...

7 1 0
                                    

Kakuzu le había dado el dinero pero aun así no se llevó a el albino, solo le dijo que cuando despertara le avisaran.

M—contando el dinero mientras Óbito la veía con cara de: ¿En serio?— ¿Qué?

Ó- No puedo creer que haz desperdiciado 78.010 yenes! —dijo remarcando los yenes—

M- ¿Y? Además para que me serviría un ômega, si yo soy un ômega... o... ¿un alfa?—dijo simplemente— Oye creo que esta despertando. —dijo mirando al chico rubio—

Ó- ¿En serio? —pregunto dirigiendo la mirada hacia el chico rubio—

M- Jajaja, no, pero vieras visto tu cara. —dijo riendo—

Ó- Tch. —pronunció mientras se acercaba a Miko—

M- ¿Qué? ¿Me vas a besar o qué? —dijo mirándolo con una cara neutral—

Ó- No. —dijo alejándose de Miko—

M- Quiero volver a robar. —dijo con una sonrisa—

Ó- Ni lo pienses, no te dejaré volver a robar, no después de la última vez.
—hablo recordando la vez, la vez en cual la policía casi les dispara, más que Miko insulto a los policía y fueron perseguidos, Miko disparo y le dio al tanque del
coche.— Hmm... estas loca de verdad.

M- Jeje. —dijo nerviosa—

Unos cuantos segundos pasaron y empezaron a escuchar a alguien quejar se, ambos volvieron la mirada, y vieron al chico rubio intentando levantarse.

¿?- Mgh, ¿do-donde estoy? —pregunto entre abriendo los ojos para acostumbrarse a la iluminación de las luces—

¿?- Ayg~ Eso mismo deveria preguntar. —se escucho por parte de un albino que recién despertaba al igual que el rubio—

¿?- ¿Mh? ¿Jashinista? —pregunto confundido al escuchar esa voz, se terminó de acostumbrar a la luz y vio al albino—

¿?- ¿Rubia oxigenada? —pregunto el contrario al rubio—

Ambos contrarios recuperaron por completo la conciencia, por lo que no dudaron en abrazarse, ¿Cual es la razón?

¿?- Pensé que no te volvería a verte Deidara. —dijo el albino aún abrazando al chico rubio—

Deidara- Se que suena estúpido pero yo también, Hidan. —hablo ahora este y dejo el abrazo de ambos de lado—

M- Awwwww, que lindo. —mira a Óbito seria— ¿Por qué no me abrazas así, he? —le pregunto seria al igual que su
mirada—

Ó- Porqué no vales ni un tercio de mierda. —le respondió—

M- ¡Grosero!

D- Hee, ¿quienes son ustedes? —pregunto nervioso ante la presencia de los otros dos contrarios—

M- Soy Shakira.

D- ¿He-...?

Ó- No le hagas caso, esta loca. —le aclaro al chico rubio—

H- ¿Pero quienes son? Y ¿Qué hacemos aquí? —pregunto casi directamente a Óbito—

M- Lo sabía, si los drogaron... ¿que droga les pusieron? —pregunto acercándose mucho a la cara del albino—

H- Yo que sé. —le dijo de forma nerviosa ya que Miko se acercó muy rápido y sin aviso alguno—

M—Se aleja de Hidan— Respondiendo a la primera pregunta de... dee... —se acerca al rubio— ¿Deidara? —pregunta para asegurarse—

D- Sí.

M- Pues están en nuestro hogar, o como se llame a este lugar sin respeto alguno.

Ó- Cállate.

M- Cállate tú. —respondió y continuo a lo otro— Mm... y a las otras dos preguntas... por no se. La tercera; ¿Quienes somos? Pues somos... personas. —sonrió de manera algo nerviosa—

Ó- Deja de jugar, ¿quieres? —miró a Miko serio, pero esta solo se limito a levantar ambos hombros en firma de; "No"—

D y H- Sí, ya sabemos que son personas, pero, ¿como se llaman? ¿Qué quieren de nosotros?

M- Tienen mejor comunicación que nosotros. —llora en falso poniendo ambas manos en su cara cubriendo sus ojos—

Ó- Para ser más directos, somo- —fue interrumpido—

M- Tobi y Miko, somos una empresa de medicamentos. —hablo mintiendo—

El rubio y el albino solo se miraron dudando de que si era verdad, aunque de la forma en que hablo Miko, fue muy convincente, solo se siguieron mirando confundidos, por otro lado Óbito le sonrió a Miko por qué de todas formas iba a decir lo mismo.

M- Bien y la otra... ¿Qué queremos de ustedes?... No lo sé, la verdad es qué...

Ó- Los estaban subastando en un asqueroso prostíbulo. —finalizo la oración—

M- Pero la pregunta aquí es...

Ó- ¿Por qué los estaban subastando?

Hidan y Deidara se quedaron boquiabiertos ante la respuesta, y mucho menos la pregunta reciente, por lo que Hidan pregunto...

H- Más bien... ¿Por qué fueron a un prostíbulo y nos compraron? —levantó una ceja—

M- Por qué aquí a don calenturas le picó el pene y quiso cojerse a alguien.

Ó- Odió cuando eres una maldita directa.

M- Ahora respondan ustedes. —miró a Deidara y Hidan casi exigiéndoles la respuesta—

D- La verdad es que no sabemos.

H- Yo solo recuerdo que estábamos en una casa de unas personas, nos habíamos acabado de bañar cuando de pronto aparecimos aquí. —contestó a la pregunta pasada—

M- ¿Saben la dirección? —pregunto ya que planeaba algo pero necesitaba esa información—

H–D- No. —respondieron—

Miko se desanimo al instante, ya que quería divertirse, no de la forma en que podrían pensar, sino masacrando.

M- Bueno me voy. —se fue caminando hacía la puerta—

Ó- Ha no, tu te quedas, no me voy a hacer cargo de dos niños. —le detuvo de los hombros—

H–D- No somos niños. —se defendieron—

Ó- ¿Y que son? ¿Señores? —sostuvo una carcajada pero dio una sonrisa burlona—

H- Su cara me da miedo. —le susurro a el rubio—

Miko ante la distracción de Óbito, se fue de la habitación cerrando la puerta lo más suave posible, y lo primero que hizo al salir de la habitación de Óbito, fue correr a la de Kakuzu.

Ó- Mm... _Esta piensa que no me di cuenta cuando se fue, pero no te salvarás_ —penso así mismo mirando a la puerta— ¿Cuantos años tienen? —pregunto a los dos chicos—

D- 17.

H- 19.

Ó- Mierda. —dijo para si mismo— Malditos mentirosos, ahora si dejaré que esa loca destruya ese lugar. —hablo casi en susurro—

M- Hola, hola, ¿me extrañaron-? —se escucho su habla pero antes de soltar una pequeña carcajadas fue interrumpida—

Ó–D–H- No. —dijeron en unison—

•-Mafia Akatsuki-•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora