Lunes 15 de septiembre- 07:00 A.M:
Empieza a sonar el despertador, provocando ruidos muy molestos. Con pereza agarró el móvil, apagar la alarma, y me giro 180º sobre mi misma, quedando boca abajo en la cama mientras gruño de fastidio, el inicio de las clases era algo motivador para mí; no obstante, mi mayor problema levantarme de una cama blandita, suave, cómoda...
-¡CARIÑO LEVÁNTATE YA, ESCUCHE EL DESPERTADOR, ADEMÁS YA TIENES EL DESAYUNO! -mi Papi gritó desde la cocina, bueno, no tendría otra que levantarme puesto que lo próximo era él arrastrándome hasta la cocina.
Con pereza puse primero el pie derecho en el suelo, no sé la razón exacta, pero era mi tradición. Luego de ir como zombie hacia el armario, agarré mi uniforme, una falda con una camisa y una pajarita, la cual cambié por corbata, es decir, odio las pajaritas. Tras recoger mi ropa me metí al baño, necesitaba una ducha y rápido. La verdad me sentó muy bien, puesto que me hizo despertar y conseguir toda la motivación que necesitaba, hoy sería el gran día en el que empieza mi camino en el fútbol, ¿Quién no estaría feliz?
Tras asearme, vestirme y recoger rápido y corriendo el baño agarré mi mochila y la bajé hacia el primer piso, la coloqué al lado de la puerta y fui corriendo a darle un beso a mi Papi, él cual estaba cocinando unos huevos con jamón. Ya sabes, ser hija de futbolistas es lo que tiene, de la misma forma, no le di mucha importancia y le di un beso en la mejilla a mi Papi, el cual aceptó gustoso la muestra de amor y con una sonrisa típica de él me ofreció un zumo de naranja, no es mi favorito, pero como lo hace con amor pues no se lo rechazó nunca.
-Bueno mi niña, ¿preparada para el primer día? Recuerda saludar a Celia y Travis de nuestra parte, y siento mucho no poder recogerte, ya sabes, el maldito trabajo nos está ahogando últimamente. -Mi Papi me miró con un rostro apenado, se que le da pena no poder llevarme ni traerme; no obstante, se esfuerza en el trabajo y no me importa, puedo ir y venir sola.
-Tranqui Papi está todo bien, por cierto, ¿y Papá? -Terminé de decir justo cuando mi Papá apareció por las escaleras, parece que también se duchó; puesto que no llevaba camiseta.
-Xavier mi amor, ¿Cuántas veces te he dicho que te pongas una camiseta al bajar? Como luego tenga yo que subir a por una porque por poco sales de casa sin ella la tenemos eh, sabes que no es la primera vez que pasa. -dijo mi Papi con cara de enfadado, pero uno conociéndolos sabía que no se podían enfadar, solo que a veces Papá le saca de quicio.
-Jordan cariño, tranquilo, no volverá a pasar, lo prometí- Y todos sabemos que esa es la única promesa que mi Papá siempre romperá. Antes esas palabras obviamente no puede evitar reír, a lo que Papi me lanzó una mirada asesina y me callé, centrándome en mi plato como si fuera lo más interesante del universo. -Oh vamos mi amor, ven aquí.- Papá ante la cara de enfado de mi Papi se levantó y le dio un abrazo del oso, cosa que siempre hacía que se calmará. Y esta vez no fue a menos, Papi sonrió y le dio un beso a Papá, a lo que yo como bien exagerada que soy, me quejé.
-ESO, coman delante del pobre...- Era broma, pero me encanta hacer esas bromas con ellos, sé que siempre se la tomarán bien. Mis padres se giraron con cara de amargados siguiendo la coña.
-Tranquila mi niña, ya te llegará el día.- Tras ello besó a Papá y se sentó a comer, la gracia de todo ello ocurría detrás, con la cara de amargado de Papá, puesto que no soportaba la idea de verme con novio.
-Bueno bueno, que aún es muy joven, solo tiene 15 años.- Papá se puso a la defensiva como siempre hace con esos temas, y Papi y yo solo podemos hacer una cosa, reírnos y pasar de él.
-Xavier, tú y yo empezamos a salir a esa edad.- La cara de asombro de Papá fue increíble, sobre todo cuando yo me reí aún más fuerte apoyando a Papi. Como amaba estas mañanas.
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Un sueño hecho realidad. (Víctor Blade y tu).
RomanceTn, una chica con un propósito, cambiar el destino del fútbol y estará dispuesta a lo que sea con tal de conseguirlo. Y sus padres Xavier y Jordan siempre la apoyarán, sin importar las circunstancias.