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zoe caminaba tranquilamente por todo el recinto decorado gracias a flora chequeando que el flujo de energía de las flores siguiera su curso ideal, mientras escuchaba a su amiga parlotear acerca de una nueva poción que iba a proveerle a sus plantas una baba verde con la que defenderse de los depredadores.
— hola, flora. hola zoe, este lugar se ve grandioso, definitivamente se superaron a ustedes mismas. — bloom apareció de repente por la puerta del salón con kiko en su hombro.
— ¿eso crees?. — preguntó la morena.
— yo le dije a flora que pusiéramos otro color pero no quiso. — admitió la pelinegra de inmediato.
— pero se ve genial de todas formas, ¿quieren ayuda?. — se ofreció.
— no, gracias, tengo todo bajo control. además, zoe ha sido de mucha ayuda. —
— ah, vale, quizás stella necesite ayuda con sus tareas, ¿la han visto?. —
— lo único que supe es que estaba haciendo algo muy importante. —
— me dijo que iría a su habitación, deberías buscarla allí. — argumentó zoe tratando de revivir una pequeña flor que se había rendido por el clima.
bloom se despidió de ambas y flora la observó por encima del hombro.
— ¿sabes dónde está adore?. —
— dijo que llegaría más tarde, sus padres la necesitaban sobre un asunto real o algo por el estilo. — ella asintió. — flora. — la llamó de nuevo.
— ¿hm?. —
— ¿crees que algún día podré saber de dónde vengo?, quiero decir, saber de mis padres, mi planeta, mi familia. — susurró perdida en sus pensamientos. flora sintió una punzada de tristeza, zoe era lo más parecido a una hermanita menor desde que había abandonado linphea y a miele, y la entristecia verle de esa forma.
— yo creo que encontrarás respuestas en el momento indicado. — aseguró con cautela, frotando su hombro. — por ahora, creo que deberías enfocarte en lo que tienes; a faragonda, a cada una de nosotras, tus amigas, a brandon como tu mejor amigo, eres valiosa, zoe, sin importar de dónde vengas. —
zoe sólo pudo asentir resignada, correspondiendo el abrazo del hada de la naturaleza.
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