensación es la que ellas provocan. Porque, si ellos hacen sufrir, con la misma moneda les pagaran. Si les gusta díganle “venganza” Pero no es eso lo que en realidad es. Es una enseñanza...