2 de Diciembre de 2059

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Bueno, te voy a contar lo que pasó ayer en el bosque.

Al principio tuve un poco de miedo, ya que estaba todo muy oscuro, y yo solo tenía una linterna que logré tomar del cuarto de mama a escondidas. A eso de dos horas de empezar a caminar me cruce con el final del bosque. En ese tiempo pensé varias veces en volver porque ya me estaba cansando y sentía que en cualquier momento me iba a saltar un monstruo encima, pero no me rendí, si dije que iba a llegar al final, es porque lo iba a hacer.

A lo que iba, una vez que llegué al final del bosque vi un gran campo, como el que hay en la casa, y en medio de todo el pastizal había una gran valla blanca. Me acerque a esta, y del otro lado pude ver a un chico apoyado sobre un árbol, por lo que podía llegar a ver por la distancia, parecía alto, era delgado y, de pelo corto y enrulado, tambien parecia que era de color negro, su pelo contrastaba mucho con lo palido de su piel, que con la luz de la luna solo se acentuaba más.

Me quedé viendo un buen rato hasta que el noto mi presencia, se levantó (y efectivamente era muy alto) y se acercó a mi. Una vez enfrente mio me pregunto quien era y como me llamaba, yo le respondí, y luego le hice la misma pregunta. El me dijo que se llamaba Finn Anderson y que tenía diecisiete.
Nos quedamos un buen rato hablando, hasta que el sol comenzó a salir. Entonces decidí volver a casa, nos despedimos y acordamos que nos encontraríamos en el mismo lugar todas las noches.

Esto es todo por hoy pequeño diario.

𝑬𝒍 𝒄𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora